sábado, 21 de julio de 2018

VASALLAJE DE LOS SEÑORES DE VALENCIA Y BAEZA.

VASALLAJE DE LOS SEÑORES DE VALENCIA Y BAEZA.
Abu Zayd y Aven Mahomet eran señores de Valencia y Baeza, respectivamente, los cuales habían jurado fidelidad a Fernando III. La fidelidad del primero duró poco, pues rompió su vasallaje (como señala con amargura Juan). La del segundo fue duradera : rex Biacie […] inseparabiliter adhesit, dice el texto. Con esta mismas palabras el canciller había definido la relación de Pedro II de Aragón con Alfonso VIII de Castilla en el fragmento que comentaba arriba : rex Petrus […] eidem inseparabiliter adhesit. La coincidencia merece sin duda comentario : para Juan, la calidad del vassallaje no difería, fuera éste el de un señor musulmán o el del heredero de un reino cristiano. Contaba el que su soberano, Fernando III, recibiera el homenaje de sus enemigos y fuera considerado como monarca superior.
«Vino, pues, Aceit de Valencia junto a nuestro rey a la villa de Moya, y allí mismo se hizo vasallo suyo, viéndolo todos los que estaban presentes, y besó su mano, y se firmó entre ellos un pacto, que posteriormente el propio Aceit de Valencia, como vil apóstata, rompió sin causa justa. Al año siguiente […] le salió allí al encuentro el rey de Baeza y se hizo vasallo suyo él en persona y sus hijos, y se le unió de forma inseparable y hasta la muerte […] Todos inferían mucho daño a los sarracenos junto con el rey de Baeza, al cual se unían ya muchos soldados, que son llamados alaraves […] Entonces casi todas las villas y castillos, que hay entre Córdoba y Sevilla, se volvieron al rey de Baeza y lo aceptaron como señor. Por último Córdoba, noble y populosa ciudad, lo recibió como rey y se sometió a su dominio, después de capturar y poner en cadenas a su propio rey, hermano del rey de Sevilla […] El señor de Valencia, que se llama Aceit, roto ya entonces sin causa el pacto, se había apartado del dominio y amistad de nuestro rey […] conminó al rey de Baeza, como vasallo suyo, a que le entregara las fortificaciones que él quisiera elegir del reino cordobés que recientemente había adquirido, según el pacto escrito y firmado entre ellos […] El rey huyó con unos pocos, pero los cordobeses lo persiguieron y alcanzaron junto al castillo de Almodóvar, donde lo decapitaron. Enviaron su cabeza al rey marroquí, enemigo capital suyo que, no muchos días antes, había pasado de Sevilla a las tierras de Marrakech. Cuando le fue entregada la cabeza, el rey marroquí, según muchos afirman, la golpeó con la vara que tenía en la mano, profiriendo palabras injuriosas en su deshonra y en la de toda su parentela. Y como un hermano del rey de Baeza le respondiera ásperamente, el rey marroquí le golpeó con una espada, y así se originó una sedición y muchos, de una y otra parte, perecieron dándose mútuamente la muerte».
El rey de Castilla se había convertido en el señor de los dos personajes más destacados que se enfrentaban en la Península Ibérica al califa almohade y a sus representantes. El poder teórico de intervención que le había sido transferido por sus vasallos — si bien el vasallaje de Abu Zayd nunca llegó a ser efectivo — facilitó numerosas ganancias territoriales y la posibilidad de convertirse en árbitro de la situación de los reinos musulmanes penínsulares
La narración de Juan es esencialmente histórica, claro está. Pero se apoya en los procedimientos de la ficción ejemplar. La tentación de la ficcionalidad llega a su culmen, creo, con el desenlace del episodio. El canciller construye una narración trágica en torno a la muerte desastrada de Aven Mahomet, de la que no ha sido testigo, pero que ha llegado a conocer porque la fama la ha traído hasta él : ista didicimus fama referente. Satisface así el autor de la CRC las expectativas creadas por la intriga : el señor almohade, incluso fiel inseparabiliter, seguía siendo un musulmán y por tanto, estando predestinado a una muerte cruel. Juan de Osma utiliza todas las posibilidades de una puesta en escena espectacular para contar el fin de Aven Mahomet : éste es decapitado, su cabeza presentada al califa que la golpea con una espada, lo que provoca una revuelta y la muerte de muchos almohades. Juan actúa aquí con maestría : logra organizar los elementos de un relato basado en hechos reales, para destacar la figura del único héroe posible, Fernando III, y concluir la necesaria eliminación de los protagonistas musulmanes.
Este pasaje tuvo que cautivar a los lectores u oyentes de la CRC : creo razonable sugerir que la enunciación reiterada de la infidelidad de Abu Zayd y de la fidelidad de Aven Mahomet pretendía que el público comprendiera cabalmente los hechos y su significación política. Con estos relatos de vasallaje, Juan bien pudo incitar a los nobles a respetar las obligaciones debidas al soberano, obrando así directamente en favor de su monarca, guiando a sus receptores hacia la necesaria aceptación de la fidelidad al soberano, fidelidad tan poderosa y positiva que incluso podía modificar las acciones de un señor musulmán. La lección destinada a los nobles de la corte esa clara : la fidelidad al rey se ve acompañada de recompensa — sobre todo si se es cristiano35. El canciller aparece así como uno de los defensores (¿ el mejor defensor ?) de los intereses de Fernando III de Castilla y León.
Concluiré pues provisionalmente que el espesor de la prosa histórica de Juan de Osma, prosa que busca la configuración del mundo real y la construcción de estructuras inteligibles, da lugar en la CRC a espacios de recreación estética, a cuentecillos ejemplares, a casi ficciones sentimentales y políticas. El canciller no cotejó fuentes ni manejó abundantes materiales escritos, o al menos no lo hizo de manera constante y visible : su inspiración parece haberse hallado, en lo relativo a los pasajes que hemos comentado aquí, en su experiencia, su memoria, los rumores de la corte, los cuentos conocidos por su público.
Son éstos aledaños de la ficcionalidad, que traducen retazos de un pensamiento monárquico y clerical, el cual estaba poniéndose en pie a fines del XII y principios del XIII. Quizá precisamente esa necesidad de adecuar una ideología fuerte a un texto de naturaleza histórica hizo que Juan diera con la ficcionalización de algunos materiales como clave de su éxito. Los elementos que he desgranado no son sino unos cuantos de los medios desplegados por el canciller a fin de aumentar la fuerza de convicción de su relato, cuyo universo referencial se ve contaminado en ocasiones por el universo ficcional.
No neutralizó el canciller la dimensión subjetiva de los hechos relatados, ni optó por la sobriedad ; nuestro autor eligió el régimen literario para algunos de los lugares de su crónica. La escritura de la CRC es polifónica, se halla escalonada en diversos estratos, que pudieron ofrecer diversas lecturas según el nivel y las ambiciones de sus receptores. La CRC, por fin, asentó su verdad en el cuidado que puso Juan en la elaboración de su relato, un relato del presente, de una monarquía castellana en majestad.
Texto y fuente consultada:

jueves, 19 de julio de 2018

FRAY TOMAS DE JESUS




D’Ávila nos dejó una corta autobiografía en 1609, cuando todavía le faltaba lo mejor por hacer: “Yo me llamo fray Tomás de Jesús, natural de Baeza, diócesis de Jaén, tengo 46 años de edad, soy hijo de Baltasar D’Ávila y doña Teresa de Herrera, y pertenezco  a la Orden de Carmelitas Descalzos. He sido teólogo y lector de teolo­gía en el Colegio de Alcalá de Henares. He sido Provincial de la Provincia de Castilla la Vieja. He sido definidor general, y también Prior dos veces en Zaragoza y en el desierto de San José”[3].
De su padre recibe el apellido D’Ávila. Por eso es nombrado entre sus contemporáneos como Diego D’Ávila y Herrera, nacido en el año 1563, según propio testimonio. Cuentan sus biógrafos que su madre fue una mujer de gran virtud y extraordinaria hermosura; y Diego mismo, de porte menudo y nervioso, según relatan sus contemporáneos, era de rostro agradable, aunque su complexión natural era delicada; incluso su salud se resintió varias veces. Fue el tercero de cinco hermanos: Martín, Francisco, Diego, Rodrigo y Alonso.
Era entonces Baeza un pueblo fabril e imaginativo, con un censo de 19.000 habitantes, superior al actual. Ya se habían establecido en ella las principales comunidades de religiosos, como dominicos, mercedarios, carmelitas, franciscanos, trinitarios y jesuitas, y también varios monasterios femeninos, como clarisas, carmelitas descalzas y dominicas.
Por las mañanas, en cualquier día de labor, algunas calles de Baeza eran invadidas por rebaños conducidos a los pastos. Las gentes acudían bulliciosas a sus oficios, que eran múltiples, como carpintería, albañilería, herrería y tejedu­ría, congregados en gremios. Sobre todo eran boyantes las industrias de tintore­ría, sedería y cintería. Sus curtidos eran apreciados en toda España. Se cotizaban a alto precio sus tejidos de buenas lanas; se labraban infinitos paños, finos y bastos, de todos los colores y suertes. En la industria del tejido, sólo Ávila y Segovia aventajaban a Baeza, por el precio que señalaban a los géneros.
Entonces, como hoy, se podrían contemplar y visitar iglesias románicas y góticas. Era espléndida la Catedral gótica que presidía el núcleo urbano baezano, por el que se exten­dían numerosas casas solariegas y palacios, como el gótico isabelino de Jabalquinto. 
 Los casi siete años que Tomás vive en Batuecas sirvieron para dejar impresa en la comunidad eremítica su viva impronta personal.
Lo cierto es que la vida de Tomás (su dedicación a la contemplación y a la acción misionera) refleja esa enquistada pugna que durante demasiados años estuvo presente en su Orden: Tomás vivió finalmente el verdadero espíritu misionero de Santa Teresa.
Los superiores españoles no supieron nada de este giro espiritual del baezano. En mayo de 1607 es elegido nuevamente Prior de Zaragoza. Pero el P. Tomás tenía ya una idea firme de su vocación misionera; incluso emitió un voto particular –aparte de los ya contraídos de obediencia, castidad y pobreza– de emplearse apostólicamente en la propagación de la fe. De su propia mano dejó escrito el siguiente voto: “Yo, fray Tomás de Jesús, desconfiado de mis méritos y fiado sólo de la divina misericordia, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, mediante la intercesión de la Virgen Santísima y de mi padre San José, San Pedro y San Pablo y nuestra santa madre Teresa de Jesús, teniendo a Nuestro Señor Jesucristo en mis indignas manos, por sólo su amor y su gloria y bien de las almas, hago voto a Dios Nuestro Señor, en presencia suya y de todos sus ángeles, de emplearme toda mi vida en ayudar, por todos los medios posibles y más conformes a la perfección evangélica (entendiendo ser esto más conforme a la voluntad divina y de mis superiores), a la propagación de la santa fe católica y aumento de la santa Iglesia, procurando como único y particular instituto mío la oración y conversión de todos aquéllos que están fuera de la santa Iglesia, conviene a saber: infieles, herejes, cismáticos, así por palabra como con obra, por mí y por otros si pudiere, y esto sin intermisión hasta la muerte. Iten, de procurar desocuparme de todo aquello que a esto no se ordenare, o lo impidiere, para sólo atender a esto. Este emplearme yo, se entiende mediateinmediate, en aquello que fuere de más provecho para las almas”
Tomás ideó un plan de misiones, una Congregación dedicada a la predicación de la fe cristiana entre infieles y herejes, compuesta por Carmeli­tas Descalzos, independiente de la obediencia española y de la italiana
Tomás tuvo la genial idea de una tercera Congregación de Carmelitas Descalzos específica­mente misionera. Expuso este plan a Paulo V, quien lo acogió con entusiasmo y le dio forma en la Bula Onus pastoralis officii (22 de julio de 1608), erigiendo la “Congregación de San Pablo”, la cual comenzaba con catorce religiosos, que se nombran en la Bula junto con el Comisario de dicha Congregación, el Padre Tomás de Jesús.
El 15 de octubre de 1609 Tomás es llamado de nuevo por el Pontífice para realizar, con otros religiosos, una obra misional intraeuropea en Francia, Bélgica y Alemania y fundar allí casas de su Orden. 
