Grabado de Cristobal de Olid |
Cristóbal de Olid, de
Oli, de Olide, de Olite o Dolid era andaluz. Nació en 1488 en Baeza, de la
diócesis de Jaén, población rica en cebada, trigo y vino, conocida por sus
jabones y carnes, abundante en aguardientes, cebollas dulces y aceites. (Como ha sucedido en otras ocasiones, sitúan erroneamente la ciudad de nacimiento de este en Linares y no en Baeza)
Pertenecía al linaje de los Olid de Navarra, cuyo escudo se componía de una
media luna de plata en campo azul y al pie de ella una estrella de oro.
Cristobal de Olid era descendiente de uno de los Olid que participaron en la reconquista de Baeza en 1227.
Cristobal de Olid tenía 30 años
cuando se embarcó hacia América, a bordo de una de las tantas carabelas
dirigidas al nuevo continente en busca de fama y fortuna.
En 1518 Olid residía
en la villa de Trinidad, había sido paje del gobernador Diego Velázquez y
conocía muy bien la lengua de los indios de Cuba.
Al no tener noticias
Velázquez de la expedición enviada por él al mando de Juan de Grijalva, el
gobernador envió a Olid con siete soldados a buscarlo. Al estar cerca de
Yucatán, la carabela de Olid fue sorprendida por un temporal por lo que tuvo
que regresar a Santiago de Cuba a informar del desastre al gobernador.
Al regresar Grijalva
con noticias de la riqueza de las nuevas tierras, Velázquez planea otra
incursión de conquista en los nuevos territorios descubiertos. Esta vez, Hernán
Cortés estaría al mando. La expedición parte de Cuba el 18 de noviembre de 1518
con rumbo al norte, donde en la Villa de Trinidad le esperaban varios
intrépidos jóvenes, entre ellos los hermanos Alvarado y Cristóbal de Olid. La expedición
parte finalmente hacia tierras mexicanas el 10 de febrero de 1519 formada de
nueve barcos, uno de los cuales comandado por Olid.
El jueves Santo de
1519, Olid fue nombrado maestre de campo y posteriormente, al nombrarse las
autoridades del primer ayuntamiento de la Villa Rica, Olid resultó electo
regidor.
A partir de entonces Cristóbal de Olid se mostró como uno de los
capitanes mas esforzados de Cortés durante el periodo que duró la conquista de
México.
La iluminación de las Crónicas de Michoacßn , de Pablo Beaumont , c1750
|
Acompañó a este a enfrentar a Pánfilo de Narváez el 4 de mayo de 1520,
donde una vez mas se destaca en combate al embestir a la artillería y someter
gran parte de las tropas de Narváez.
De regreso a la ciudad
de Tenochtitlán las tropas de Cortés, ahora fortalecidas con aquellas traídas
por Narváez, son sitiadas dentro de uno de los palacios de la ciudad, de donde
pueden escapar con grandes dificultades, en la conocida Noche Triste en donde
una vez mas, Olid se vuelve a distinguir por su fiereza en el combate.
Parte de una de las «Tablas de la Conquista» que representa la «Noche triste» de Hernán Cortés |
Los sobrevivientes de
la Noche Triste se refugian en Segura de la Frontera (Tepeaca), donde Cortés
reorganiza sus tropas y comienza los ataques de las poblaciones aledañas a
Tenochtitlán para establecer un cerco de asedio sobre la capital azteca.
Cristóbal
de Olid parte al frente de 300 hombres (la mayoría de aquellos que venían con
Narváez) para someter la población de Izucar y sus alrededores.
Los hombres que
le acompañaban, al ver la ferocidad de los mexicas en guerra, comienzan a
pensar en replegarse y logran finalmente convencer a Olid de que se retiren a
Cholula, desde donde escribe a Cortés informando de la situación.
Este último
le envía dos ballesteros únicamente con una carta en la que lo reprende por
haberse replegado, lo que enoja a Olid por haberse dejado convencer por los
temerosos y emprende con mayor coraje las nuevas batallas hasta someter con
éxito Izucar. Es recibido finalmente por Cortés en Tepeaca con gala por su
destacado empeño en combate, con lo que vuelve a obtener el favor del Capitán
General de la Nueva España.
