Es del siglo XVI.
Se abre en arco de medio punto con
trasdós moldurado y un ángel en la clave.
En las enjutas descansan dos figuras
bíblicas, relieves de los evangelistas Juan y Mateo, que muestran cartelas con
sus atributos.
Sobre la cornisa, y flanqueado por
pequeñas columnas con fuste estriado y capitel corintio, descansa un airoso
relieve del Apóstol Santiago “Matamoros” ( a caballo, armado y victorioso sobre
los sarracenos)
A los lados se inscriben, con yelmos de vistosos penachos,
dos escudos.
El primero cruz de veros sobre un
león (de los Navarrete-Argote) y el segundo cuartelado.
El retablo es de tipo manierista; lo
concluyó Juan Esteban en 1666, aunque muy probablemente no lo proyectara (la
fecha de conclusión es muy tardía para el manierismo de la traza).
Debajo, tres tablas con imágenes:
San Vicente Ferrer (desaparecida, ocupada por el detalle de un lienzo de una
Santa Cena), San José con el Niño y San Jerónimo, esta última la mas
apreciable.
En el plano central, enmarcado por
delgadas columnas corintias y rodeado de una gruesa moldura, destaca un bello
lienzo de la Anunciación de la Virgen, firmado por Juan Esteban en 1635.
Sobre el eje de las columnas se
elevan en el ático pirámides agudas que flanquean a distancia un pequeño
espacio cuadrado, con una tabla policromada de la Santísima Trinidad de
pilastras talladas, coronado por un frontoncillo curvo, donde se representa el
Crucificado sostenido por el Padre Eterno.
Esta capilla, se encierra con una
rejilla de balaústres bien construidos, con nudos alternando en altura, según
idea de los hermanos Pérez de Úbeda.
Fuentes:
Baeza, Histórica y Monumental. Autor Juan Cruz Cruz
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