Una de las campanas del torreón de San Andres |
Iglesia de San Andres |
En los tiempos de dominacion romana fue levantado en Baeza un templo a Júpiter. Por su fuerte fábrica, el edificio se ha transmitido hasta el siglo XIX. En una gran piedra de alabastro de su fachada figuraba la siguiente inscripción:
SACRUM
OIVI
C.FLVIUS.C.
F.L.FAUSTI.LIB.
CORIDON. O.B.
HONOREM VIRATUS
D.D.
La traducción que hizo Ximena Jurado en los Anales del Obispado de Baeza y Jaén dice así:
"Este templo consagrado a Júpiter, lo dedicó Cayo Flavio Coridón, liberto de Cayo Flavio Fasusto, por honra y memoria de su sevirado"
Cuenta Cózar que desde Constantino el Grande, este templo se dedicó a su verdadero Dios (año 320) bajo la advocación de la Virgen María. La escultura de la imagen hasta hoy conservada y conocida por la Virgen del Alcázar, ha sufrido diversos retoques, pudiéndose considerar una talla del románico tardío o gótico.
Ocupaba Baeza por las huestes de Tarik, la iglesia fue convertida en mezquita, contigua a la cual se construyó el Alcázar.
Tarik invadiendo la Península Ibérica |
Durante la dominación árabe, el culto pasó a la iglesia de San Gil.
Cuando Alonso VII conquistó Baeza, se purificó la mezquita del Alcázar, devolviéndole el culto a la histórica imagen en el año 1147.
A la muerte del Monarca en 1157, volvieron los moros, y al temer los critianos la suerte que pudiera correr la imagen de la Virgen, decidieron enterrarla, cubriéndola a su vez con una campana (La Beltrana).
La Beltrana, cuando se hallaba instalada en el Alcázar, una de las misiones que tenía era avisar a los campesinos para su jornada laboral; de ahí su otro nombre de "Los Labradores".
El Baezano don Rodrigo Fernández de Narváez, obispo de Baeza y Jaén, teniendo facultad del Papa Clemente, enalteció a "Colegiata " la iglesia de Santa María, expidiendo carga con fecha 2 de febrero de 1401.
Papa Clemente VIII |
De todas la comarca venían los fieles de la época en perenigración a vistar la imagen de la Virgen del Alcázar en su templo.
Cerca de 400 años subsistió la Colegiata de Santa Maria del Alcázar hasta que fue llevaba a la parroquia de San Andres el 23 de mayo de 1764. No sin antes mantener pleito con el pueblo de Andújar por querer trasladar la Colegiata a su iglesia.
Imagen actual de la Virgen del Alcázar |
Cuando se operó traslado de la Colegiata a la Iglesia de San Andrés, la campana fue desmontada de la torre, y junto con la imagen de la Virgen del Alcázar, la sillería del coro y las valiosas tablas pintadas en el siglo XV, fueron traída de la Antigua a la Nueva Colegiata. Dichas tablas, hasta el año 1970, estuvieron colocadas en el coro; hoy se encuentran 6 en la sacristía y 3 en la capilla del Sagrario.
Coro de San Andres |
El escritor Salvador González Anaya en "Nido Real de Gavilanes" narra la siguiente leyenda:
En una vetusta y pobre ermita, que se alzaba en lo alto de la loma baezana, vivía una santera ciega.
Cierta mañana que atareábase en voltear el cimbalillo, vió brillar en la sombra de su ceguera, el resplandor de una luz misteriosa. Siempre que hacía uso de la campanilla, tenía la misma aparición.
Orientados algunos vecinos hacia el lugar que indicara la campanera, cavaron y en uno de los golpes de azada sonó el eco plateado de la campana que cubría la imagen de la Virgen del Alcázar.
Por ser la santera viuda de un tal Beltrán, era llamada de sobrenombre "Beltrana", relación que muy bien pudo dar nombre a la "Campanica de la Virgen" como también se le nombra, debido a la unión que siempre ha tenido, campana e imagen.
Salvador González Anaya |
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