La obra De procuranda salutem omnium gentium está distribuida en doce libros y fue considerada como un texto áureo, dedicado a refutar especialmente los errores de las sectas orientales. Una vez fallecido el P. Tomás, el Papa Urbano VIII quiso, en 1632, que esa obra se volviera a publicar, cosa que ocurrió en el año 1652.
Además, el religioso baezano no había luchado en vano, ni fue vencido: andando el tiempo se acabó constituyendo la Sacra Congregatio de Propaganda Fide (creada por la Constitución Inescrutabili divinae del 22 de junio de 1622 por el Papa Gregorio XV), fiel reflejo de lo que el baezano ideó en su Stimulus missionum, incluso con las mismas palabras del subtítulo (de propaganda…fide).
En el año 1614 es nombrado Prior del convento de Bruselas. Funda el 6 de octubre de ese año un monasterio femenino en Tournai (Bélgica). Y al año siguiente, 1615, funda el convento masculino de Douai (Francia) y escribe su Tractatus brevis de Oratione Mentali.
El año 1616 fue también muy productivo, pues funda el convento masculino de Lille (Francia) y un monasterio femenino en Malinas (Bélgica).
En 1617 constituye la nueva Provincia carmelitana Franco-Belga y es elegido Provincial; funda el convento masculino de Lieja (Bélgica); y edita dos obras: Commentaria in cap. Non Dicatis  XII, Q. I, C. Monachi; et cap. “Cum  ad Monasterium”. De Statu Monachorum: In quibus de natura voti Paupertatis, de proprietate abdicanda, de  licentia Superiorum praerequisita, de  vita communi, ac denique de Pauper tate in communi, tam ex antiquorum  Patrum, quam aliorum Doctorum. sententia agitur (Antverpiae, in-fol., XX-168-VIII pgs.). Y Expositio in omnes ferme Regulas  sanctorum Basilii, Augustini, Benedicti, Francisci, et aliorum Ordinum, praecipue in Requlam Primitivam  Carmelitarum  (Antverpiae, in-fol. 330-XVIII pgs.).
En 1618  funda un convento masculino en Amberes (Bélgica) y un monasterio femenino en Valenciennes (Francia). Publica su Práctica de la viva fe de que el justo vive y se sustenta(Barcelona).
Con enorme satisfacción funda en 1619 junto a Namur, y al estilo de las Batuecas, el convento eremítico de Marlagne (Bélgica), con la fábrica claustral, la iglesia, las ermitas y la cerca de la finca. Funda también un monasterio femenino en Malinas (Bélgica).
El año 1620 es dilatado en publicaciones: Methodus examinandi ac discernendi spiritualem animae profectum (Bruselas, in 8°, pp. XVIII-114). De contemplatione divina libri sex, (Antverpiae, en 8º, 541 pgs). Reglas para examinar y discernir el interior aprovechamiento de un alma (Bruselas).
Es incansable su afán misionero. En 1621 funda en Lovaina un Seminario de Misiones para los jóvenes religiosos de su Orden, destinado a la conversión de los herejes.
Y en 1622 funda un convento masculino en Dôle (Francia); un hospicio en Namur para religiosos enfermos; y un monasterio femenino en Gante (Bélgica).
En 1624 Tomás de Jesús es confirmado en el cargo de Definidor General por el Capítulo General de Italia.
En el año 1625 publica Liber De regularium visitatione (Roma, in 8°). Pero avanza su cruel enfermedad, y empieza a no poderse valer de sus miembros.
El año 1626 es el penúltimo de su vida. Ha quedado tullido e invadido de grandes dolores. Aun puede publicar su Instructio spiritualis eorum, qui vitam Eremiticam profitentur (Lovaina, en 8º, 136-X pgs.). Los tres últimos años de su vida los pasó “haciendo oración o escribiendo sobre materias místicas”[49]. Son palabras extraídas de una de sus cartas.
Muere en Roma el 24 de mayo de 1627 (dato cierto del Liber funeralis), rodeado de la veneración y estima universal. Ningún otro, tras la muerte de Santa Teresa, logró fundar en la Orden tantas casas religiosas como Tomás de Jesús, en el corto período que va de 1610 a 1627.  Conventos de religiosos en Bruselas (1610), Lovaina (1611), Colonia (1613), Douai (1615), Lille (1615), Lieja (1618), Amberes (1619), Marlagne (1619), otra vez Lovaina (1621), Namur (1622) y Dôle (1622). Monasterios femeninos en Amberes (1612), Tournai (1614), Malinas (1616), Valenciennes (1618), de nuevo Malinas (1619) y Gante (1622). E inició incluso los trámites para fundar dos conventos en Alemania: uno en Würzburg y otro en Ingolstadt, los cuales se llevaron a cabo después de su muerte.
Podemos contar 24 obras editadas. Algunas de ellas fueron traducidas a diversas lenguas. Tiene asimismo 16 obras inéditas; además de colaboraciones en otros libros.
Su vida fue una tarea asombrosa de contemplación y de acción –propagando la Reforma teresiana y organizando misiones entre los protestantes–. En Flandes fue un consejero inestimable del Archiduque Alberto y también del Nuncio Pontificio.
Y casi al final de su vida pudo comprobar que se hacía realidad el gran ideal de su vida madura: la erección de la Congregación de Propaganda Fide.
En 1635 le fue erigida en Flandes una estatua, que llevaba la siguiente inscripción latina: Virtute luxit – doctrina lucet – fama lucebit / Corpus terra tegit – Spiritus aetra tenet. / Qui quantus qualisque fuerit Juris utriusque / Theologiae scholasticae et Mysticae Doctor / ejus scripta probant.
Francisco Suárez, en sus Comentarios teológicos le llama “varón doctísimo y religiosísimo”.
En todos los modernos tratados de mística aparece su nombre con autoridad.

