Apiano de Alejandría |
Baeza, ciudad del reino de Jaén en la Andalucía Alta, y cabeza de partido, tuvo diferentes nombres en tiempo de los romanos, cuando pertenecía a la región de los Oretanos (Beatia, Biacia, Bécula, y Apiano de Alejandría la llamaba Beatica).
La obra de Apiano de Alejandría se puede
organizar por lugares geográficos, por contiendas bélicas entre Roma y sus
naciones enemigas, por caudillos militares, destacando a veces la importancia
del personaje sobre los sucesos, o bien podemos ver cómo Apiano introduce
digresiones en cada libro: como la dedicada a Iberia y los sucesos que llevaron
a cabo los romanos en este territorio.
Como hemos mencionado en varias publicaciones anteriores, Baeza contaba on un asentamiento Romano permanente situado junto al Cerro del Alcázar, donde hoy esta situado el chatel de Arredondo y sus inmediaciones, e incluso llegó a tener esta ciudad un templo romano dedicado a Marte, en lo que hoy es la Catedral de Baeza.
Existieron vestigios de su antigua población entre ruinas de varios edificios y lápidas con inscripciones romanas, de las que don Jose Luis de Velazques, marques de Valdeflores , copió las siguientes:
SACRUM
IOVI
C. FLAVIS. C
FALVI. FAVSTI. LIB
CORIDON. OB
HONOREM. VRATVS
D.D.
D.M.S.
M. CLODIO
ANN. XLV
P. IN. SVIS.
H. E. E.
S. T. T. L.
La batalla de Baecula
fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar en el año 208 a. C., durante la
segunda guerra púnica, entre el ejército cartaginés, comandado por Asdrúbal
Barca, y el ejército romano, a las órdenes de Escipión el Africano. La batalla
supuso el primer enfrentamiento a gran escala de Escipión el Africano contra
los cartagineses, después de que hubiese tomado el mando del contingente romano
en la península ibérica.
La batalla, planteada
con la intención de frenar la marcha de Asdrúbal hacia Italia, se saldó con una
victoria romana, si bien el ejército cartaginés pudo finalmente escapar hacia
el norte. Otra de las consecuencias fue que el ejército romano pudo tomar una
posición vital para proseguir la conquista del valle del Guadalquivir.
A comienzos de 208 a.
C., Escipión marchó contra Asdrúbal Barca, cuyo ejército se encontraba pasando
el invierno en la ciudad de Baecula (Baeza), ubicada en la parte alta del río Betis
(hoy Guadalquivir).
Tras conocer el
acercamiento de los romanos, Asdrúbal trasladó su campamento a una posición muy
sólida para su defensa, en lo alto de una meseta escarpada en el sur de
Baecula, protegida por valles en los flancos y el río en el frente y la
retaguardia. Además, la meseta estaba formada por dos escalones, y Asdrúbal
colocó sus tropas ligeras en el inferior y a su campamento principal en la
parte más alta.
Los historiadores no se ponen deacuerdo si dicha batalla de desarrolló en Santo Tomé o en las cercanías de Bailén.
Los historiadores no se ponen deacuerdo si dicha batalla de desarrolló en Santo Tomé o en las cercanías de Bailén.
Tras su llegada,
Escipión primero dudó sobre cómo atacar una posición tan fuerte, pero a
sabiendas de que los otros dos ejércitos cartagineses podían aprovecharse de su
inacción para unir sus fuerzas con Asdrúbal, decidió actuar el tercer día.
Antes de lanzar su
ataque principal, Escipión envió a un destacamento de soldados para que
bloqueasen la entrada al valle, separando los dos ejércitos del que se
encontraba en camino de Baecula, consiguiendo con ello una mayor seguridad para
su fuerza principal a la vez que cortaba cualquier opción de retirada del
ejército cartaginés.
Una vez que finalizó
este despliegue preliminar, las tropas ligeras romanas avanzaron contra su
contrapartida cartaginesa. A pesar del desnivel y de la lluvia de proyectiles,
los romanos no tuvieron demasiadas dificultades para conseguir hacer retroceder
a las tropas ligeras cartaginesas una vez que lograron entablar un combate
cuerpo a cuerpo.
Tras reforzar a su
fuerza principal, Escipión hizo desplegar un ataque en forma de tenaza contra
los flancos del campamento principal cartaginés. Para ello, ordenó a Cayo Lelio
que dirigiese a la mitad de la infantería pesada hacia la derecha de la
posición enemiga, mientras que él mismo dirigía el ataque sobre la izquierda.
Asdrúbal, mientras
tanto, tenía la impresión de que el ataque romano no era más que una pequeña
escaramuza, debido a que Escipión había ocultado a su ejército principal en el
campamento hasta el momento del ataque final. Por ese motivo fracasó en
desplegar adecuadamente a su ejército principal, y se vio envuelto en el ataque
envolvente romano.
A pesar de haber caído
en la trampa, Asdrúbal fue capaz de retirarse del campo de batalla con sus
elefantes, su caravana de suministros y gran parte de sus tropas. Parece que
sus principales pérdidas en la batalla se centraron en gran parte de sus tropas
ligeras y de aliados iberos. Esto se debió en gran parte al hecho de que los
legionarios romanos prefirieron detenerse a saquear el campamento cartaginés en
lugar de perseguir a Asdrúbal.
Tras la batalla,
Asdrúbal dirigió a su mermado ejército a través de los pasos occidentales de
los Pirineos y se adentró en la Galia. Desde ahí se dirigió hacia Italia con
una fuerza compuesta en gran parte por tropas galas, en un intento de unirse a
su hermano Aníbal.
Perro recientes
hallazgos de investigadores de la Universidad de Jaén terminan por concluir que
el escenario de la batalla se sitúa en las cercanías de la población actual de
Santo Tomé, a unos 60 km al este de Cástulo, identificando el oppidum de
Turruñuelos con la población de Baecula que citan las fuentes clásicas; próximo a este oppidum se encuentra el Cerro de las Albahacas, estratégicamente
rodeado en un flanco por un río.
Allí, según estos investigadores, habría estado el campamento de Asdrúbal Barca, mientras que a cuatro kilómetros se habría situado el de Escipión. Casi mil quinientos objetos encontrados relacionados con impedimenta militar de ambos ejércitos avalan estas conclusiones.
Las campañas de prospección arqueológica realizadas en 2006 y 2007 por el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica han aportado hallazgos que confirmarían esta posibilidad, como restos de armas y monedas púnicas que datan de la época de la batalla.
Allí, según estos investigadores, habría estado el campamento de Asdrúbal Barca, mientras que a cuatro kilómetros se habría situado el de Escipión. Casi mil quinientos objetos encontrados relacionados con impedimenta militar de ambos ejércitos avalan estas conclusiones.
Las campañas de prospección arqueológica realizadas en 2006 y 2007 por el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica han aportado hallazgos que confirmarían esta posibilidad, como restos de armas y monedas púnicas que datan de la época de la batalla.
Fuentes:
https://books.google.es/books?id=wAIYXDiER7AC&pg=PA435&lpg=PA435&dq=beatia&source=bl&ots=py27nB2GYv&sig=_6XPGOvd4tTTcueu_cqxMHKbQ5s&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiqg4vYpP3SAhXGL8AKHXl7Cv44FBDoAQhWMA0#v=onepage&q=beatia&f=false
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