Moctezuma II , Hernán Cortés , Pedro de Alvarado , Gonzalo de Sandoval y Cristóbal de Olid . grabado coloreado
|
Posteriormente Olid
emprende acciones de combate asentado en Coyoacán, desde donde dirige
incesantes ataques sobre la metrópoli azteca, hasta que finalmente Tenochtitlán
es conquistada.
Cortés, teniendo
noticias seductoras sobre el oro de las tierras de Michoacán envió a Cristóbal
de Olid al frente de 70 jinetes y 200 peones bien aderezados.
Salió de Coyoacán
a mediados de 1522 y somete fácilmente las provincias Michoacanas, obteniendo
grandes botines de oro y plata. Cortés, viendo el éxito que tuvo Olid en estas
campañas, lo envía a someter Colima, tarea que resultó mucho mas dificil, ya
que hubieron grandes bajas de ambos bandos y finalmente Olid regresa a
Michoacán y posteriormente a México.
El viaje a Honduras
El paso hacia el mar
del sur consumía la mente de Cortés. Quería éste encontrar el paso
interoceánico entre el Atlántico y el Pacífico, ampliar su jurisdicción, rescatar
y poblar en tierras ricas (según comerciantes aztecas). Por lo que acordó
enviar a Cristóbal de Olid a Hibueras (Honduras) el 11 de enero de 1524, al
frente de 370 soldados, 100 ballesteros y escopeteros y 22 caballos, dándole
cinco navíos y un bergantín.
Cortés había dado
instrucciones a Alonso de Contreras de adelantarse a la expedición de Olid para
comprar caballos, pan cazabe, puercos y tocinos, para que al llegar Olid a La
Habana entrase en posesión de estos bienes. Las órdenes de Cortés a Olid fueron
las siguientes:
1. Que fuera de
Veracruz a La Habana y se encontrara con Alonso de Contreras para obtener los
bienes que fue a comprar.
2. Que al desembarcar
en Hibueras procurase poblar una villa en algún buen puerto.
3. Que buscase oro y
plata.
4. Que inquiriera
sobre si había estrecho que comunicara a la mar del sur.
5. Que los dos
clérigos que llevaba adoctrinaran a los nativos.
6. Que destruyese
todas las casas en donde tenían prisioneros los indios.
7. Que levantase
cruces por todas partes.
Algunos historiadores
han sugerido que en el camino a Veracruz, y posteriormente hacia Hibueras, el
capitán Pedro de Briones, enemigo de Cortés, sembró en Olid la semilla de la
traición pues al encontrarse en La Habana Olid con Montejo (quien volvía de España),
Olid mostró profundo resentimiento contra Cortés, quejándose de los malos
tratos que éste le había dado.
Por ello en La Habana se puso de acuerdo con
Diego Velázquez para desvincularse de Hernán Cortés, aliándose con el
gobernador de Cuba para la empresa de la conquista de las Hibueras."Por Su
Majestad y en su real nombre Cristóbal de Olid y que Diego de Velázquez le
proveería de lo que hubiese menester y haría sabedor de ello en Castilla a Su
Majestad para que le traigan la gobernación"(Bernal Díaz del Castillo).
Así partieron a la mar
con destino a Honduras, donde desembarcó Olid con su gente el 3 de mayo de 1524
y fundó la primer villa con nombre Triunfo de la Cruz. Posteriormente procedió
a nombrar alcaldes y regidores.
Después comenzó a
incursionar desde Triunfo de la Cruz hacia adentro con 160 hombres de a pie y
de a caballo, pacificando fácilmente la tierra e imaginando las grandes
riquezas de las que se haría acreedor y el reconocimiento que ganaría por sus
logros y hazañas.
Ocho meses habían
transcurrido desde la partida de México de Olid cuando Cortés supo de la
traición de éste por varios informantes, entre los que estaba el factor Gonzalo
de Salazar, quien había recogido las noticias en La Habana y llegó a Veracruz
el 13 de octubre de 1524.