Texto y fuente consultada:

http://www.leynatural.es/2012/05/21/tomas-de-jesus-semblanza-biografica/

martes, 17 de julio de 2018

Mundo Obrero 1966







Revista la Esfera 1914-1931




Como revista gráfica de información general marcó una época y fue la mejor de su tiempo. En esto coinciden los estudiosos de una publicación paradigma del periodismo gráfico de actualidad y a la vez literario, tal como lo expresan Seoane, Sáiz y Desvois. Gómez Aparicio destaca que “fue desde su aparición –por su variedad y calidad de sus colaboradores, por la audacia de sus estampaciones en color y por la riqueza y multiplicidad de sus grabados- un alarde de buen gusto y de perfección técnica que la equipararon a las mejores publicaciones extranjeras de su clase”. Para Sánchez Vigil –cuya tesis doctoral sobre la documentación fotográfica en España centró su estudio en ella- “fue un catálogo de obras de arte en el que colaboraron los mejores ilustradores del primer tercio del siglo XX, y al mismo tiempo un álbum de piezas literarias firmadas por periodistas y escritores de prestigio”.

Aparece el tres de enero de 1914, como fruto de la política de expansión de Prensa Gráfica, S.A., la empresa editora constituida el año anterior por el periodista Francisco Verdugo Landi (1874-1959) y Mariano Zavala (1865-1944), a la que ya pertenecían Nuevo mundo (1894-1933) y Mundo gráfico (1911-1936), las principales revistas precursoras del periodismo gráfico español que venían compitiendo en este campo con Blanco y negro (1891), del grupo Prensa Española. El primero, que además de dibujante será considerado como audaz innovador en materia de diseño periodístico, será el director a lo largo de toda la vida de la revista, mientras que el segundo, gerente, además de director general de la empresa, una vez que a finales del mismo año de su aparición La Papelera Española, de Nicolás María de Urgoiti, asuma la mayoría de las acciones de la editora, de la que será presidente de su consejo de administración.

Como culminación de sus esfuerzos renovadores, La esfera será la revista lujosamente editada en papel couché por Prensa Gráfica y a la misma vez la más cara del mercado: 50 céntimos, diez veces más que un diario y más del doble que el resto de las revistas de su género, que después aumentará hasta alcanzar la peseta, a la vez que aumentará su paginación. Impresa con un diseño modernista y en el gran formato que caracterizará al magazine, destacan en ella sus reproducciones a color y sus magníficas fotografías a toda plana, además de las ilustraciones que entregaba embuchadas como separata, por lo que la revista pasó a ser pronto pieza de coleccionista.

Dedicó sus páginas a la publicación de artículos y crónicas de actualidad general, teatro, cine, modas, deportes, industria, así como a geografía, viajes, historia, arqueología, arte, literatura, etc., tanto concernientes a España y a sus provincias como a los de otros países, con especial atención a los europeos. Publicó poemas, cuentos y extractos de novelas y de piezas teatrales. Tuvo secciones como “De las mujeres que estudian”, “Página artística”, Páginas de arte contemporáneo”, “Páginas de arte moderno” o “Dobles planas”. Sin embargo, su atención a la ciencia y a la política partidista fue escasa. Aún así, su espíritu es calificado de conservador y llegó a apoyar la dictadura de Primo de Rivera.

Sus principales pilares fueron los periodistas José María Carretero Novillo (1888-1951) y Dionisio Pérez Gutiérrez (1871-1935). El primero con su seudónimo El Caballero Audaz, como autor de la sección “Nuestras visitas”, dedicada a la entrevista a personajes del mundo del arte, la literatura, la música, el teatro, etc., cuyo género encumbró por su extraordinaria calidad informativa y literaria. El segundo, considerado como uno de los mejores articulistas de su generación, con su seudónimo Pedro Reaño de Tirteafuera, como autor de la sección “De la vida que pasa”.

Los colaboradores de la revista integran una larguísima lista. Entre sus periodistas y escritores estuvieron Edmundo Gómez de Baquero, J. Ortega y Munilla, Ramón Pérez de Ayala, Luis Araquistáin, Miguel de Unamuno, Ramiro de Maeztu, Manuel Abril, Joaquín Dicenta (padre e hijo), José Francés (Silvio Lago), etc., etc. Benito Pérez Galdós publico durante 1915 sus quince entregas de “Memorias de un desmemoriado” y José Francos Rodríguez las tituladas “Memorias de un gacetillero”. Carmen de Burgos y Eduardo Zamacois publicaron sus crónicas viajeras al extranjero. Rosalinda fue su cronista de modas.

En sus páginas, publicaron cuentos, entre otros muchos, Antonio de Hoyos y Vinent, Emilia Pardo Bazán, Joaquín Dicenta, Manuel Bueno, Alberto Insúa, Pedro de Répide, Antón de Olmet, Manuel Linares Rivas, Carmen de Burgos, Eduardo Zamacois, Wenceslao Fernández Flores, Joaquín Belda, Andrés González Blanco, Felipe Trigo, Ramón Pérez de Ayala, Ramón María del Valle Inclán, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel Miro, Concha Espina… Y Francisco Villaspesa, Emilio Carrère, Eduardo Marquina, Salvador Rueda, Rubén Darío, Vicente Medina, Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, entre otros muchos, publicaron poemas.

Las ilustraciones artísticas que acompañan a los textos son numerosísimas, múltiples y variadas, como las de Dhoy, Bartolozzi, Tito, Cerezo, Vallejo, Juan Vita, J. Morales, Echea, Néstor, Alcalá del Olmo, Apeles Mestres, Mariano Benlliure, Brando, Medina Vera, Julio Romero de Torres o Rafael Penagos, entre otros muchos.

El periodismo de actualidad estuvo representado por fotógrafos como José Demaría López (1874-1936), que firmaba como José López Campúa y José L. Campúa y llegó a ser su responsable gráfico, así como Eduardo Vilaseca y Marín, Bonilla, Alonso, Antonio Prats y Salazar, o el hijo del primero citado, José Demaría López (1900-1975), que firma como José Campúa, así como una extensa nómina de fotógrafos en provincias.

La colección de la Biblioteca Nacional de España acaba en el número 889, que corresponde al 17 de enero de 1931, integrada también por los números extraordinarios que editó una publicación, cuya importancia y calidad había empezado a ser reemplazada en el periodismo gráfico, en 1928, por la revista La estampa, de Luis González Linares, y que continuará el diario Ahora (1931),  tras sucumbir este año por los avatares económicos de su nueva  empresa editora: Publicitas (1925).

domingo, 15 de julio de 2018

LOS JUICIOS DE DIOS EN LA CIUDAD DE BAEZA






LOS JUICIOS DE DIOS EN LA CIUDAD DE BAEZA

No puede tratarse de pruebas de delitos sin traer a la memoria aquellas tan usadas, con especialidad en los siglos IX y siguientes, los llamados JUICIOS DE DIOS.

Estas pruebas se hacían con el agua fría, con el agua hirviendo, con el fuego, con el hierro encendido, el combate, la cruz, la eucaristía, etc.
Los llamados juicios de Dios se dieron en toda Europa, abalados por varios Papas y Concilios, así como Reyes y Emperadores.

Un ejemplo de hierro encendido seria este:

Después de ayunar el acusado tres días a pan y agua oía misa y comulgaba, haciendo juramento de estar inocente antes de recibir la sagrada eucaristía. Se le conducía al lugar destinado en la iglesia para hacer la prueba, se le echaba agua bendita y aun bebía de ella. Hecho esto, tomaba el hierro, encendido más o menos conforme a las presunciones y a la gravedad del crimen, y lo levantaba dos o tres veces, o se lo llevaba mas o menos lejos según la sentencia. Después se le metía la mano en un saco que se cerraba muy bien, y sobre le cual el Juez y el contrario ponían sus sellos para quitárselos pasados tres días, y entonces sino se advertía señal de quema, era absuelto el acusado.

Tenemos constancia que en Baeza también se practicaba según se desprende del Fuero de Baeza por estas palabras: 

“Mas antél bendiga el Misacantano, é después de él y el Juez calienten el fierro; é mientra é la quel fierro oviese á tomar, primero confiese muy bien, é después sea escondriñada que non tenga algún fecho escondido, é de si lave las  manos antel todos, é las manos alimpiadas, prenda el fierro; mas antes fagan oración que Dios demuestre la verdad; é después aquel fierro oviere levado, luego cubra el Juez la mano con cera; o sobre la cera póngalo estopa, ó lino, é después atengela con un paño, ó lievela el Juez á su casa, é á cabo de tres días cate la mano, é si fuere quemada, quemeña…”


Fuentes consultadas:

Práctica criminal de España: (1804. XIV, 412 p.)
Escrito por José Marcos Gutiérrez
http://bibliotecadigital.aecid.es


miércoles, 11 de julio de 2018

LOS MITIALES DE ABENCOLVA REY DE BAEZA





En la Historia de Don Rodrigo, se dice que el Rey Moro de Baeza Abencolva,, a tiempo de labrar el Alcázar, halló un rico tesoro de monedas romanas y después halló una mina de plata, con la que labró la moneda llamada “Mitiales o Mitgales”, tanto de plata como de oro, y posteriormente fue utilizada por los cristianos.

De aquel hallazgo tenemos el testimonio del Alcayde Abulcacin Abentarique : “Aviendofe levantado el Alcayde Mahometo Abencothba por Rey de Baeza y todo aquel partido, hablló vn grande teforo en vna Ciudad, llamada Caftulo, que eftaba deftruida, con que fe hizo tan poderofo, que dio que entender á todos los Alcaydes circunvecinos, que avian levantado por Reyes.


Dice que esto sucedió cerca del año 730.




Fuentes Consultadas:

https://books.google.es/books?id=DGwAXlbTbgEC&pg=RA1-PA90&lpg=RA1-PA90&dq=MONEDA+ABENCOLVA&source=bl&ots=UgAXjPYjhS&sig=qNvXS6KShicykRRrP8nFCH1c7wY&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjR0M720JXcAhVC7xQKHX2oCWEQ6AEIKDAA#v=onepage&q=MONEDA%20ABENCOLVA&f=false


https://books.google.es/books?id=Qa5MQNs6uZcC&pg=RA2-PA205&dq=AbenCothba&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiPxrXw3ZXcAhWmJ8AKHRbqDsYQ6AEIKDAA#v=onepage&q=AbenCothba&f=false

UNA BAEZANA ENTERRADA EN LA IGLESIA SAN FRANCISCO DE GUATEMALA








En el Convento de San Francisco, junto al Evangelio, cerca de la tribuna existe una inscripción que se lee con dificultad que dice: “Aquí yace la señora doña Juana de Artiaga, natural de Baeza en los reinos de Castilla, y doce señoras sus compañeras, las cuales todas juntas parecieron, en compañía de la muy ilustre señora doña Beatriz de la Cueva, en el terremoto del volcán, que arruinó la ciudad vieja de Guatemala, en el año 1541. Fueron trasladados sus huesos á esta Santa Iglesia en el año del Señor de 1580”.

Historia de Guatemala. Autor F. A. Guzman

LA JARANDILLA DE BAEZA




LA JARANDILLA DE BAEZA


Mujer vieja, artera, maga y un poco hechicera.
D. Antonio de Guevara escribe unas letras para Juan de Biamonte, veinticuatro de Sevilla.  Hace referencia entre otras cosas, lo que le dijo una hechicera de Baeza cuando visitó esta ciudad:

"Si vos, Sr. Maestro Guevara, queréis que no os empezca ninguna persona, tened aviso, en lugar de Persignun crucis, decir á la primera cosa viva que topáredes de mañana: decir á la primera cosa viva que topáredes de mañana: Con dos que te veo, con cinco te espanto, la sangre te bebo, el corazón te parto." 




