jueves, 29 de septiembre de 2016

EL VALLE DEL JANDULILLA. UNA TIERRA FRONTERIZA CON EL REINO DE GRANADA.





La zona fronteriza con Granada, supuso frecuentes conquistas de castillos y villas por uno y otro reino, por lo que a veces resulta difícil establecer en un momento determinado si cierto castillo pertenecía a Granada o Castilla.



Además, esta comarca de la vertiente orientas de Sierra Mágina no fue nunca centro de ningún gran señorío, al contrario de lo que ocurrió en la zona occidental de la frontera con Granada, ni tampoco las órdenes militares tuvieron grandes encomiendas aquí.

Fue ésta una zona de pequeños señoríos laicos y de encomiendas de una importancia menor de las órdenes de Santiago y Calatrava, por lo que tanto en las crónicas de la época como en los estudios históricos de carácter general, se le dedica poca atención a esta comarca en la que no residió ningún gran señor, ni fue escenario de ninguna batalla importante, ni tuvo una importancia histórica comparable a los grandes concejos y señoríos andaluces.

No obstante, el valle del Jandulilla desempeñó un papel nada despreciable en el conjunto de las tierras fronterizas con Granada.

En primer lugar el río Jandulilla excava un pasillo transversal en el conjunto subbético que pone en contacto las campiñas de Ubeda y Baeza con el interior del reino de Granada.

La distancia entre Ubeda y Granada a través del Jandulilla no es mucho mayor que la existente entre Granada y Jaén.

La llave de este paso natural, que comunicaba directamente con Granada, era, pues, importante para preservarse de los ataques del enemigo.

Mientras el control del paso estuvo en manos musulmanas, los ataques de éstos contra tierras de Ubeda y Baeza fueron frecuentes. Una muestra de ello es el asedio que sufrió la ciudad de Baeza, y posterior saqueo y destrucción de Bedmar por Muhammad VII en 1407.

Escudo de Muhammad VII




Cuando pasó a manos cristianas, este paso supuso que en los años 30 del siglo XV dejaron de producirse estos asaltos y cabalgadas, e incluso supuso que éstos pudieran entrar al corazón del reino de Granada. En más de una ocasión, llegó el condestable Iranzo a Deifontes, a unos escasos 15 km de granada.



Las conquistas de Fernando III no rebasaron casi en ningún lugar la muralla natural que eran las cordilleras subbéticas, al abrigo de las cuales logró Muhammad I, el señor de Arjona, formar el último Estado musulmán de la Península Ibérica.




La comarca del Jandulilla que se extiende desde la vertiente meridional de Sierra Mágina hacia el norte, parece que en época musulmana se le conocía con el nombre de SUMUTAN ( arabización de la voz latina Sub Montanis).





Tras la campañas de Fernando III esta unidad quedó rota y una parte de la comarca quedó en poder musulmán y la otra pasó a manos de los cristianos.


Fernando III El Santo



Aunque hubo ganancias territoriales por uno y otro lado, éstas siempre fueron transitorias y al poco tiempo se volvía a la línea tradicional de la demarcación.

Hasta el segundo tercio del siglo XV en que la situación fronteriza cambia radicalmente. Esta quedaría formada de la siguiente manera:

Por el lado cristiano.- Torres, Albanchez y Bedmar, así como las villas de Garciez, Jimena y Jódar.

Por el lado musulmán.-  Los castillos de Solera y Belmez, así como Huelma. También en la vertiente occidental de Sierra Mágina tenían la villa de Cambil, Pegalajar y La Guardia de Jaén.

El resto de las zonas recientemente conquistadas por Fernando III, se encomendaron al Concejo de Baeza como el adelantado mayor de la frontera, don Sancho Martínez de Xódar.

Entre los términos de Baeza, se incluyeron, según señala el documento de 18 de mayo de 1231 en el que Fernando III delimita los términos de la ciudad, en su límite meridional, la villa de Torres y el Castillo de Jandulilla. Entre ellos, y también formando parte del afoz baezano quedaba la villa de Garciez.

