La imagen de Santa
María Madre de la Iglesia está situada sobre una columna de piedra, a los pies
del altar mayor de la catedral de Baeza.
A partir de los años cincuenta, con motivo de las
obras de rehabilitación del templo, fue trasladada en varias ocasiones, hasta
que en 1980 se coloca en su actual emplazamiento.
Sus
dimensiones son: 150x40x30cm (La Virgen), 45x20x14cm (El Niño) y 12x49,5x42cm
(La Peana)
La escultura sigue el
modelo iconográfico de las Vírgenes de Belén o de ternura, en el que María
aparece representada con el Niño en brazos en actitud maternal.
En el
Renacimiento el tema se va humanizando y progresivamente va adquiriendo un
mayor naturalismo. En esta obra de Santa María Madre de la Iglesia, la
comunicación entre madre e hijo se establece sutilmente a través de las miradas
y del delicado juego con las manos.
El grupo es una buena escultura de taller
ejecutada con una técnica correcta, aunque los estofados son de mediana
calidad.
Elementos añadidos son
el rótulo metálico de la peana, que ha sido colocado en fecha reciente, y la
corona de la Virgen. Un hecho curioso es que el artista solo talló cuatro dedos
en cada uno de los pies del Niño.
El poeta D. Antonio Machado quedó prendado de esta imagen y le dedicó uno de sus versos:
Por un ventanal
Entró la lechuza
En la catedral
San Cristobalón
La quiso espantar,
Al ver que bebía
La Virgen con el niño es una imagen en madrea policromada, de transición gótico-renacentista, posiblemente de principios del S. XVI.
Carece de halo. Su advocación más reciente es la de “Santa María, Madre de la Iglesia”, pero ha tenido otras como “Virgen de Agosto”, etc…
Entre 1996 y 1997 se
restauró bajo la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de
Cultura, siendo también financiada por este Organismo con una inversión de
12.020,04 euros.
RESTAURACION
En la obra se
advertían intervenciones de restauración anteriores en la película pictórica:
un repinte generalizado en la mano derecha de la Virgen, otros, muy burdos, que
cubrían una grieta en su frente y cuello, y repintes parciales en las manos del
Niño y en el manto de la Virgen.
Un fuerte ataque de
xilófagos había ocasionado grandes pérdidas de madera, especialmente en el
hombro izquierdo y salientes de los pliegues dorsales del manto de la Virgen.
En el momento de examinar la obra, tras haber sido ésta sometida a aplicaciones
periódicas de insecticida, se encontraban inactivos. Otra considerable pérdida
de madera se había producido en la cara interna del pliegue del manto.
Repartidas por toda la
escultura existían numerosas fisuras, aberturas y grietas; la más importante
atravesaba la imagen desde la peana hasta el cuello. Se observaban agujeros y
algunos elementos metálicos en la peana, de fijar la imagen, y en las cabezas
de la Virgen y del Niño, de sujetar algún tipo de corona. También presentaba acumulaciones
de polvo, excrementos de aves y nidos de insectos, desgastes y pérdidas de
policromía. En la frente de la Virgen se localizaba un arrugamiento de la capa
de color producido por un foco de calor.
Fuentes:
Baeza, Histórica y
Monumental. Autor: Juan Cruz Cruz
http://www.juntadeandalucia.es/organismos/cultura/areas/bienes-culturales/actuaciones-conservacion/paginas/intervenciones/detalle/98070.html?5
http://www.juntadeandalucia.es/organismos/cultura/areas/bienes-culturales/actuaciones-conservacion/paginas/intervenciones/detalle/98070.html?5
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