lunes, 6 de junio de 2016

CORONACIÓN DEL REY DE BAEZA ABENCOTBA



Año 732





Habiendo muerto el Rey Alvigualit Mirmamolin Jacobo Almanzor por la picadura de una araña y sucediéndole en los Reynos de las Arabias, África y España su hijo Alvigualt Abninar, acabaría en este el linaje de los reyes llamados “Aluilgualites Almanzores”.

Posteriormente España se dividió en 9 reinos: 7 en manos en posesión de los moros y 2 en manos cristianas. Los Reinos Moros eran Córdoba, Granada, Toledo, Murcia, Valencia, çaragoça y BAEZA.





Los alcaydes de las ciudades más principales de sus reinos se coronaron por reyes de la ciudad más principal de la Provincia que estaba a su cargo, uno de los cuales fue ABENCOTBA, que se proclamó Rey de Baeza. (Año 725)

Estas coronaciones causaron en España muchos robos, crueldades y muertes, a causa de las grandes guerras, que se hacían unos de estos reyes con otros, procurando desposeer a cada cual de sus posesiones y agrandar los suyos.

Muchas de estas guerras se produjeron en tierras de Baeza, por estar en la Puerta de Andalucía.





Tenemos constancia de que el rey Baezano tuvo que hacer frente al rey de Toledo (Mahometo Abenrahmin) en Sierra Morena (Puerto del Muradal) el cual contaba con un ejército de  10.000 infantes y 800 caballos. Aunque las fuerzas con las que contaba el rey baezano eran inferiores, éste le hizo frente a una legua antes de Bilches.

El historiador árabe llamado Hachr Calbaz nos dice que Abencotba aguardó al rey de Toledo en un lugar, que está en alto sitio fabricado, al pie de su sierra, con mucha gente de a pie y de a caballo; y por lo que sucediese, como produnte, el rey de Baeza fortificó las ciudades de su Reyno, haciendo buenas prevenciones en ellas.

Lo que parecía un desenlace inevitable se convirtió en un alivio para el rey baezano, al recibir al  embajador del rey de Toledo,  el cual le comunicó que no tenía intención de luchar contra él, sino que se dirigía hacia Córdoba para combatir contra el rey Abdilbar.

Llegó a los oídos del rey cordobés las intenciones de invasión de su vecino de Toledo, por cuanto dispuso un ejército de 15.000 infantes y 600 caballos y salir a su encuentro, encontrándose con él junto a un río pequeño, que se llama Guarromán, que entrando en Guadiel pierde su nombre.

El lugar en sí era una gran llanura junto a Bailén, un sitio que ya había sido utilizado como campo de batalla en otras contiendas anteriores como la que tuvo César con los hijos de Pompeio según nos apunta el famoso historiador árabe.

Tras esta contienda, el rey Baezano tomó conciencia y decidió fortificar Bilches con murallas y torres para que su castillo estuviese mas seguro y pudiera resistir mejor los futuros lances que pudiera tener con los reinos vecinos.


Restos Castillo de Vilches



No contento con esto Abencotba hizo levantar otro castillo hacia la parte de occidente de la misma Sierra, al cual le puso el nombre de HeznAzahar. Miguel de la Luna, dice: “que significa lo mesmo, que Castillo de la Guardia, que es oy Baños, de que ya emos en otra parte hablado”.

Castillo de la Guardia



También hizo fabricar un castillo en un lugar angosto, entre dos sierras muy altas y lo llamó HenzAzonbar, a quien Miguel de la Luna lo llamó después el Castillo de Pinares (Campillo de Arenas).


Restos Castillo de Campillo de Arenas




Fue tal su determinación por fortificar el reino de Baeza, que Abentoctba se hizo temer por su vecinos.

Pasado un tiempo, llegó un mensajero al reino y corte de Baeza del reino de Córdoba, proponiéndole un principio de unión entre ambos reinos, el cual duró durante algún tiempo.

Por aquellos tiempos el Rey don Pelayo, aprovechó la ocasión que le brindaban las contínuas batallas que emprendían los reinos de Aragón y Toledo, para hacerse con la ciudad de Cangas.

Don Pelayo



El Reino de Toledo temeroso del avance de Don Pelayo, mandó embajador al reino de Baeza para entablar amistad con éste y procurarse una tregua por un año.

De esta manera, el rey baezano Abencotba se garantizó tregua entre los reinos de Baeza, Córdoba y Toledo.

La fortuna le era favorable al rey Baezano, el cual gozando de una tregua entre los reinos de Córdoba y Toledo, decidió levantar el Alcázar para que fuese Palacio de su morada.

Deseoso de que la obra fuera reconocida por los reinos vecinos, por su grandiosidad y belleza, éste lo construyó con mármoles, piedras y demás materiales procedentes de la ciudad cercana de Cástulo.


Restos arqueológicos de Cástulo






De estas ruinas de Cástulo (ciudad romana), mandó el Rey Abencotba que se trabajase el material para el edificio de su Alcázar, del cual salió una obra maravillosa, fuerte y bien adornada.

El sitio donde se fabricó el Alcázar, se situaba entre el Humilladero, la Iglesia Colegial de nuestra Señora del Alcázar, las murallas y Puerta del Cuero.

Alcázar de Baeza antes de su demolición


Dicho Alcázar duró hasta que la reina Isabel la Católica lo mandó demoler debido a las contínuas contiendas entre las familias cristianas de los Cardenales y Benavides en el año 1476.







Fuentes:
Celtiberia.net
Historia Eclesiástica del Reino y Obispado de Jaén. Escrito por Francisco de Rus Puerta

Historia de Baeza. Francisco Torres

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