LOS ORIGENES DE LA CATEDRAL DE BAEZA

Algunos escritores, inspirados en las crónicas de Flavio Dextro, Marco Máximo (Obispo de Zaragoza) y LUIPTRANDO (Obispo de Cremona), remontan la fundación de la Silla Episcopal de Baeza dentro del siglo I del Nacimiento de Cristo, dándola a TESIFÓN (cuya imagen se veneraba en el Santuario de la Yedra hasta su destrucción por parte de los republicanos durante la guerra civil y en cuya peana se leía: "San Tesifonte, primer Obispo de Baeza"

Por los años 60 al 63 de nuestra Era, los Apostoles Pedro y Pablo, eran los encargardos de evangelizar a España, junto con Tesifón, Torcuato, Eufrasio, Cecilio, Isicio, Segundo o Indalecio, lo que confirma un escrito que en 1074 dirigió el Papa Gregorio VII a Don Alfonso VI de Castilla y a Don Sancho de Navarra.

Imagen de San Tesifón

La histórica sede episcopal baezana, matriz de la gienense tiene su origen cierto durante el  reino visigótico hispano. El rey Alfonso VIII ya nombra en sus crónicas el obispado de Beacia, y las especulaciones de Gonzalo Argote de Molina hacen suponer que la diócesis baezana surgió para dar continuidad histórica a la sede de Cazlona (Cástulo).
Tras la conquista musulmana del 711, y amparada en la capitulación con las autoridades visigodas, aún sobrevivió bastantes años dentro de la sociedad dominada por el Islam; hasta que algunos de sus obispos fueron martirizados y con ellos desapareció el culto cristiano.

Fue el Emperador Hispánico, Alfonso VII quien restauró temporalmente la sede, consagrando como catedral la mezquina alijama baezana mientras duró su dominio sobre la ciudad. Perdido este, la diócesis de Baeza hubo de esperar al nuevo dominio castellano sobre la urbe para alcanzar su definitiva erección en 1227.

Rey Alfonso VII

Conquistada Baeza por el Rey Alfonso II, el 25 de julio de 1147, el monarca entró en procesión con abades y obispos, ofreciendo la victoria a SAN ISIDRO, patrón que fue de la ciudad antes que SAN ANDRES.

 Rey Alfonso II

Hizo alto la comitiva en una mezquita, (antiguo templo de romanos dedicado a Marte y antes, fue visigoda), la purificaron y consagraron a San Isidoro quedando así creada la Catedral.

No será hasta que el rey Fernando III reconquiste definitivamente la ciudad en 1227, cuando el edificio sea definitivamente consagrado como templo cristiano con el título de la «Natividad de Nuestra Señora». Entre las catedrales andaluzas donde aún se celebra el culto católico es la de más larga trayectoria histórica.

Fernando III ocupa Baeza (Jaén) (30 nov) en nombre de Abd al-Mon, su legítimo emir, pero en realidad la integra en Castilla, ya que nombra tenente de la misma a Lope Díaz de Haro y comienzan a llegar a ella los primeros colonos cristianos, igual que a Andújar y Martos. También conquista Linares, que ha substituido a la antigua Cástulo-Cazlona (5 km al S y abandonada en el s. XV), y la entrega al concejo de Baeza (se la conocerá por Leñares de Baeza)

Baeza fue la primera ciudad andaluza que conquistara con sus armas la concesión de una Catedral. Ya constituida, su primer obispo fue don fray Domingo de Soria; a la muerte de éste, el Rey Fernando III impetró al l Papa Inocencio IV decretó que la Sede de Baeza fuese trasladada a Jaén. Al protestar el pueblo tal decisión y sus nobles,  el Rey Fernando III  se dirigió al Papa nuevamente, el cual expidió una Bula en León a 14 de mayo de 1249 por la cual la Catedral de Baeza se serviría de los mismo canónigos que la de Jaén, dividiéndose entre ambas las prebendas.  


Traducida la Bula del Latín decia:  “Inocencio Obispo, siervo de los siervos de Dios, a nuestro Hijo electo de Jaén, salud y apostólica bendición. La exaltación de los fieles y extirpación de los paganos, que por la mano derecha del Señor, magníficamente ha prevenido en las partes de las Españas, en la Ciudad de Baeza ha tenido, como entendimos, socorro, perdiendo su vida muchos de la dicha ciudad en defensa de la Santa Fe Católica y a honra y gloria del nombre de Cristo y porque de los fieles así muertos es lícito y conveniente tener memoria, por la cual a los descendientes de ellos y demás vecinos, se provoque aumento de fe y devoción, por este escrito Apostólico mandamos que en la Iglesia de Baeza, la cual con su Sede a Jaén pasamos, hagásis que estén seis u ocho Canonigos, por nuestra Autoridad; los cuales, estando en ella perpetuamente, se ocupen de las divinas alabanzas y hagan obsequios por las almas de los sobredichos y de otros, e imploren el socorro de la divina piedad y ministren los sacramentos eclesiásticos a los fieles que concurriesen a la dicha Iglesia de Baeza. Dada en León, segundo de los idus de mayo, año sexto de nuestro Pontificado”

Desde 1931 está catalogada como Bien de Interés Cultural con la calificación de «monumento». Forma parte del conjunto monumental renacentista de Baeza, que junto con el de Úbeda, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003.