Es
considerado como el discípulo predilecto de San Juan de Ávila, “parecido en
todo a su gran Maestro, a quién procuró imitar y lo consiguió felizmente” “fue
el Eliseo de nuestro gran Elías, heredó su espíritu doblado…alcanzó un
magisterio y una doctrina tan sólida, que se puede seguir seguramente, y creer
a quién la santidad, las letras, la edad, la experiencia, el haberse criado al lado del padre Maestro Ávila, le hicieron
prudentísimo”(L. Muñoz, Vida, lib. 2º, cap. 12 y 14)
Diego Pérez de
Valdivia nació en Baeza en 1589 y murió en Barcelona en 1589.
Fue un sacerdote y teólogo del Humanismo español,
discípulo de San Juan de Ávila y catedrático de las universidades
de Baeza y de Barcelona.
Hijo de Juan Pérez y Catalina de
Valdivia, desde muy joven ya mostró gran devoción y voluntad de seguir la vida
religiosa. Quiso ser capuchino, pero no pudo
ingresar en la orden. No obstante, continúa su senda espiritual bajo la dirección
de san Juan de Àvila, ordenándose sacerdote y dedicándose a la predicación
popular.
Universidad de Salamanca |
En 1548 san Juan de Ávila lo envía
a estudiar a la Universidad de Salamanca, donde se doctora en Artes y Teología.
Universidad de Granada |
Fue profesor en las universidades
de Granada (durante
tres años) y de Baeza (entre 1549 y 1577) —donde obtuvo la cátedra de Sagradas Escrituras— y arcediano de Jaén(entre 1569 y 1574). Allí, su vida rigurosa y el éxito de su
predicación despertaron envidias y, como el mismo san Juan de Ávila, fue
calumniado y acusado ante el Santo Oficiode difundir
doctrinas sospechosas de herejía. Se le prohibió predicar y fue encarcelado en Córdoba hasta que se demostró su inocencia.
Universidad de Baeza |
De nuevo en Baeza declinó el
ofrecimiento del arcedianato, así como el nombramiento episcopal ofrecido por Felipe II y decidió
poner en práctica su deseo de viajar a Roma para obtener la bendición del
papa e ir a
predicar a tierras de infieles.
Al llegar a Valencia una larga tempestad le impidió
embarcar rumbo a Italia,
por lo que siguió camino hasta Barcelona. No obstante, nuevas tempestades (en
tres días diferentes) volvieron a impedirle que se embarcara allí, de modo que
interpretó el hecho como un signo de la voluntad divina para que permaneciera
en la península. Predicó en Valencia, donde conoció a Juan de
Ribera, Lluís Bertran y Nicolau Factor. Más tarde (1578)
fijó su residencia en Barcelona,
donde permaneció hasta su muerte.
Juan de Rivera |
Luis Beltrán |
A instancias del canónico Joan Vila (más tarde
obispo de Vich) el Consejo de
Ciento nombró a Pérez
profesor de Sagrada Escritura de la Universidad de Barcelona, cargo que
desempeñó hasta su muerte.
Universidad de Barcelona |
Vivía con doce compañeros retirado en la Torre
Pallaresa (Santa Coloma de Gramanet), pequeña
comunidad que mantenía con el sueldo de la cátedra y el dinero que obtenía de
la venta de sus libros y opúsculos, además de las limosnas que recibía sobre
todo a causa de sus muy populares sermones (merced a los cuales, especialmente
los de Cuaresma, se hizo famoso) que destacaban tanto por la categoría oratoria
de su autor como por su contenido teológico y su forma literaria: fue
denominado Apóstol de Cataluña.
Torre Pallaresa (Santa Coloma de Gramanet) |
Especialmente predicó para eliminar (sin éxito) los
bailes, las comedias y el carnaval y sus máscaras, que consideraba
inmorales y altamente perjudiciales.
Reformó la comunidad que servía en el Hospital de la Santa Cruz,
substituyendo a los enfermeros laicos y franceses por catalanes que formaron
una comunidad religiosa.
En 1581 fundó un asilo de pobres que poco después se
convirtió en la Casa de Misericordia de Barcelona —poniéndola bajo la
protección del municipio— para asistir a los necesitados y educarlos, y que
comenzó a funcionar en 1584. En la misma línea de asistencia social,
reconstruyó la capilla de la prisión barcelonesa y creó una Pía Congregación de
Caballeros que proveía el sostenimiento para los presos.
Entre las personas que lo eligieron como guía
espiritual estuvo la venerable Ángela Serafina Prat, a quien aconsejó la
fundación de las clarisas capuchinas.
Murió con fama de santidad el 28 de febrero de
1589. Su funeral fue una manifestación popular a la que asistieron el obispo,
el virrey y las personalidades de la ciudad; fue sepultado en el convento de
capuchinos de Montcalvari.
Convento de Montcalvari durante su asedio en 1714 |
ALGUNAS DE SUS OBRAS MAS DESTACADAS
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