D. Diego de Nicuesa |
Nació en Baeza, en el seno de una rica familia de hidalgos y fue criado del
Almirante de Castilla.
Pasó a Indias con Ovando en 1502. Fue encomendero
en la isla Española y logró una apreciable fortuna y prestigio, motivos
por los cuales fue enviado a España en 1507 como procurador de Santo
Domingo.
Poco después el rey Fernando El Católico asumió la Regencia de Castilla por haber fallecido su yerno el rey don Felipe el Hermoso
y por la incapacidad de su hija doña Juana.
El Rey Católico convocó una
junta en Burgos el año 1508 con objeto de solucionar los problemas
indianos más urgentes. Asistieron a la misma junto con Fonseca
personalidades de la talla de Vicente Yánez Pinzón, Américo Vespucio, Juan de la Cosa y Juan Díaz de Solís.
La Junta tomó varias decisiones importantes, entre las cuales figuró la
de fundar dos gobernaciones en Tierrafirme (hasta entonces solo
existían las insulares), que serían Veragua y Urabá. La primera se
otorgó a Diego de Nicuesa y la segunda a Alonso de Ojeda.
El 9 de junio de 1508 se firmaron las capitulaciones correspondientes y
los dos gobernadores marcharon a la Española de inmediato, donde
tuvieron serias diferencias sobre los limites de sus respectivas
gobernaciones, aunque finalmente se fijaron el golfo de Urabá como
divisoria. Ojeda zarpó muy pronto hacia su destino, pero Nicuesa tardó
unos días más en aprestar su expedición, que salió de Santo Domingo el
20 de noviembre de 1509 con siete embarcaciones y 580 hombres.
Dejó en
la Española a su lugarteniente Rodrigo de Colmenares, con orden de
reclutar más hombres y reforzarle luego en la gobernación. Se dirigió
hacia Turbaco (próxima a Cartagena) donde encontró a Ojeda en apuros,
tras una derrota que había motivado la muerte de Juan de la Cosa. Le
auxilió y luego prosiguió viaje hacia su gobernación. La expedición
sufrió una serie de infortunios a partir de entonces; su segundo de a
bordo Lope de Olano le abandonó, para quedarse con el mando, y Nicuesa
naufragó con el buque que le quedaba, por lo que se vio obligado a pie
por la costa panameña hacia Veragua.
Se refugió al fin en un islote
donde habría fallecido de no haberle llegado los refuerzos de Olano, que
le trasladaron hasta el río Belén. Una vez allí enjuició a Olano por su
deserción y le condenó a muerte, aunque al final trocó la pena de
muerte por trabajos humillantes.
Nicuesa se dirigió entonces a Nombre de
Dios, donde intentó fundar una población en 1510 con los
supervivientes.
Imagen idealizada de Nombre de Dios, ciudad fundada por Diego de Nicuesa en 1510, de donde partieron algunas de las expediciones de conquista hacia Costa Rica en el siglo XVI. |
Allí le encontró su lugarteniente Colmenares, quien
había recorrido toda la costa desde el Golfo de Urabá en busca suya. Le
comunicó que había encontrado la gente de Ojeda establecida en una
ciudad llamada Santa María la Antigua del Darién, que estaba situada mas
acá del golfo de Urabá, en tierras de la gobernación de Veragua.
Nicuesa marcho de inmediato a dicha ciudad y exigió que le reconocieran
como Gobernador, pero el Cabildo de Santa María, mandado por el Alcalde Vasco Núñez de Balboa,
se negó a reconocer su título. Protestó Nicuesa y expresó su deseo de
ir a reclamar a las autoridades de la Isla Española. Los vecinos de
Santa María le dijeron que podía hacerlo, pues estaba en su derecho y el
1 de marzo de 1511 le dieron un barco para que fuera a Santo Domingo,
pero la embarcación estaba en mal estado y naufragó en el trayecto y con
ella se perdió el rastro de este conquistador.
Representación
imaginaria del naufragio de la nave de Diego de Nicuesa (Lucena Salmoral: Vasco Núñez de Balboa). |
"Embarcándose con él 16 ó 17 personas, de 60 que le habían quedado, criados suyos, y otros que de lástima seguir y acompañándolo quisieron. Hízose a la vela en su bergantín, primero dia de marzo de 1511 años, el cual nunca jamás pareció, ni hombre de los que con él fueron, ni donde, ni como murió; algunos imaginaron que fué aportar en la isla de Cuba y que allí los indios lo mataron, y que andando ciertos españoles por la isla hallaron escrito en un árbol, con letras esculpidas o cavadas: "Aquí fenecio el desdichado Nicuesa"; pero yo creo que esto es falso, porque yo fuí uno de los primeros en aquella isla y que anduve por ella con otros en sus principios, mucha tierra, y nunca vi ni oí que hobiese tal nueva Lo que mas por cierto se puede tener es, que como él llevase tan mal recaudo de navió y las mares de por estas tierras sean tan bravas y vehementes, la misma mar le tragaría facilmente, o también de pura hambre y sed muriese...".
- Fray BARTOLOME DE LAS CASAS
- Historia de las Indias
Fuente: www.mcnbiografias.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario