Vicente Ferrer nació
el 23 de enero de 1350 en el seno de una familia acomodada de la ciudad de
Valencia.
El 29 de junio de 1455
tras votarlo en el consejo de cardenales, Calixto III anunció la canonización
de Vicente Ferrer.
Santos y Santuarios
del Obispado de Jaén y Baeza, en su página 195 nos relata la entrada de este
Santo a la ciudad de Baeza:
“ Entró por la puerta
de Bedmar, oy llaman del Postigo, junto a San Benito“
Como era tradición en aquella
época, salieron a recibirle los Cabildos
Eclesiastico y Secular, con demás gente de la ciudad, llevando a cabo una
oración en una casa que estaba situada junto a la Iglesia de San Pedro, la del
Canónigo don Francisco de Robles (Plaza de los Cerones).
Una vez terminada la
oración, se le informó de los problemas que por entonces acaecía la ciudad:
alborotos, amencebamientos (especialmente entre los jóvenes) o juramentos a las
doncellas, en las que se comprometían a no volver a verlas si no volvían de la
batalla sin traer “un moro en aguinaldo”.
Así lo dice un romance
de la época.
Para apaciguar las
preocupaciones que les habían participado, el Santo ofició una misa en la
Iglesia Catedral donde asistió tal cantidad de gente, que no cabía nadie más en
su auditorio, pues hasta allí también se habían desplazado otros pobladores
cercanos a Baeza. “El púlpito donde predicó los primeros sermones, aunque de
obra antigua, y materia ordinaria, conferua oy la fanta Iglesia, como prenda de
ineftimable valor”.
También predicó en el
Egido o en la Iglesia de San Juan. Éste comenzaba
sus sermones como lo hacía San Juan Bautista en las riberas del río Jordan: “Penitentian
agite, appropinquabit in vos regnum Dei”.
Se nos cuenta además
un echo insólito. En el Ejido colocó una cruz que hasta en tres ocasiones fue quitada
en plena noche. Cuando lo pillaron con las manos en la masa a quien la retiraba, éste fue obligado
a hacer una Cruz de Piedra.
Desde su visita, los lugares que él visitó se consideraron santos y los cristianos baezanos por mucho tiempo los tomaron como lugares santos.
Desde su visita, los lugares que él visitó se consideraron santos y los cristianos baezanos por mucho tiempo los tomaron como lugares santos.
Este es el caso de la
Puerta de Bedmar.
Otro de los relatos que une a San Vicente Ferrer con la Ciudad de Baeza son los hechos acontecidos que paso a relatar:
Otro de los relatos que une a San Vicente Ferrer con la Ciudad de Baeza son los hechos acontecidos que paso a relatar:
Se nos cuenta que en
1368 Audalla, Arraez del Rey de Granada
con 80.000 infantes y 5.000 caballos quisieron tomar Baeza entrando por la
Puerta de Bedmar, llegando a tomar su torre. El capitán Ruy Fernández de
Fuenmayor , caballero de Baeza acudió con sus soldados a socorrer dicha torre,
peleando ferozmente con los moros hasta expulsarlos, no sin antes haber cortado
la Cabeza al Capitán Moro Audalla. De esta manera, los moros levantaron el
cerco a Baeza y se marcharon.
De este hecho nos
queda un Romance de la época:
Cercada tiene a Baeza
— ese arráez Andalla Mir,
con ochenta mil
peones, — caballeros cinco mil.
Con él va ese traidor,
— el traidor de Pero Gil.
Por la puerta de
Bedmar — la empieza de combatir;
ponen escalas al muro,
— comiénzanle a conquerir;
ganada tiene una
torre, — no le pueden resistir,
cuando de la de
Calonge — escuderos vi salir.
Ruy Fernández va
delante, — aquese caudillo ardil,
arremete con Andalla,
— comienza de le ferir,
cortado le ha la
cabeza, — los demás dan a fuir.
Esta victoria de Ruy
Fernández pensó que debió ocurrir por intercesión de San Vicente, en cuyas oraciones se
encomendó para subir a la torre y en reconocimiento a su éxito, eligió su
sepulcro en la Capilla mayor de la Iglesia de San Vicente Martir, para cumplir
así con la devoción que le tenía.
No hay duda que este
romance se compuso en 1368, en que el rey de Granada Mohamed V, aliado con el
rey Don Pedro de Castilla contra los partidarios de su hermano Don Enrique,
invadió la margen derecha del Guadalquivir, puso cerco a Córdoba y saqueó a
Úbeda y Jaén, profanando las iglesias, pegando fuego a ambas ciudades y
desmantelando sus muros.
De Baeza nada dice la Crónica de Ayala, y sí únicamente que los invasores fueron rechazados de Andújar. Pero Argote de Molina no sólo da por histórico el cerco de Baeza, sino que añade sobre él pormenores que concuerdan con los del romance y que proceden de una tradición genealógica. «Pasando adelante el rey de Granada con su ejército puso cerco sobre la ciudad de Baeza, que en este tiempo era lugar de más de mil vecinos, y el alcázar della muy fuerte, y dándoles el asalto por la parte de una torre principal de ella, le fué defendida por Ruy Fernandez de Fuenmayor, caballero principal de aquella ciudad y caudillo de los escuderos della, que al tiempo que los moros tenían puestas las escalas, y uno de los caudillos principales del rey de Granada estaba dentro, acudió a su socorro con los escuderos de la compañía. Y matando por su mano al caudillo de los moros, les defendió la torre con mucha caballería dellos, forzando al rey de Granada a dejar libre a aquella ciudad con grande pérdida de su ejército. En memoria de cuya hazaña, a aquella torre le quedó nombre de Torre de los Escuderos, y el cual hoy conserva llamándose así. Y Ruy Fernández de Fuenmayor, dejando su apellido de Fuenmayor, fué llamado de allí adelante Ruy Fernández de los Escuderos».
De Baeza nada dice la Crónica de Ayala, y sí únicamente que los invasores fueron rechazados de Andújar. Pero Argote de Molina no sólo da por histórico el cerco de Baeza, sino que añade sobre él pormenores que concuerdan con los del romance y que proceden de una tradición genealógica. «Pasando adelante el rey de Granada con su ejército puso cerco sobre la ciudad de Baeza, que en este tiempo era lugar de más de mil vecinos, y el alcázar della muy fuerte, y dándoles el asalto por la parte de una torre principal de ella, le fué defendida por Ruy Fernandez de Fuenmayor, caballero principal de aquella ciudad y caudillo de los escuderos della, que al tiempo que los moros tenían puestas las escalas, y uno de los caudillos principales del rey de Granada estaba dentro, acudió a su socorro con los escuderos de la compañía. Y matando por su mano al caudillo de los moros, les defendió la torre con mucha caballería dellos, forzando al rey de Granada a dejar libre a aquella ciudad con grande pérdida de su ejército. En memoria de cuya hazaña, a aquella torre le quedó nombre de Torre de los Escuderos, y el cual hoy conserva llamándose así. Y Ruy Fernández de Fuenmayor, dejando su apellido de Fuenmayor, fué llamado de allí adelante Ruy Fernández de los Escuderos».
Ruy Fernández a secas
le llama el romance, que le atribuye la misma hazaña:
Ruy Fernández va
delante;—aquese caudillo ardit,
Arremete con
Audalla—comiénzale de ferir,
Cortado le ha la
cabeza,—los demás dan a fuir.
También se dice que
este Santo honró la casa donde se hospedó en su visita a Baeza. Una casa
situada en la calle San Vicente. Se nos cuenta que en el año 1560 cayó un rayo
en la casa colindante, sin que ninguno de los 4 que allí vivían fueran
alcanzados por el rayo, nisiquiera sus caballos.
Fuentes:
http://www.larramendi.es/menendezpelayo/i18n/corpus/unidad.cmd?idUnidad=100393&idCorpus=1000&posicion=1
https://books.google.es/books?id=IedlAAAAcAAJ&pg=PA146&dq=puerta+de+jaen+de+baeza&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiAhLiCvo_PAhUH1hQKHf-sD8AQ6AEILzAA#v=onepage&q=puerta%20de%20jaen%20&f=false
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