miércoles, 29 de marzo de 2017

MONEDA CARTAGINENSE HALLADA EN BAEZA





En el siglo I, Baeza fue adscrita al Conventus Cartagiensis de la Provincia Tarraconense, dependiendo administrativamente de Cartago Nova y económicamente de Cástulo.

Esta moneda fue encontrada en la calle San Vicente y data del 237 a.c. al 227 a.c. por lo que corrabora lo dicho anteriormente.

Actualmente se encuentra en el Museo de Jaén.

En el anverso aparece gráfila de puntos enmarcando un retrato masculino de perfil, hacia la izquierda, de cuidada ejecución.

El rostro y el cabello rizado tienen un tratamiento bastante realista. Aparece barbado y con una corona de laurel ciñendo la cabeza. Incluso se apuntan las pupilas. Se perfila también la oreja y el cuello en el que sobresale la línea muscular del esternocleidomastoideo. Cruza esta cabeza por la parte posterior y en sentido oblicuo una clava. Es una imagen de gran fuerza.



En el reverso aparece la figura de un elefante con un guía que lo aguijonea con un látigo o stimulus, también con gráfila de puntos alrededor.

Esta moneda forma parte de las emisiones monetales llevadas a cabo por los cartagineses en Hispania a finales del siglo III a. C., realizadas siguiendo patrones fenicios para el pago de sus tropas. Se trata de ejemplares en oro, plata y cobre de cuidada factura.

Las monedas hispano-cartaginesas cumplieron un importante papel propagandístico, ya que con ellas se extendieron muchos de los símbolos de poder de Cartago. 




El perfil masculino del anverso, de clara inspiración helénica, con un cuidado tratamiento de cabellos que crea un hermoso microclaroscuro en la pieza, se ha interpretado tradicionalmente como la figura del dios fenicio-púnico Melqart, el Heracles griego, cuyo atributo iconográfico es la clava. También se ha interpretado como un posible retrato de alguno de los jefes militares de la familia Barca. Esto último vendría a ser ratificado por ser Melqart el dios protector de la familia Barca. Pero lo más probable es que se trate de ambas opciones, de un retrato divinizado de Amílcar, que fallece en el 227 a. C. El culto al dios Melqart estaba, por otra parte, muy arraigado en Iberia ya antes de la llegada de los cartagineses. La presencia del elefante en su reverso, símbolo de la hegemonía terrestre de Cartago, completaría el valor propagandístico de esta imagen. Además, se trataría de una moneda con un alto valor adquisitivo, ya que es un duplo (dishekel) del valor de la unidad de la plata (shekel).


Fuente: Museo Arqueológico Nacional
Fotografía: Miguel Angel Blanco de la Rubia


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