lunes, 9 de mayo de 2016

TEODIFCLO OBISPO DE BAEZA Y LA VIRGEN DEL ALCAZAR



La primera noticia que hallamos del Santo Teodifclo, Obispo de Baeza nos la da el Concilio décimo sexto Toledano, que se celebró en la Iglesia Preoriente de San Pedro y San Pablo de Toledo, a 2 de mayo del 693, siendo rey de España Flavio Egica (Rey Visogodo 610-702).







Junto a Sifebado ayudó a recopilar las leyes de los Godos.

Este obispo nos habla de las contiendas existentes entre los Godos y los pueblos Arabes y de un echo histórico relativo a la ciudad de Baeza y a su venerada Virgen del Alcázar.

En plena guerra civil entre Rodrigo y Agila II (sucedor de Witiza), comenzaría la Invasión musulmana de la Península Ibérica. El general Tarik, con ayuda de los partidarios visigodos de Agila II, quien recibió a los bereberes, entabló batalla contra Rodrigo en las inmediaciones del río Guadalete, cerca de Seritium, entre el 19 y el 26 de julio de 711, conocida como la batalla del Guadalete. La derrota del rey visigodo supuso el comienzo de la invasión musulmana de la Península Ibérica.


El rey Don Rodrigo arengando a sus tropas en la batalla de Guadalete (Museo del Prado).






Según nos relatan, un aluvión de gente bárbara, Mahometanos de profesión, vinieron a la ayuda de Tarik, hombre venerado en la milicia.  



Tariq ben Ziyad





Tras luchar en los campos de Jerez y ser vencidos los visigodos, penetraron furiosos los musulmanes tierra adentro. 








En medio de dicha contienda bélica y siendo conscientes del avance musulman, Teodifclo y Sifebado escondieron la imagen de nuestra Señora del Alcázar, nuestra Señora del Rosal, nuestra Señora de la Peña y  prendas inestimables de Baeza. También a nuestra Señora de la Cabeza como nos relata con posterioridad.



Virgen del Alcazar de Baeza




Tras ocultar dichas reliquias, Teodifclo Obispo de Baeza, Sifebado de Martos, Floro de Mentesa, Centauro de Iliberi, Basilio de Baza, Arcelindo de Cabra, Arcadio de Écija, Zaqueo de Córdoba, Honorio de Málaga, Faustino de Sevilla y otros de otras partes, se dirigieron al Jándula, donde acamparon en un templo romano muy antiguo dedicado al Salvador.



Rio Jándula (Andújar)



Según nos relata, en dicho lugar de retiro espiritual se produjeron prodigios y milagros. Uno fue que estando en un lugar carente de agua, brotó una fuente para asombro de los Santos.

Siguiendo la cronología de los echos, nos narran que un buen número de bárbaros subieron la montaña donde se escondían los Obispos, poniendo así cerco al Templo donde se hallaban. 

Estando los Santos ofreciendo el Sacrificio de la Misa y en sus vidas en defensa de la Fe, tras ser descubiertos, los obispos ocultaron en un pozo la hostia consagrada, la cual rescataron los pocos supervivientes que quedaron.

Nos relatan que los musulmanes arremetieron "como lobos carniceros al rebaño e hieren sin distinción". Los Santos reciben golpes mientras se hallaban incados de rodillas rezando a Jesucristo.

Todos fueron pasados a cuchillo, entre ellos el Obispo Teodifclo y Sifebado.

Los cristianos de la comarca dieron después sepultura a los cuerpos de los Mártires, sacándolos de la fosa donde se hallaban y colocándoles con posterioridad en un lugar decente. (el cual desconocemos hasta el momento).

Sucedió este martirio en el año 715 y fue el segundo del Imperio de los Arabes en España,  teniendo Constantino la silla de San Pedro. Los Santos Teodifclo y Sifebado fueron obispos 22 años.




Fuente:


Santos y santuarios del Obispado de Iaen y Baeza

2 comentarios:

  1. Muy interesante, me pregunto cómo se llamaría entonces la Virgen del Alcázar. Si lo sabe, por favor, publíquelo. Gracias.

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  2. Según las publicaciones de la época que narran estos hechos, la llamaban la Virgen del Alcázar, tal y como la conocemos hoy en dia.

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