Antes de comenzar con la historia que precede a la construcción del Patio del Palacio de Jabalquinto, desearía comentar algo que para muchos Baezanos desconocen y era la existencia de una fuente en el centro coronada por una virgen, según se desprende de los archivos de Leopoldo Torres Balbás y cuya foto correspondería entre los años 1920 a 1936.
La siguiente foto, se corresponde a una publicación del año 1958 sin que podamos determinar cuando fué tomada esta instantánea ni cual fué su autor.
En 1720 dejo de ser residencia senorial, al cederlo al Seminario San Felipe Neri para su uso como residencia estudiantil, reservandose algunas estancias y ciertos privilegios de protocolo eclesiastico, hasta 1969, despues del intervalo que va de 1836 a 1853 en que fue incautado por el Estado. En la decada de 1970 se utilizo como Colegio Menor, dejando de serlo a principios de los anos 80, en que fue restaurado por la Direccion General de Bellas Artes. Desde 1987 a 1991 fue sede de la Escuela Taller de Rehabilitacion del Patrimonio de Baeza.
Foto de la Antigua Fuente del Palacio de Jabalquinto |
Hoy por hoy, la talla de la virgen del patio del palacio de jabalquinto no existe.
Foto actual de la Fuente del Palacio de Jabalquinto |
Las numerosas incógnitas que
rodean su construcción, así como los posibles arquitectos que participaron en
su proyección y ejecución, han contribuido notablemente a acrecentar el interés
por una obra donde parece estar presente el legado de la tradición
arquitectónica de Vandelvira.
Busto de Andres de Vandelvira |
A fines del siglo XV, los
palacios y residencias señoriales, particularmente sus fachadas principales,
comenzaron a proyectarse hacia el medio urbano, representando la imagen de dicha nobleza, que quedaba a su
vez enfatizada por el uso de numerosos emblemas heráldicos. Esta renovación de
la arquitectura palaciega, en la que se concede una mayor importancia a la
conformación de las fachadas y a la organización interior en torno a un patio
como elemento nuclear del conjunto, se sucede desde fines de dicha centuria,
con independencia del empleo de lenguajes de
tradición gótica o el recurso a las formas y modos renacientes
Se sigue en este edificio un
modelo de patio característico de las residencias palaciegas del siglo XVI,
tanto en Baeza como en el restante territorio del Alto Guadalquivir,
particularmente en los municipios de Úbeda, Jaén, y su entorno. En el
Quinientos fueron numerosos los palacios organizados en torno a una
tipología de patio similar en alzado, a base de doble galería de medio punto,
decoradas las enjutas de los arcos, y apeados éstos sobre esbeltas columnas que
se vinculan con los soportes de tradición nazarí. Este modelo, muy extendido,
fue empleado tanto en la arquictura
residencial como en las obras públicas de la época, quedando patente en
singulares ejemplos como los palacios ubetenses de Vázquez de Molina y del Deán
Ortega, o en las fábricas del Hospital de Santiago de Úbeda y de la Universidad
de Baeza.
En
su descripción del palacio, el P. Francisco de Torres tan sólo confirma el
material empleado en estos soportes, «columnas del patio y corredores altos de
jaspe», del mismo tipo que las antiguamente existentes en el Alcázar, al que
también hace alusión: «La fortaleça o Alcázar estubo donde diçen ahora las
Casas de Palaçio, abaxo de la iglessia de Nuestra Señora del Alcázar, en este
Alcázar viuieron los Reies Moros de Baeza, fue sumptuoso edifiçio de columnas
de Jaspe y Alabastro, despojos de la antigua Cástulo, con que los Romanos la
auían adornado».
La hermana del II marqués de
Jabalquinto, María de Benavides, obtuvo en 1627 el título de marquesa de
Villarreal. Casada con Álvaro de Benavides, hijo de los V condes de
Santisteban, comendador de la orden de Santiago y miembro del Consejo y Cámara
de Felipe III, además de habitar en Madrid, María de Benavides disponía también
de, al menos, otras dos residencias en Baeza. La suya
propia, que durante un tiempo se localizaba en el palacio de los Ponce de
León (ahora Nuevo Casino); y la de su hermano, el palacio de los marqueses de Jabalquinto donde,
sin duda, debió pasar largas temporadas.
