La Capilla Dorada es quizás la
más importante y bella de todas las de la Catedral de Baeza. Fue fundada en
1598 por el Deán de la Catedral de Lima, Pedro Muñiz de Molina, junto con su
padre Cristóbal Molina y su primo Gonzalo de Molina. Después pasó por herencia
a Francisco de Cabrera Godoy.
Pedro Muñiz de Molina nació en Baeza en 1545 y murio en Lima (Perú) en 1616. Fue un clérigo y maestro español en el Perú. Hijo de Cristóbal de Molina y Luisa de Molina.
Pasó al Perú en 1568, en compañía de sus padres, con el título de maestro. Arcediano en el Cabildo Diocesano del Cuzco en 1581, participó en el III Concilio Limense de 1583.
Por disposición del virrey Conde de Villadompardo, en abril de 1588, se desempeñó como juez visitador de las escuelas y estudio general de la Universidad. Llegó a ejercer el rectorado en tres oportunidades (1588, 1598 y 1614). Durante su gestión exigió regularidad en la asistencia a clases, tanto a los profesores como a los estudiantes; además se opuso a la graduación de quienes no se habían matriculado, a fin de cortar las pretensiones de los alumnos de los colegios de las órdenes religiosas.
Incorporado al Cabildo Metropolitano como deán (1594), fue calificador y juez ordinario de la Inquisición, provisor y vicario general del arzobispado.
Murió el 28 de septiembre de 1616, dejando su biblioteca a la Universidad.
Pedro Muñiz de Molina nació en Baeza en 1545 y murio en Lima (Perú) en 1616. Fue un clérigo y maestro español en el Perú. Hijo de Cristóbal de Molina y Luisa de Molina.
Pasó al Perú en 1568, en compañía de sus padres, con el título de maestro. Arcediano en el Cabildo Diocesano del Cuzco en 1581, participó en el III Concilio Limense de 1583.
Gravado de la Universidad de San Marcos S. XVIII |
Establecido en Lima, asumió la cátedra de Prima de Sagrada Escritura en la Universidad de San Marcos (1584), la cual había quedado vacante por el nombramiento del dominico Bartolomé de Ledesma como obispo de Oaxaca
Virrey Conde de Villadompardo |
Por disposición del virrey Conde de Villadompardo, en abril de 1588, se desempeñó como juez visitador de las escuelas y estudio general de la Universidad. Llegó a ejercer el rectorado en tres oportunidades (1588, 1598 y 1614). Durante su gestión exigió regularidad en la asistencia a clases, tanto a los profesores como a los estudiantes; además se opuso a la graduación de quienes no se habían matriculado, a fin de cortar las pretensiones de los alumnos de los colegios de las órdenes religiosas.
Incorporado al Cabildo Metropolitano como deán (1594), fue calificador y juez ordinario de la Inquisición, provisor y vicario general del arzobispado.
Murió el 28 de septiembre de 1616, dejando su biblioteca a la Universidad.
Su portada es un arco de medio
punto moldurado con ménsula en la clave, enmarcada por pilastras corintias, con
fuste decorado con ondas entrelazada sobre pedestales igualmente decorados con
figuras alegóricas.
En las en juntas se disponen dos figuras femeninas.
Sobre el entablamento con friso corrido se dispone un gran relieve de la Asunción, coronado por un frontón curvo partido y flanqueado por las figuras de Daniel e Isaías con los escudos de Cabrera y Muñiz Molina.
El escudo de los Cabrera-Godoy decora la verja protobarroca, realizada hacia 1621, que cierra la capilla.
Encontramos también capillas hornacinas destinadas a sepulcros, dotadas de
una rica decoración escultórica donde sobresalen los relieves de la Adoración
de los Pastores y la Epifanía o Adoración de los Reyes, con ricos simbolismos
en su intradós.
La puerta de la sacristía de la capilla, abierta en el muro de la Epístola, próxima al retablo, queda enmarcada por molduras y decoración floral. Sobre ésta, a modo de copete, hallamos el escudo de los Godoy, acompañado por figuras alegóricas y jarrones.
El retablo, realizado en 1621 por Sebastián de Solís, de gran empaque clasista, se articula en sólo dos cuerpos sobre blanco, divididos éstos en tres calles por sendas columnas corintias de orden colosal. Conserva toda su decoración escultórica, el relieve de la Natividad de la calle central del banco, las dos figuras del Antiguo Testamento recostadas en las calles laterales del banco y la figura de Dios Padre en la Gloria que remata el retablo, acompañado por el Espíritu Santo rodeado de ángeles, a excepción de las dos figuras principales de la gran calle central que representaban la Anunciación de la Virgen y San Gabriel, si bien se conserva de la escena el jarrón con las azucenas, símbolo de la pureza virginal de María.
Existen cuatro lindos huecos, uno de los cuales es un nicho con un sarcófago y una fecha en la clave de un arco interior: 1599. Se cubre la capilla con dos bóvedas, una con medio cañón de casetones y la otra cupuliforme. El retablo se hizo «siendo patrón D. Laurencio de Cabrera y Godoi, beinte y quatro de las ciudades de Córdoba i Baeza». En dos cartelas en los frisos laterales dice: acabóse año de 1621, repitiéndose la fecha en otra cartela encima de la mesa del altar.
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