AÑO 1881 EXMO SR D. ANTONIO DE ACUÑA SOLIS
|
Junto a las ruinas del
convento de San Francisco, el 28 de abril de 1896, según las Actas del Cabildo
del A.H.M.B. de ese mismo año, Antonio Acuña y Solís es concesionario por 40
años para la construcción de una plaza de abastos: Mercado de San Francisco,
para la venta de productos de primera necesidad, proyecto del arquitecto D.
Gabriel Abreu.
Ocupa parte de las ruinas del convento, así como parte del
hospital de la Iglesia Inmaculada Concepción, tratándose de una calle de
setenta y tres metros por nueve con cincuenta metros de ancha donde se
construyeron cuatro grupos de casetas.
En julio de 1896 el Ingeniero Carlos de
Santa María, aprueba el terreno donde se ubicará el edificio que se corresponde
con la situación del mercado actual.
En julio de 1936 la propiedad del mismo
pasa a ser del ayuntamiento tras pasar los 40 años que se habían estipulado con el constructor.
En 1943 se realiza proyecto
del actual mercado sobre el solar del primitivo que se encontraba en unas
condiciones deplorables según el texto de la memoria del proyecto y en 1945 se realiza una de las reformas más importantes: el traslado de unos restos del extinguido Convento de la Victoria y se reutilizarán para la entrada de dicho mercado.
Se configura
de planta sensiblemente rectangular con puestos perimetrales y otros en isletas
interiores, todos con voladizo, según esquema de mercado mixto ya que destacan
que en los mercados totalmente cubiertos son insoportables sus olores en los
veranos de esta región.
Son numerosos los proyectos de reformado que se suceden
a lo largo de toda su historia como por ejemplo el del 29 de enero de 1947 en
el que se pide crédito para la instalación de cámaras frigoríficas y fábrica de
hielo del nuevo mercado de abastos, anexo al primitivo, de los arquitectos Juan
Piqueras y F.de P. López Rivera20 que se encontraba en ese momento en fase de
terminación de obras y cuyo proyecto fue aprobado el 29 de noviembre de 1943. Y
el 30 de abril de 1957 relevan a los arquitectos por otro Arquitecto Director:
Ambrosio del Valle Saenz debido a que no atienden a la confección de presupuesto
de obras de reparación de mercado. O el proyecto de Ernesto Hontoria en 1979 en
el que cubre los pasillos.
En los mercados de abastos es habitual que las obras
se sucedan una vez tras otra,transformándolos hasta
perder su carácter, o como en el caso de este mercado, a pesar de proyectarse
originalmente ciento treinta y siete puestos, se ejecutará una ampliación con
una segunda planta en los años ochenta.
Proyecto de reforma del Mercado de Abastos. AHMB,
expedientes 1943-44
|
En el proyecto original de este
mercado, en la memoria de presupuesto en referencia a las fachadas, hacen
mención a chapados de sillería e impostas, pero no a la arquería.
He de
comentar y destacar a una posible realidad ante este hecho: Antonio Acuña y
Solís, propietario y fundador del mercado original, también lo era de la plaza
de toros y del antiguo teatro Liceo que se encontraba anexo al convento de San
Francisco. Según Anales del Obispado de Jaén y Baeza, folio 457, Antonio Acuña
poseía parte del material del precioso patio del antiguo Convento La Victoria
enajenado en 1836.
El convento, fundado en 1551, construyó el patio entre 1627
y 1636, y tanto su material tanto como el de la torre fue destinado a su dueño
para la plaza de toros (CÓZAR, 2006).
Y así fue, la plaza de toros construida
en 1892, utilizó para su construcción materiales de los demolidos conventos de la
Victoria y de San Francisco
Además, se le reservó
a Antonio Acuña, del convento de la Victoria cuatro arcos y cuatro ventanas del
antiguo claustro según la instancia de venta de 13 de abril de 1945 firmada por
Francisco Rus Ruiz. Se sospecha que la fachada del mercado pudiera contener
estas piezas del antiguo claustro, ya que se trata de una obra de sillería con
cuatro ventanas, pero cinco arcos a modo de loggia, lo que pudiera dejar la
duda de su autenticidad aunque de las columnas adyacentes al paramento se puede
observar cómo sus basas están seccionadas por la mitad, pudiendo haberse
cortado para aprovecharlas según el diseño del alzado.
Esta práctica de
reaprovechar sillería de otros edificios era habitual en Baeza en una época en
la que el patrimonio histórico prácticamente no tenía valor.
La preocupación y
la valoración del arte era relativamente reciente y esta compraventa y
reutilización de las construcciones era una práctica común por estos años.
Además, la tipología constructiva y la imagen de este alzado más que pertenecer
a lo ejecutado en los años cuarenta en España, parece corresponder a los
claustros del siglo XVII.
El edificio, como se ha mencionado antes, ocupa parte
de una manzana adosado en uno de sus lados a la antigua Iglesia Inmaculada
Concepción, resultando una planta sensiblemente rectangular, con tres entradas:
la principal a la Calle San Francisco a la que se accede con escalinata
y
dos entradas secundarias: una a Calle Compás de San Francisco, a la que se
accede mediante una portada con arco de medio punto de sillería con dovelas
radiales sobre jambas
y la trasera a Calle Don José Jurado de la Parra donde
se realiza la carga y descarga.
En el interior de su
planta rectangular, y paralelo a la misma, se disponen puestos de forma
perimetral.
Existían cuatro isletas interiores, y una zona de doble planta, sin
uso en la actualidad a la que se accede a través de una escalera de doble
tramo.
En los materiales interiores se veía el mercado original, con el uso
masivo del baldosín catalán, del azulejo blanco y la baldosa hidráulica.
Es
interesante que en los puestos perimetrales se utiliza el sistema de tienda
como podría ser la del mercado de Trajano según arco plano, puerta y mostrador.
Encontramos como dato significativo que en los año 60 el mercado estaba abierto al público los domingos, pues así consta la solicitud que se le remitió al Ayuntamiento alegando ser cuando más venta se produce.
Como curiosidad diremos que los precios de las carnes en 1964 eran:
Cordero a 72 pesetas
Oveja y Cabra a 55 pesetas
Cerdo a 100 pesetas
Pollo a 65 pesetas
Ternera a 100 pesetas
Choto a 68 pesetas
En 1969 había 42 puestos cerrados en su estructura, distribuidos 6 para la venta de carne, 13 para pescado, 6 para pollos, huevos y derivados, 2 para venta de bebidas, 2 para venta de buñuelos, 3 para fruta, 1 de comestibles y 1 de venta de pan.
En el porche de acceso existían 2 puestos, uno para la venta de ultramarinos y otro de bebidas, así como 4 puestos cerrados: 2 para la venta de carne, uno de aceite y otro de fruta.
Al desarroyo del Mercado ayudará mucho la construcción del nuevo Matadero.
Durante algún tiempo, existió la venta ambulante en la ciudad, lo que perjudicó a los diveros establecimientos existentes en el Mercado a lo que sumaremos después con la apertura de grandes cadenas de supermercados.
Fuentes:
Arquitectura Industrial:
Mercados de Abastos. Autora: Sheila Palomares Alarcón (arquitecta y doctorada
en la Universidad de Jaén)
Baeza de 1950 a 1970. Autores Josefa Ines Montoro y Fernando Viedma Puche
No hay comentarios:
Publicar un comentario