Su esposo, Álvaro de Benavides,
murió en 1612 en Madrid, donde también fallecieron la mencionada marquesa de
Villarreal y el hermano de ésta, Juan III Francisco de Benavides, II marqués de
Jabalquinto.
Estas continuas ausencias de la
familia de su residencia baezana, o al menos de sus más notables miembros, nos
permiten plantear que quizás la fábrica del patio del palacio de Jabalquinto fuese
encargo de la marquesa de Villarreal, realizado en representación de los
Benavides a fines del Quinientos, sobre todo si
atendemos a que en torno a dichas fechas María y Álvaro de Benavides contraían
matrimonio y que es el nombre de aquella el que parece distinguirse en uno de
los arcos del patio, junto a los referidos años de 1599 y 1600.27 Más probable,
si cabe, sería considerar que María de Benavides hubiera podido permanecer al
frente del encargo hecho previamente por el propio I marqués de Jabalquinto o
por su hijo, el futuro Juan III Francisco de Benavides.
Con respecto a la autoría de
todas estas remodelaciones ejecutadas en el palacio durante el siglo XVI, en
alguna ocasión la historiografía existente ha señalado la posible intervención
del maestro Andrés de Vandelvira bien en la ejecución de la obra, o al menos en
su trazado. No obstante, hasta la fecha ninguna documentación apoya tal
hipótesis, y entendemos preciso hacer ciertas
matizaciones al respecto.
En una de las enjutas de
los arcos de medio punto aparece grabada la fecha 1599/1600, que sirve
para datar su construcción, o una posible remodelación de un espacio
anterior.
Pero no sólo estas fechas, también la abundancia de
ornamentación de este patio apunta ya a un manierismo que va abriendo la
puerta a un nuevo tiempo, el tiempo del barroco. Esa ornamentación nos
sigue mostrando insistentemente los escudos nobiliarios de la familia en
las dos galerías. (35 escudos)
La Familia Benavides a estas alturas había pasado de poseer un
Señorío a ser titular del Marquesado de Jabalquinto.
Las columnas que sustentan los arcos de las dos galerías de este
hermoso patio, podrían ser (no está documentado), materiales de acarreo
del suntuoso Alcázar árabe, que mandó derruir Isabel la Católica para
acabar con las encarnizadas disputas entre ésta familia y la familia
Carvajal, que pugnaban por su control. Columnas que al parecer
procederían a su vez de la romana ciudad de Cástulo, en Linares.
No obstante, no parece extraño
plantear que si los Benavides habían tomado como referencia a la familia de los
Cobos a la hora de levantar su propia capilla-panteón en Baeza, recurrieran
también, a la hora de remodelar su residencia principal, a un modelo de patio
que no sólo era ampliamente utilizado entonces en
la arquitectura palaciega de la comarca, sino que además era muy similar al
empleado en el ubetense palacio Vázquez de Molina, singular fábrica de Andrés
de Vandelvira para tan eminente y poderoso miembro del linaje.
En el Salón de Actos se conservan 6 columnas con su capiteles románicos procedentes del Convento de San Juan.
En el Salón de Actos se conservan 6 columnas con su capiteles románicos procedentes del Convento de San Juan.
En los entrepaños unos soberbios leones rampantes (parte del escudo de los Benavides), aparecen envueltos en una fronda de hojas de acanto, y sobre sus cabezas coronadas aparecen el Corazón de Jesús a un lado, y el de María (atravesado por un puñal), al lado contrario. Ambos portan una corona real. Estos corazones nos ayudan también a datar los relieves hacia principios del siglo XVIII cuando comienza la devoción por el Sagrado Corazón.
Emblema de los Jabalquinto (El León), este situado al lado derecho de la escalera |
Corazón de Jesús |
Este situado al lado izquierdo de la escalera |
Corazón de María |
RESTAURACIÓN DEL EDIFICIO
FOTOGALERIA AL DETALLE
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