Fuentes Consultadas


https://books.google.es/books?id=4bbNz4CR63UC&pg=PA194&dq=baeza+y+grecia&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjKwaqqtJXcAhVC7RQKHRVXCF04HhDoAQhIMAY#v=onepage&q=baeza%20y%20grecia&f=false

martes, 10 de julio de 2018

ROGATO OBISPO DE BAEZA Y LA COSTRUCCION DEL CONVENTO DE SAN ANDRES DE BAILEN




En el año 675 se hallaba con el título de Obispo de Baeza “Rogato”, según se desprende del Concilio que tuvo lugar en Toledo. Consta que siendo obispo Rogato, se edificó el Monasterio de San Andrés de Bailén en el año 691, según una piedra encontrada por Francisco Rus Puerta en su castillo, la cual decía:





“En el nombre del Señor, Locuberafio indigno Abad, fundó efte Monasterio, Edificó aquí dos Coros. Consta grandofe las Iglesias de los Santos de Dios, a catorce de Mayo, en la Era de fetecientos y veinte y nueve en el quarto año de el Reynado del Glorioso Egica nueftro Señor”

Parece ser que era Convento de Monjes y Monjas, pues hizo dos Coros y dos Iglesias (o al menos ha sido interpretado así), Carmelitas, Agustinos y Benitos.
Fue poco venturoso este Monasterio nacido en los últimos años del Reino de los Godos, puesto que tras la invasión musulmana de la península, el Rey de Córdoba Mahomad lo mandó destruir.



Sus piedras fueron utilizadas para la construcción de su castillo, cerca del año 981.

La Iglesia Parroquial de San Andrés (y de Santa Gertrudis), forma parte del patrimonio baileenense ya desaparecido.

En 1634 el primor de Bailen, baezano de origen, Francisco Rus de la Puerta, expone que con posibilidad fuera abandonado aquel monasterio en el 852, durante la persecución de los mozárabes (cristianos en tiempo de moros) y en su mismo sitio mandó construir un castillo en época del algecireño Almanzor (938-1002).

Se desconoce cuál fue la primera denominación o advocación titular de dicho templo, que en el siglo XIII sería dedicada a San Andrés.

En honor del Santo y después de la reconquista de Baeza en 1227, tomó su nombre.

Los árabes la convirtieron en mezquita hasta ser reconquistada definitivamente por los cristianos. Aún existía en 1504 cuando se inauguró la Iglesia de la Encarnación.

Sólo se conserva una Puerta Gótica de dicha Iglesia o Monasterio.

Se sabe que tenía una portada con un arco gótico romano que, al ser declarado monumento de interés nacional fue destruido. En el libro de Eduardo Pérez se da noticia de la inminente declaración en 1971, de Monumento Nacional del templo, pero él mismo notifica que en 1972 fue demolido impunemente.
En el siglo XVIII, como está documentado, fue dedicada a la advocación de Santa Gertrudis.


Fuentes:

https://books.google.es/books?id=tQotyIi5HiIC&pg=PA179&dq=baeza+y+grecia&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwjKwaqqtJXcAhVC7RQKHRVXCF04HhDoAQgnMAA#v=onepage&q=baeza%20y%20grecia&f=false



PEDRO DE LA GARZA Y SU VIAJE A BAEZA




D. Pedro de la Garza, dirigió a la Academia de la Historia tres oficios, dando cuenta del viaje que hizo a las poblaciones de Baeza, Linares y ruinas de Cástulo, copia inscripciones, dibuja monumentos y panos, etc.

En lo relativo a Baeza dijo:

En lo que fue el alcázar se ha descubierto un pequeño recinto tapiado, y en él un esqueleto humano, medio fósil, con dos vasijas de barro barnizadas de negro.  El esqueleto estaba encogido y como en cuclillas. Nuestro correspondiente cree que esta postura es efecto de haber padecido tormento aquel humano sér, y que las vasijas tanto se han de estimar ungúentarias como perfumadoras.

Un reconocimiento médico pudo haber puesto en claro si son fundadas las sospechas de nuestro corresponsal; y teniendo delante la Academia algunos de esos vasos, podría indagarse la antigüedad de aquel depósito.

No solamente los Incas enterraban sus cadáveres colocados de aquella manera, sino que en descubrimientos españoles, sobre todo en cuevas sepulcrales, se ha observado la misma disposición; ni fue exclusivo de la Edad Media emparedar por venganza ó castigo á las personas.
Las noticias que de Baeza da el Sr. Garza son, como todas antedichas, de mucha curiosidad é interés, y merece que la Academia se muestre reconocida. La Corporación resolverá.

Madrid, 4 de Febrero de 1876
Aureliano Fernández Guerra.







