domingo, 4 de septiembre de 2016

ISIDORO BOSARTE DE LA CRUZ


Pierre Géal escribe en la Enciclopedia on line del Museo del Prado la entrada dedicada al baezano Isidoro Bosarte




Historiador español. Nacido en Baeza (Jaén) en 1747, quedó huérfano muy joven. Vivió tres años en Madrid y Valladolid, bajo la protección de Antonio de Robles Vives. Entró al servicio del conde de Aguilar, y recorrió Europa entre los años 1775 y 1786, estuvo en Francia, norte de Italia, Baviera y Austria. Su sueño frustrado fue estudiar literatura y lengua árabe. A su vuelta a España se le encargó ordenar la Biblioteca de San Isidro.

En 1792 fue nombrado secretario de la Academia de San Fernando. Su papel en la Academia fue muy intenso; jugó un papel muy importante en la orientación de las escuelas de dibujo en provincias, así como en la reforma de los planes de estudio de la Academia. 

Tuvo bastantes enemistades, entre las más importantes destaca la de Ceán Bermúdez, que comenzó al publicar su Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las Bellas Artes de España en Madrid (1800), ya que Bosarte se había propuesto reeditar con notas y adiciones el de Palomino. No sólo fue este proyecto el que le falló frente a Ceán Bermúdez; tenía planteado realizar una historia de la arquitectura, para lo que quería contar con los estudios de Eugenio Llaguno y Amirola, pero ëste a su muerte en 1799 se los cedió a Ceán Bermúdez, que los ilustró, aumentó, anotó y los preparó para la publicación con el título de Noticias de los arquitectos y arquitectura de España desde su restauración (Madrid, 1829).

El carácter de Bosarte fue definido por su amigo Vargas Ponce como «hombre poco simpático, rígido y formalista», también destaca su independencia de criterio.


El libro Viaje artístico a varios pueblos de España, al parecer fue concebido en su inicio como continuación del de Antonio Ponz. Las ciudades descritas por Bosarte (Segovia, Valladolid y Burgos) ya lo habían sido por áquel. El propósito de la obra no es hacer una descripción geográfica, sino como apunta en diversas ocasiones en el prólogo, pretende «juntar primero todos los materiales» para realizar una historia de las artes. Utilizó los libros de viaje de Antonio Ponz, al que corrigió en diversas ocasiones. Murió en 1807.

“Empleado al servicio de un diplómatico -el conde de Aguilar-, realiza una prolongada estancia en Turín (1775-1779) y Viena (1779-1786). 

A su regreso a España, en 1786, se le encarga la catalogación de la Biblioteca de San Isidro de Madrid y publica varios estudios eruditos sobre el arte de la Antigüedad griega y egipcia, y sobre los monumentos antiguos de Barcelona.

En 1792, obtiene el cargo de secretario de la Academia de San Fernando, función en la que se muestra muy activo hasta su muerte. Su Viaje artístico a varios pueblos de España, publicado en 1804, no constituye una continuación delViage de Ponz (cometido que le había confiado la Academia), ya que, a diferencia de éste, se limita estrictamente al dominio de las bellas artes y, sobre todo, organiza su descripción de las riquezas artísticas de las ciudades evocadas (Valladolid, Segovia y Burgos) siguiendo un criterio cronólogico. 

Aunque abundan en el Viaje artístico los juicios de valor, se aprecia un claro esfuerzo por dar al patrimonio artístico español, en nombre de la historia del arte, una extensión mucho más amplia de la que tenía para Ponz. Aunque no contribuye directamente a la creación de los museos en España -a pesar de los conocimientos museísticos que adquiere en Viena-, Bosarte puede considerarse, junto con Ponz y Ceán Bermúdez (autor del Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España, publicado en 1800), decisivo en cuanto a la formación de la noción de patrimonio artístico español.”

Pero no sólo fue un hombre de profundos conocimientos artísticos, un amante del arte y conservador del patrimonio artístico, como demuestra la carta-acta reproducida más arriba, sino que también tuvo que ver con la literatura española, entre otras cosas, al haber estado en el origen de la edición de las famosas novelas de Cervantes Rinconete y Cortadillo El celeso extremeño, tal como demuestra con solvencia documental Coral López Gómez en un artículo de 1995. Aunque solamente fuera por eso, su nombre merecería ser recordado, pero fue mucho más. 

Lamentablemente no he podido localizar una fotografía o litografía sobre su retrato.

FuenteS:

Enciclonet
D. Antonio Chicharro

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