Desaparecido Castillo de Jandulilla



Pocos años mas tarde, los términos de Baeza fueron ampliados por Fernando III. En un documento fechado el 6 de abril de 1243, el rey concede al concejo baezano los castillos de Huelma y Belmez, que aún estando en poder musulmán, y los castillos de Chincóyar y Ablir, que en aquel momento eran detentados por Sancho Martínez de Xódar, a condición de que quedasen en poder don Sancho hasta su muerte y que el concejo de Baeza respetase los pactos que aquél tenía hechos con los moros que habitaban en estos castillos.


Castillo de Huelma


Castillo de Belmez

Con estas concesiones, de llevarse a cabo la conquista de Huelma y Bélmez, la ciudad de Baeza tendría el peso directo de la custodia de la frontera, ya que la línea formada por Huelma, Bélmez y Torres, constituiría un conjunto defensivo homogéneo avanzado hacia tierras musulmanas, en el que sólo hubiera quedado fuera del control de la ciudad el Castillo de Solera, de don Sancho Martínez de Xódar.

Don Sancho Martínez de Xodar




Como ya hemos mencionado anteriormente, en 1243 Fernando III donó los castillos de Chincóyar y Ablir al Concejo de Baeza, pero Alfonso X el 6 de julio de 1260 donaría estos castllos más el de Cuadros, a la noble catedral de la noble ciudad de Jaén, en las mismas condiciones en que Fernando III los había concedido al concejo de Baeza anteriormente: que quedasen en poder de don Sancho hasta su muerte.

Castillo de Bedmar

Torreón de Cuadros


Posteriormente, don Sancho consiguió aumentar sus dominios a costa del término de la ciudad de Baeza. Concretamente, pasó a su poder la villa de Garciez, que le fue donada por Alfonso X el 18 de marzo de 1269, y que le fue entregada por los jurados de Baeza D. Gil Pérez y D. Pedro  Ruiz el martes 10 de octubre del mismo año.

Castillo de Albanchez de Mágina


Albanchez posiblemente debió de pertenecer a don Sancho Martínez de Xódar, pues tenemos constancia que Alfonso XI compró el castillo el 20 de enero de 1338 por 15.000  maravedies a Ruy Fernández de Xódar.


La crisis castellana se inició en 1275 con la muerte del heredero de la corona, el infante don Fernando de la Cerdá, cuando se dirigía a combatir a los benimerines. La vacante en la línea sucesoria provocó una guerra civil entre el rey Alfonso X y el segundo de sus hijos, Sancho IV, que se prolongó hasta la muerte de aquél en 1284.


Muhammad II


Por su parte Muhammad II, que había sucedido en el trono a su padre en 1273, aprovechó esta situación para desembarcar en la península en 1275, e inició nuevos enfrentamientos con Castilla.

Esta etapa de lucha duró hasta 1309.

Fernando IV El Emplazado


Fernando IV, una vez alcanzada la mayoría de edad, pacificó el reino y lanzó una ofensiva contra Granada con el apoyo de aragoneses y merinies, que habían abandonado la alianza con los nazaríes.

Ante la amenaza que representaba para Granada esta alianza, Muhammad III se vio obligado a pedir nuevas treguas.

Muhammd III


También el Concejo de Baeza vio alterados sus límites en esta época. En primer lugar el infante don Sancho, en plena lucha contra su padre Alfonso X, donó el 26 de agosto de 1283 la villa de Jódar, al concejo de Baeza, aunque esta donación nunca se llevó a efecto.

Por otro lado, la villa de Torres, perteneciente al alfoz baezano, fue seaprada de la jurisdicción de esta ciudad por el ya rey Sancho IV, quien en 1285 la donó a la Orden de Calatrava.

El potente señorío de don Sancho Martinez de Xódar, quedo reducido a dos pequeños señoríos, el de Jódar y el de Garciez.

La ciudad de Baeza, al ser separada de su jurisdicción la villa de Torres, perdió todo contacto directo con la frontera, y su papel en cuanto a la defensa del territorio se vio notablemente disminuido.

La mayor responsabilidad en la defensa de la frontera va a pasar ahora, gracias a las donaciones de Sancho IV y Fernando IV, a las órdenes militares, concretamente la de Santiago a través de Bedmar, y la de Calatrava a través de Torres, que son en estos momentos los castillos fronterizos más cercanos al territorio musulmán.

Orden de Calatrava


Orden de Santiago




El siglo XIV fue relativamente tranquilo en esta zona fronteriza.

El único cambio importante que se va a producir en estos años fue la conquista de Bélmez por el infante don Pedro en 1316.

Tras la conquista de Bélmez, el concejo de Baeza debió de reclamar la posesión de ese castillo amparándose en la donación que de él le hiciera Fernando III en 1243, y quizá en un primer momento el concejo de Baeza obtuvo su custodia, pues en 1320 su alcaide era Pero Diez de Toledo, alcaide también de Bejijar, villa ésta dependiente de Baeza. Pero poco tiempo después Belmez pasó a poder de los señores de Jodar.

Otra familia que va a obtener un señorío en el valle del Jandulilla en estas fechas es la de los Carvajal.

Los Carvajal eran una familia de hidalgos baezanos que a mediados del siglo XV ya habían tenido algún protagonismo en la lucha contra los moros y en las luchas internas de la ciudad, enfrentados a los Benavides.

Pero su ascenso a un primer plano político y social en la zona les a va venir de manos de un importante personaje del reinado de Enrique IV, el maestre de Calatrava don Pedro Girón, de quien Día Sánchez de Carvajal, el fundador del señorío, era criado.

don Pedro Girón




Cuando Juan II cedió a su hijo Enrique el reino de Jaén como principado, éste hizo grandes mercedes a don Pedro Girón en Jaén, concretamente le donó el diezmo y medio diezmo sobre todo el tráfico con Granada realizado a través de los puertos fronterizos, especialmente el de Quedsada; los portazgos de Ubeda, Baeza y Jaén y el almojarifazgo y la escribanía de las rentas de Jaén.

A estos bienes se unirían, lógicamente, las posesiones de la Orden de Calatrava en el reino de Jaén, lo que otorgó a don Pedro Girón un gran poder en todo este reino.

Castillo de Jódar




Jódar, importante enclave fronterizo que dominaba el acceso al pasillo del Jándulilla, y equidistante de las ciudades de Ubeda y Baeza, fue pronto objeto de interés por parte del maestre de Calatrava.

El maestre de Calatrava, una vez adquirida la villa de Jodar, nombró alcaide de ella a Día Sanchez de Carvajal, quien el 17 de marzo de 1463 prestó pleito homenaje por su castillo a don Pedro Girón.

La otra villa del valle del jandulilla que pasó a poder de Día Sanchez de Carvajal fue Bélmez.

Cuando estalló la guerra abiertamente en 1465 tras la desposición de Enrique Iv por parte de la nobleza sublevada en Avila, el príncipe don Alfonso, que había sido proclamado rey, inició una política de recompensa a sus seguidores mediante la confiscación de bienes de los seguidores de Enrique IV.

Al igual que a comienzo de este artículo hacíamos mención sobre las primeras disputas existentes entre los moros y cristianos por hacerse por esta zona geográfica de Jaén, éstas pasaron a ser internas entre partidarios cristianos de uno y otro bando.




Fuente


Este artículo es resumen de la Tesis Doctoral titulada Una tierra fronteriza en la baja Edad Media: la zona meridional del reino de Jaén, defendida el 4 de Julio de 1985, obteniendo la calificación de Apto cum laude por unanimidad.

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