Es así que Cortés,
enfurecido por la sublevación de quien antes fuera su fiel capitán, envió a su
primo Francisco de Las Casas por mar a castigar a Olid, quien se había aliado
entonces con Gil González Dávila.
Tuvieron lugar grandes
batallas tanto por mar y por tierra por ambos bandos, hasta que una terrible
tempestad azotó los barcos de Las Casas, acabando con muchos barcos y soldados,
dejando a los más en condiciones deplorables. Cristobal de Olid los recibió de
muy buena gana, con lo que ganó varios soldados de Las Casas, a quien tomó
prisionero.
Siguió adentrándose en
el territorio Olid, cuando se enteró que González Dávila estaba por la zona,
por lo que aprovechó para tomarlo prisionero por no haberle socorrido en contra
de Francisco Las Casas.
Posteriormente se
dirigió a la provincia de Naco, al occidente de Triunfo de la Cruz, donde Olid
se pasaba el día contando sus hazañas en México y Michoacán, comiendo y
bebiendo a placer. Mientras González Dávila y Francisco de Las Casas, aunque
prisioneros de Olid, andaban sueltos y sin prisiones ni guardas, por lo que muy
secretamente se concertaron con los soldados y amigos de Cortés diciendo
"¡Aquí el Rey y Cortés en su real nombre, contra este tirano!", y
acordaron matarle a cuchilladas (Rafael Heliodoro Valle).
Francisco de Las Casas
pidió a Olid permiso para ir a México a persuadir a Cortés que le dejara la
gobernación de Hibueras y olvidara las antiguas rencillas. A lo que Olid
contestó: "Estoy bien así, ¡y que me place tener a un tan varón en mi compañía!.
A lo que Las Casas contestó medio burlando y riendo: "Pues mire bien por
su persona, ¡que un día u otro tengo de procurar de matarle!" (Pedro
Moreno).
Habían transcurrido
treinta días desde la captura de Las Casas y aún seguían en Naco junto con
González Dávila todos ellos "holgando, comiendo y habiendo placer"
(Pedro Moreno). Un domingo por la noche, Olid y sus "prisioneros"
terminaron de cenar y conversaban sobre México y las aventuras de Cortés,
cuando Olid fue atacado o por Las Casas mientras los demás comensales adictos a
Cortés echaban mano a las espadas y "le dieron muchas cuchilladas y
estocadas".
Olid no murió con
estas estocadas y salió huyendo hacia el monte, donde se escondió mortalmente
herido bajo un árbol. A la mañana siguiente fue encontrado aún con vida por
Francisco de la Muñana, quien lo llevó a un sacerdote para que le tomara la
confesión, y como Las Casas pidiera lo entregaran ante su presencia, fue
finalmente sometido a un simulacro de proceso, le degollaron y pusieron su
cabeza sobre un palo colgada por la boca. Al mediodía siguiente enterraron su
cadáver.
Así murió Cristóbal de
Olid, conquistador de México y Honduras. En un inicio fiel capitán de Hernán
Cortés y posteriormente gran enemigo de éste, a quien causó muchas desgracias
por su traición. A la vez que fué esta misma la que ocasionó su propia muerte.
"...Cristóbal
Dolid, defunto, que Dios perdone..." (Rodrigo de Vargas).
BIBLIOGRAFÍA:
Díaz del
Castillo, Bernal: Historia verdadera de la conquista de Nueva España. Ed. Plaza
Janés, España 1998, 479 pp.
Heliodoro Valle,
R.: Cristóbal de Olid. Conquistador de México y Honduras. Sociedad de Estudios
Cartesianos 5. México 1950, 316 pp.
Martínez, J. L.:
Hernán Cortés. Fondo de Cultura Económica-UNAM. México 1991, 1009 pp.
Presscott, W.
H.: Historia de la Conquista de México. CIA. General de ediciones, México 1952,
283 pp.
Muchas gracias por la información yo soy de Naco, Cortés Honduras
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