Cuando publiqué mi
primera investigación sobre la desaparecida Virgen de la Peña de Baeza me pareció tan interesante su historia que no dejé de seguir investigando sobre ella. No me ha sido fácil localizar nuevos datos que arrojen luz si al día de hoy todavía existe dicha virgen, pues los datos son contradictorios dado que desapareció "supuestamente" durante la ocupación francesa.
De igual forma tenía un especial interés en localizar dicha fuente y conocer su estado de conservación (lamentable por cierto).
Pienso que Baeza como ciudad Patrimonio de la Humanidad debe cuidar más todos estos "lugares", pues también forman parte de su historia. Una historia muy bonita y que ahora os deseo transmitir.
De igual forma tenía un especial interés en localizar dicha fuente y conocer su estado de conservación (lamentable por cierto).
Pienso que Baeza como ciudad Patrimonio de la Humanidad debe cuidar más todos estos "lugares", pues también forman parte de su historia. Una historia muy bonita y que ahora os deseo transmitir.
Esta es una de las fuentes rurales nombradas por Fernando de Cózar y Martínez en su Historia de Baeza publicada en 1884, pero su antigüedad es bastante mayor.
El mismo Cózar refiere en su obra cómo en 1592 la Virgen de la Peña fue hallada en “una cueva junto a la fuente de la Peña, camino de Baeza a Jaén; esta efigie antiquísima, según lo revela su escultura romana, debió ser escondida en aquel sitio por los cristianos cuando los árabes invadieron la península a principios del VIII”.
El hallazgo fortuito de una imagen supuestamente anterior a la dominación islámica constituye un origen común con otras advocaciones de la ciudad, como forma de reivindicar la restitución del antiguo obispado de Biatia: así, la patrona, Nuestra Señora del Alcázar, la Virgen del Rosel y la Virgen de los Mártires.
La Virgen de la Peña no llegó a ser patrona de la ciudad, pero recibió culto solemne por parte del Concejo, ya que esta institución le levantó capilla propia en el extinguido convento de los Mínimos de San Francisco de Paula y ejerció derecho de patronato sobre ella, hasta que a finales del siglo XVII se arruinó dicho recinto y la imagen se trasladó a un camarín, seguramente propio de la familia Benavides, dueña de la capilla mayor de dicho templo.
Según Mª Cruz García
Torralbo, fue hallada por tres individuos que realizaban unas prospecciones
ilegales en el Camino Real para buscar un manantial; desde aquel momento se
tuvo “por cosa cierta que sea una de las que los cristianos escondieron en la
entrada de los moros en España”.
Por su parte, Ximena
Jurado, coetáneo a los acontecimientos, escribe en su Historia eclesiástica del
reino y obispado de Jaen….: En el siguente año de 1592 por el mes de Agosto se
manifestó y halló la devotísima Imagen de Nuestra Señora de la Peña, que se
venera en el Convento de San Francisco de Paula, que llaman de la Victoria, en
la Ciudad de Baeza, la qual se descubrió en el camino de Jaén en la Fuente de
la Peña, metida sobre unas peñas en una cueva dentro de una caxa de piedra. Y
se entiende ser vna de las Imágenes que los cristianos escondieron cuando la
Pérdida de España.
Durante años, según se
viene asegurando, la imagen estuvo en poder de particulares: un notario de
Úbeda, el Arcediano y un escultor, quien la colgó en un clavo debajo de una
parra en su domicilio, hasta que el noble y veinticuatro baezano Juan de Acuña
y Valenzuela, se la quitó de las manos a una de sus nietas, la que jugaba con
ella como si se tratare de una muñeca, colocándola en una hornacina.
A la muerte de esta
familia, fue adquirida por el licenciado Francisco de Godoy, cofrade del
convento de Nuestra Señora de la Victoria, quien la donaría con escritura
pública al convento de los mínimos, mientras la ciudad pleiteó por su
permanencia, alegando la titularidad del lugar donde se hallara.
Tras largo proceso y
reconocido el derecho a los frailes, extendida su fama milagrosa, se le dio el
nombre de la Virgen de la Peña, dado el lugar de su aparición y reconoció su
patronazgo sobre la ciudad. Era 1616.
No queda a la zaga el
testimonio que ofrece Rus Puerta, quien nos dice que “fue hallada un cuarto de
legua junto al camino real de Jaén, en el sitio que llaman Fuente de la Peña,
por el mes de agosto de 1592, buscando en una cueva un tesoro por las señas de
una cédula que de grande antigüedad había venido de mano a mano a las de un
arcediano de Baeza. Halláronla en una caja de piedra con unos papeles que entre
las manos se deshicieron, sin poder leerlos".
