Nació en Baeza en 1570 y falleció
en la misma ciudad en 1642, siendo enterrado el día 18 de mayo en la Iglesia de
El Salvador.
Iglesia del Salvador |
De origen judeoconverso, se
casó en la Catedral de Córdoba en 1592 con Mariana de la Cruz Calderón de
Córdoba.
El apellido Bonilla de origen
Castellano, tiene sus orígenes en Baeza donde pasó a Córdoba en el siglo XVI
donde usaron las formas de Bonilla y Jiménez de Bonilla. Se documentan en
Cabra, en los siglos XVII y XVIII, como Bonilla o Jiménez de Bonilla. Hubo
hidalgos en Fernán Núñez, llamados García de Bonilla o Bonilla, pasados a
Córdoba a finales del siglo XVI. Juan Jiménez de Bonilla fue fundador de la
Capilla de Nuestra Señora del Rosario de la Catedral de Córdoba en 1612.
Tuvo 4 hijos (Andrés, Juan,
María y Mariana), siendo Andrés nacido en Córdoba en 1621 prior de Linares,
Úbeda y Andújar.
Alfonso de Bonilla y Garzón, gozó
de una posición bastante acomodada, ya que a su oficio de platero se unían el
comercio de lanas y vinos. Demostrada su relación con la Universidad de Baeza,
se desconoce si pasó por las aulas o no.
El profesor Chicharro lo
presenta como un claro ejemplo de evolución del Manierismo al Barroco,
utilizando con más profusión los metros italianos, marcando una línea que
explotarían los grandes genios del Barroco.
Muere en su ciudad y al poco
de morir su hijo Andrés publica en Baeza la obra póstuma de su padre: “Nombre y
atributos de la impecable y siempre Virgen María” cuya obra es la considerada como de mas valor.
Publico “Peregrinos
pensamientos de misterios divinos en varios versos y glosas dificultosas”,
“Glosas a la Inmaculada y pura Concepción de la Virgen María”, “Madre de Dios y
Señora Nuestra”, “Nuevo jardín de flores divinas”, con elogiosa aprobación de
Lope de Vega; “Letras y romances nuevos al Santísimo Sacramento”, etc...
Pertenecía como cofrade al
desaparecido Monasterio de la Santísima Trinidad de Baeza, cuya firma aparece
en actas de cabildos celebrada en 1628 donde se dice que dicha cofradía se fundó
en 1603.
La vida de Alonso de Bonilla y
Garzón (Baeza, 1569-1642) es poco conocida, pero tal fue su fama entre los
poetas de su época, que el mismísimo Lope de Vega le llamó “La maravilla octava
del Parnaso”, elogiando su labor poética en “La Filomena”, “El Laurel de Apolo”
y en las “Aprobaciones”.
Alonso de Bonilla era conocido en Baeza como poeta y
sobre todo como platero orfebre barroco. Está documentado que en 1611 cobró a
la Iglesia cierta cantidad de dinero por la confección de un relicario que no
ha llegado a nuestros días.
Igualmente se tiene constancia
de su devoción por la Pasión de Cristo, ya que perteneció a las hermandades
baezanas del Cristo de la Sangre (en la que actuó como fiscal durante algún
tiempo) y del Santo Cristo de la Yedra.
A LA EXPIRACION DE CRISTO
Viéndose Cristo en una cruz
clavado,
y viendo ya de esperanza el
día,
se puso a contemplar, si
alguno había
Por quien a padecer está
obligado.
Miró en Adán original pecado,
en la Gentilidad idolatría,
en Israel infamia y tiranía
y en vicios todo el orbe
sepultado.
Viendo, pues que en la tierra,
ni el abismo
Nadie a la redención tenía
derecho,
No acertaba a morir, estaba en
calma,
Pero acordando de miradas él
mismo,
Inclinó la cabeza sobre el
pecho
Y viéndose así mismo rindió el
alma.
Fuentes:
Wikipedia
Guía de Recursos Turísticos
para Jóvenes
HERÁLDICA Y GENEALOGÍA DE
CABRA DE CÓRDOBA, DOÑA MENCÍA Y ..., Volumen 1
Antonio Chicharro. Baeza
Literaria
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