Fuentes consultadas:

http://www.cervantesvirtual.com/partes/566898/expediente-sobre-la-solicitud-de-copia-de-informe-del-anticuario-acerca-de-varias-memorias-de-un-viaje-a-castulo-linares-y-baeza-remitidas-por-el-coronel-pedro-de-la-garza-del-bono

lunes, 9 de julio de 2018

LA HAZAÑA EN AMBERES DE JUAN DE NAVARRETE




Salen de la ciudadela de Amberes el 4 de noviembre de 1576 y acometen a los cerca de 20.000 rebeldes que los cercaban. Pasaron los amotinados con la demás de infantería el puente del castillo, y en la contraescarpa de él hicieron oración todos para asaltar, y a fin de ella, guiándoles un soldado llamado Juan de Navarrete, natural de Baeza, a quien habían hecho su alférez, el cual llevaba un estandarte y en él pintado un crucifijo de una parte, y Nuestra Señora de la otra, arremetieron los amotinados con sus capitanes por la calle de San Miguel, y Julián Romero con su gente, por la de San Jorge.

(Grabado de la época. Franz Hogemberg. Biblioteca Nacional de Madrid)

domingo, 8 de julio de 2018

FRAY ESTEBAN DE MUNUERA

FRAY ESTEBAN DE MUNUERA

Hijo del Convento de Nuestra Señora de la Merced de Baeza, religioso docto y ejemplar. 
Fue confesor de don Francisco de Castro, Conde de Lemos, siendo embajador en Roma, y Vicario General e incluso Obispo de Sicilia donde falleció en 1633.

jueves, 5 de julio de 2018

Pedro de Flores





Pedro de Flores (finales del XV-1540)

Finales del XV-1540, natural de Baeza. Jurista y humanista. Fue obispo en Gaeta (Italia), en donde murió en 1540.

El 16 de Noviembre de 1504 se trasladó a Bailén, a la Iglesia Parroquial de San Andrés, situada ésta dentro de su fortaleza, así nos lo relata en la obra "Catálogo de los Obispos de las diócesis de Jaén y Baeza" :


“ En el Año de 1504 a 16 de Noviembre confta, que ya le avia trasladado en Bailen la Iglefia Paroquial de San Andrés, que efta dentro de su Fortaleza, a otro nuevo Templo de grande, y funtuofo edificio, que fe edificó en la Villa con Título de la Encarnación, porque en efte dia fe juntaron en ella a campana tañida Rodrigo de Narváez, Alcayde, y Alcaide Maior, los Alcaldes, Regidores y Vezinos, a otorgar Poder para el Compromiffo que hizieron en el Rey Católico Don Fernando, como Juez Arbitro en los Pleitos, que reinan con Baeça. El qual a diez de Enero del Año 1505, pronunció la Sentencia, que llaman Arbitraria, en virtud de la qual la Villa de Bailén paga cada Año a la Ciudad de Baeça vn Tributo de Dos Mil Fanegas de Trigo, pueftas en el Granero de el Pofito della a cofta de los mismos vecinos de Bailén.



Obras del autor

Oratio de Summo Pontifice eligendo (Roma, 1490)
"Poesías latinas", en Epigrammantum Scholae Christianae
Publicaciones del grupo de investigación
Manchón Gómez, R., "El discurso en latín del obispo Pedro Flores (1480-1540) sobre la elección del pontífice sucesor de Julio II", Estudi General 23-24 (2003-2004), pp. 295-307.

El discurso en latín del obispo Pedro Flores (1480-1540) sobre la elección del pontífice sucesor de Julio II
Raúl Manchón
https://www.raco.cat/index.php/EstudiGral/article/view/43834






Fuentes consultadas:

http://www.humanismogiennense.es/autores/pedro-de-flores

Romancero de Baeza (Romancero General)






Con dos mil ginetes Moros
Reduan corre la tierra,ç
Todos los ganados roba,
Y amenaza las fronteras
De los muros de Jaén
Reconoce las almenas,
Y entre Vbeda, y Andúdar
Paffa como vna faeta,
Y las campanas de Baeça
Al arma tocan a prieffa.

Con tanto filencio paffan,
Que parecen que concuerdan
Con lo mudo de las trompas
Los relinchos de las yeguas:
Pero al fin las atalayas,
Que eftauan a trecho pueftas
Con los hachos encendidos
Vnos a otros hazen feñas.
Fauoreceles la noche
Con fus confufas tinieblas,
Pero fon tantos los fuegos
Que por todas partes dexan
En las malogradas mieffes,
Y en las humildes choçuelas,
Que firuen las luminarias
De tan laftimofas fieftas.
Y las campanas,
Al no penfado rebato
Fe leuantan, y fe apreftan:
Caualleros con fus balleftas,
Los hidalgos de Jaén,
De Andújar la gente buena,
Y de Vbeda los nobles
Todos hazen de fi mueftra.
Y las campanas,
Abre el Sol las del Oriente,
Y los Chriftianos fus puertas,
Vienen a juntarfe todos
Poco mas de media legua,
Y pueftos en fon confufo
El eco y ayre refuenan,
Armas pifaros, y caxas,
Relinchos, bozes, trompetas:
Y las campanas de Baeça
Alarma tocan a prieffa.









Al Bayyasi el último emir árabe que tuvo Andújar

al-Bayyasi ayudó a Fernando III a tomar algunas localidades giennenses como Montejícar, Pegalajar o Mengibar. Pero antes de abandona...