El día 29 de agosto de
1326, durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, las tropas castellanas a
las órdenes del célebre escritor Don Juan Manuel, nieto de Fernando III,
derrotaron a las fuerzas del reino de Granada, dirigidas por el general Ozmín,
en la batalla de Guadalhorce, donde perdieron la vida unos 3.000 musulmanes.
Retrato que se supone representa a Don Juan Manuel, nieto del rey Fernando III de Castilla. (Catedral de Murcia) |
En la Gran Crónica de
Alfonso XI se consignó que en dicha batalla el pendón de Baeza fue roto por los
granadinos y que el alférez que lo llevaba, cuyo nombre no es mencionado, murió
defendiéndolo, y el historiador Joseph O'Callaghan afirmó que el pendón roto
fue el célebre Pendón de San Isidoro, conocido también como Pendón de Baeza, y
que esta es la primera vez en que dicho pendón fue mencionado en el siglo XIV
por su uso en una batalla. Sin embargo, dado que el pendón está datado entre
1350 y 1375, es imposible que el usado en la batalla de Guadalhorce fuera el
actualmente llamado pendón de Baeza o de San Isidoro.
Diversos historiadores
señalan que el alférez mayor de Baeza, Pedro Martínez de Xódar, fue el que
murió heroicamente defendiendo el pendón de su ciudad en la batalla de
Guadalhorce, y también afirman que tras perder las manos, el alférez lo sostuvo
con sus brazos amputados hasta que murió, y que debido a su hazaña sus
descendientes usaron el apellido Alférez de Jódar.
El alférez mayor era
el que alzaba el pendón real en las aclamaciones de los reyes y tenía voz y
voto en los cabildos de los ayuntamientos con asiento preeminente y el
privilegio de entrar en ellos con espada. Era reputada la dignidad de alférez
como uno de los oficios mayores de la corona, entre los cuales el primero y más
honrado es el de alférez, dice el rey don Alfonso el Sabio en sus Leyes de
Partida.
Portada de Las Siete Partidas, de la edición de 1555, glosada por Gregorio López. |
Sus muestras de valor
y de lealtad en la Batalla de Guadalhorce contra los moros en el año 1326,
quedaron reflejadas por el privilegio que otorgó a sus descendientes el rey D.
Alfonso XI y confirmó después D. Enrique III, el cual debido a su extensión
sólo he querido reflejar algunos párrafos del mismo. Dice así:
“ Don Enrique (etc..):
Al Concejo, Alcaldes y Escuderos, Oficiales y homes buenos de la Ciudad de
Baeza, y cualquier ó cualquier de vós á quien esta mi carta fuere mostrada, ó
el traslado della, signado de Escribano público: Salud y gracia. Sepades, que
ví vuestra petición, que me inviastes, por la cual me fizinstes saber, que
agora puede aver noventa años, que gran poderío de gente de caballos y peones
Moros del Reyno de Granada, se movieron á venir á la frontera á la parte de
Teba y con ellos Ozmin caudillo de la caballería de Granada, y que por servicio
de Dios y del Rey D. Alfonso mi bisabuelo, que Dios dé Santo Parayso, y por
defendimiento de la tierra, que se ayuntaron con D. Juan Manuel mi bisabuelo mucha
gente de esa frontera y desa Ciudad de á caballo y unos con los otros en su
lugar que dicen Guadalherce. En la cual dicha batalla decides, que uvo muerte
de mucha gente de ambas partes: á la batalla decides después acá la pelea de
Guadalherce. E que fue por Alferez del
Pendon desa Ciudad un vecino della, que le decían Pero Martínez, y que estando
la batalla presta, que el Pero Martinez con el dicho Pendon, que se fue á apear
en medio de la batalla de los moros. Lo cual fue causa que los Cristianos
comenzasen primero á ferir en los Moros muy derrezio, por lo que ovieron de
vencer. E que el dicho Pero Martinez teniendo el dicho Pendon, en medio de los
dichos Moros, que le cortaron los brazos, é que lo fallaron después entre los
brazos, que le tenía con los tocones por no lo desamparar, con verdadera
lealtad, é que murió allí de aquellas feridas y de otras que le fueron dadas.”
“…. Y por esta
razón el dicho Rey D. Alfonso, á vuestra petición y la de los Señores y
Caballeros que en la dicha pelea se acaecieron que dio su carta de privilegio, en que fizo merced á los que descendiesen del linaje del dicho
Pero Martínez, que fuesen francos é libres, é quitos para siempre jamás de los
Galeotes y de Cogedores, y empradonadores de monedas y de pechos, y de otros
tributos cualquier.”
“,,,,Dada en la
Villa de Briviega á tres días de Octubre año del Nacimiento de Nuestro Señor
Jesu Cristo, de 1399 años. Yo el Rey. Yo Gutierre Díaz lo fize escribir por
mandato de Nuestro Señor el Rey”.
Son sus armas: En oro, un moral de sinople con fruto de gules, y
dos cuervos de sable, al pie del moral. Bordura de gules con ocho aspas de oro.
El estudio del escudo heráldico familiar nos "habla" de quienes
formaron el origen de la familia A., pues esa era su función, la de manifestar
a los demás sus elementos diferenciales. Los esmaltes del arma de los A.
pregonan los siguientes valores: el Oro es el símbolo del Sol, origen de la
vida, sus características espirituales corresponden a la fé, clemencia, templanza,
caridad y justicia, por otra parte dicho esmalte señala a la familia con la
felicidad, el amor, la nobleza y el esplendor, es decir, es el más noble de los
metales.
Fuentes:
Wikipedia
Noticias y
Documentos para la Historia de Baeza. Fernando de Cózar
http://www.heraldrysinstitute.com/
HERÁLDICA Y GENEALOGÍA EN
EL SURESTE DE CÓRDOBA (Ss. XIII-XIX).
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