viernes, 3 de junio de 2016

EL MILAGRO DE LA LLUVIA POR LA COHORTE BAEZANA

El milagro de la lluvia representado en la Columna de Marco Aurelio en Roma

Entre las muchas victorias que gozó Roma durante su vigencia, hoy destacamos la de MARCOMANA con un efecto milagroso, que alcanzó con su oración una cohorte de Baeza cristiana de profesión, aunque soldados del Imperio.

Las guerras marcomanas fueron una serie de batallas que duraron 24 años durante el imperio de Marco Aurelio, su coemperador Lucio Vero y su hijo y sucesor Cómodo, desde 165 hasta 189, que enfrentó al Imperio romano con marcomanos, cuados y otros pueblos germánicos ribereños del Danubio.

Marco Aurelio encabeza las tropas romanas que atraviesan el Danubio mediante un puente de barcas para invadir el territorio bárbaro.




Marco Aurelio tuvo que hacer frente al mayor intento de invasión bárbara desde los tiempos de la Roma republicana. Los frentes del Danubio y el Rin se vieron sacudidos por una oleada de ataques que no pudieron ser detenidos por las escasas guarniciones con que contaban los limes ya que la mayoría de las legiones se encontraban regresando de la campaña contra los partos.


Campañas de 171 a 175 contra los germanos.


Durante esta campaña marcomana la Legio XII Fulminata permaneció en su fortaleza junto al César, mientras el resto de las tropas siguió su marcha hasta que una enorme fuerza de cuados y marcomanos rodeó su campamento y lanzó un gran ataque, actuando como una formación romana rodeando el campamento con un movimiento de pinzas. Los legionarios resistieron, a pesar del agotamiento por la sed y el calor. Cuando la fortaleza estaba a punto de caer los romanos vieron como un rayo impactó sobre la torre de asedio enemiga y la incendió, desatándose una lluvia torrencial, que hizo huir a los germanos. El hecho fue conocido como el Milagro de la lluvia; algunos lo atribuyeron a las oraciones de los soldados cristianos de Baeza, al ver el desastre casi inevitable para el y su legión, ordenó hacer un sacrificio a sus dioses, lo que fue recompensado con el milagro mencionado.








 Esta batalla suele ser fechada en la campaña de 172, aunque otros autores la sitúan en la de 173 o 174.


Para los legionarios fue una señal de la providencia divina, que los acompañaba, incrementando su moral, lo que les permitió continuar con el plan original y avanzar hacia las montañas por el río, sin oposición por parte de los germanos; siguieron marchando hasta que los fuertes vientos, granizos y lluvias les hicieron retroceder. Los germanos veían estas tormentas como terribles y, como interpretaban su anterior derrota como castigo divino, desistieron de resistir. 

Los marcomanos ante el fracaso de su ataque y las terribles consecuencias de la ocupación imperial optaron por el sometimiento y acordaron la paz, cuyas condiciones, impuestas por Marco Aurelio, fueron durísimas, teniendo que entregar gran parte de su ganado, caballos y 13 000 prisioneros enviados a Italia por el César para repoblarla.

Según nos cuenta El Padre Francisco de Torres haciendo referencia a este hecho tan insólito, después de tan feliz suceso hizo merced el Emperador en común y en particular a los christianos, reconociendo en el hecho la victoria por efecto de sus oraciones, mandó debaxo de graves penas, tales, porque dexemos otras, lo de quemar vivos, que ningúno acusase a los christianos por sólo serlo, como se hacía antes; cesó con este decreto la persecución de la cohorte en su cabeza, dando títulos de honor a Baeza, de noble y a la Legión Duodécima.







En agradecimiento a  tal victoria la cohorte levantó una estatua al Emperador y en la vasa que era triangular, estampó por hieroglificos la victoria, en un plano puso un Aguila abierta las alas contra un globo deividido con dos zonas y ellas cruzadas entre sí, y todas partes mucho fuego. En el segundo con una mano, y con otra levantada un a palma. En el tercero esta inscripción:

IMP.CAES.
ANTO.
AVG. COH.
BAETORVM.
P.E.

También atendiendo Baeza a la mesma obligación de gratitud hizo demostración de ella en algunas medallas, que batió en honra del Emperador: una por sí, otra por su cohorte; en las primeras puso el título de noble a sombra de su autor, confesando averle recevido dél.





Las segundas monedas fueron por la cohorte, frisan mucho con los hieroglificos de la basa; muestran de un reverso la victoria, ofreciendo con la mano derecha una corona, y entorno COH.AVG.COHRS AVGVTALIVM, y de el otro el rostro y nombre del Emperador, con que los Augustales descendientes de los otros soldados de este mesmo nombre, que fundaron la colonia de Baeza, avían dado la victoria al emperador. Tengo algunas dudas de estas medallas que se han hallado dentro y fuera de Baeza; todas tienen de peso dos dragmas, son de cobre, pero bien labradas, las letras colonia nobilis están dentro de una corona cívica:














Fuentes:
Historia de Baeza. Padre Francisco de Torres
Wikipedia



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Al Bayyasi el último emir árabe que tuvo Andújar

al-Bayyasi ayudó a Fernando III a tomar algunas localidades giennenses como Montejícar, Pegalajar o Mengibar. Pero antes de abandona...