Por cuanto a nosotros
hace, sólo traer la noticia que diera López Pinto, cuando registra que el padre
Juan Francisco de Villaba, párroco que fuera de Jabalquinto, aparte de su
trabajo sobre la Santa Cruz de las Navas de Tolosa y el libro “Empresas morales
y espirituales”, escribió también en particular Discurso del hallazgo de la
Santa y Milagrosa imagen de la Virgen de la Peña, junto a la ciudad de Baeza,
obra que no nos consta que fuera impresa, ni que sepamos, se conserve el
referido manuscrito.
De ella, según cuenta,
se sirvió el “Padre Fray Juan de Morales Cronista del Empitome que escribió de
la fundación de la Provincia de la Andalucía, de la orden de mínimos del
glorioso Patriarca San Francisco de Paula, quienes, en suma, ofrecen la
siguiente tradición:
Que Juan de Vera,
escultor, Francisco Truchado, Bedel que fue de las escuelas de Baeza, y el
Licenciado Palomino clérigo vecino de Úbeda fueron a la Fuente de la Peña,
término de la ciudad de Baeza por baxo del chercano camino de Jaén. Y
comenzando a cavar en el sitio que les asigno una P(…) que lleuauan; y
descubriendo vn edificio, al presente muy antiguo fabricado de Piedra labrada
(a modo de Pila) cubierto y tapado con vna Losa grande asimismo labrada dentro
de la cual hallaron una imagen de nuestra Señora con un niño en los brazos,
labrada de talla de estatua de poco mas de dos tercias.
Es muy hermosa aquella
santa imagen, aunque algo maltratada del tiempo pues paresce que de tiempo de
Godos se ocultó allí: así como las demás imágenes, y Reliquias de Sanctos que
por miedo a los Arabes fueron ocultadas como referí arriba. Y que aya sido de
tiempo muy remoto lo dicen los papeles o Pergaminos que se hallaron tan
podridos, y consumidos del tiempo que no dieron lugar a poder ser leydos.
Está hoy en Sancta
imagen en el convento de la Victoria (frayles mínimos) de la ciudad de Baeza,
colocada en una hermosa Capilla de que son Patronos la misma ciudad.
Antes de concluir,
sólo registrar nuestra extrañeza ante el hecho de que las autoridades locales
baezanas, tan interesadas en soleminar el culto a esta imagen y cuyo patronato
presidían, frente a lo que fuera usual en las más de las villas y lugares, no
dispensaron un tratamiento ornamental o símbolo especial a la fuente y a sus
aguas-durante un tiempo tenidas como milagrosas-y siguió siendo, como lo es en la
actualidad, una sencilla fuente rural con pilar abrevadero. Mas aún, resulta
sorprendente que, frente a lo que es común, como hemos visto, no se convirtiera
el lugar en espacio sacralizado, que el símbolo sagrado no lo transformara;
algo que dota a la ciudad de Baeza de una idiosincrasia especial, con el
encuentro de cuatro vírgenes sotorradas, todas ellas dentro del espacio urbano,
ningúna con ermita o santuario edificado para su custodia y veneración, y cuyo
culto y devoción alimentan-excepto a la Virgen del Alcázar, que pertenece al
clero regular- las órdenes religiosas más influyentes de la ciudad: Virgen de
la Peña, de mínimos (1592; del Rosario, dominicos; y de los Mártires, jesuitas,
descubierta también por un familiar de ellos (1633) y como las referidas,
excepto la del Alcázar, muy anterior, en la época barroca.
Una vez más, Baeza, la
ciudad toda, resulta un espacio plenamente sacralizado.
Y mas aún. El hecho de
que, desde su descubrimiento y durante años, la imagen de la Virgen de la Peña
pasase por diversas manos privadas, las que no le otorgan ningún trato
especial, nos muestra un caso plenamente atípico: la aparición no estuvo unida
a manifestación sobrenatural alguna, ni es icono que pretenda difundir su devoción
convirtiéndose en signo o referente como intercesor-igual le acontece, como
recordaremos, a la también imagen baezana del Rosario.
Tras 1808, con la
invasión francesa, desapareció la imagen desconociéndose las circunstancias. Es
creencia popular en la población, la que sostiene algún historiador que la
imagen fue trasladada al convento de la Encarnación, de carmelitas descalzas,
hecho improbable puesto que las monjas abandonaron el convento ese año; con su
pérdida concluye el patronazgo de la citada Virgen sobre la ciudad, vigente
durante casi dos siglos.
FOTOGRALERIA
LOCALIZACIÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario