La religión cristiana había calado tanto en la sociedad baezana que los lugareños rezaban para que su ejército ganase las diferentes batallas a las que se enfrentaba. De este modo, Marco Aurelio ganó contra los Sarmatas, Quedos y Marcomanos. Es por ello, que a la legión baezana se la llamó “La Fulminatrix” (La Fulminadora).
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