Las iglesias de El
Salvador, San Pablo, Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol, así como la
desaparecida de San Vicente, conformaban el arrabal noroeste de la ciudad de
Baeza, por lo que contaba con menor presencia de familias de la nobleza.
Su construcción
corresponde a distintas épocas: La puerta, empotrada en un lienzo de fachada de
buena sillería, pertenece por su estilo al románico de transición del siglo
XIII; de sillería sencilla y tosca, tiene una archivolta ligeramente apuntada y
sólo la moldura más interna lleva decoración vegetal y de cabezas.
No estamos seguros de
que este fuera su antiguo emplazamiento; se baraja la posibilidad de que
estuviera ubicado en otro lugar y perteneciera a un templo romano ya
desaparecido.
A la izquierda de la
puerta existe una inscripción en caracteres góticos que dice: “Juan de Cárdenas
me fizo” aunque se cree que esta inscripción es posterior a la fecha de
construcción de la puerta.
Su sencilla torre de
buena cantería, análoga a la de San Andrés pero cubierta con chapitel, fue
construida durante el pontificado del obispo D. Esteban Gabriel y Merino
(1523-1535), cuyos escudos ostentan sus esquinas.
Torre de la Iglesia del Salvador |
Iglesia de San Andrés |
En 1513 el Papa León X que lo colma de beneficios, lo nombra Arzobispo de Bari en 9 de Mayo y el 28 de Agosto Arcediano de Baeza, y el mismo Papa lo nombró Nuncio en España.
En el interior del
templo, probablemente del siglo XVI, consta de tres naves cubiertas por un
artesonado, que a principios del siglo XIX, fue tapado por unas falsas bóvedas;
después de la última reforma, ha sido descubierto.
Fotografía estado anterior del interior de la Iglesia |
José Molina Hipólito,
el cual formó parte activa de su recuperación e incluso fue promotor de quitar
el falso techo puesto que indagó y vio parte del artesonado mudéjar.
José Molina Hipólito |
Artesonado |
Las columnas tenían un
alto capitel y los arcos abiertos que hoy son cristaleras, eran capillas con una
mínima ventana por lo que había muy poca luz.
El párroco que había
en esos momentos era Francisco Jiménez Moya.
Las ventanas
abocinadas se abrieron en el muro de la calle en 1968.
Su retablo, del siglo
XVII, fue donado por Inés de Mexía, cuya familia es además Viedma por uno de
los escudos que lo corona.
Escudo de los Viedma |
Sobre la pila del agua
bendita, justo a la entrada al templo había un resto perteneciente al Convento
desaparecido de Santa María de Gracia. Se trata de un óvalo en mármol blanco
barroco, que representa a la Virgen del Val de Haro, hoy cambiado de lugar.
Fotografía con ubicación inicial |
Fotografía ubicación actual |
La Iglesia del Salvador conserva un magnífico
archivo de las Parroquias extinguidas, más el suyo propio.
Como curiosidad,
añadiremos que en 1787 hay una Capilla del Santísimo Cristo de la Expiración,
como consta en una estructura eclesiástica y adosada a la Iglesia por la calle
Campanario, existió también, en el siglo XVII, la capilla del Santo Cristo del
Osario.
Con una archivolta
ligeramente apuntada donde solo el baquetón más interno lleva decoración de
cabezas y palmetas; tres columnillas a cada lado coinciden con los moldurones
mayores
También tenía una
decoración de yeserías barrocas que fueron eliminadas en 1968 en su
restauración.
Su interior presenta
una planta basilical gótico-mudéjar de tres naves, de la primera mitad del
siglo XV
Sostienen las naves
siete pares de columnas con fuste de 15 a 17 tambores y capiteles de sólido y
abombado equino que llevan como única decoración un mocárabe en cada esquina.
Ante el altar mayor un
par de pilares de sección cuadrifolia y capiteles con decoración vegetal
Columnas y pilares
soportan arcos apuntados, todos de junta vertical y sobre los cuales va la
techumbre de madera mudéjar.
El artesonado mudejar
de estructura de doble vertiente, formando un emparrillado de vigas y largueros
y sobre ellos la tablazón; la ornamentación principal es de estrellas, grecas e
inscripciones en letra gótica; en la nave central hermosos y típicos tirantes.
En el muro de la
epístola se abren dos capillas de arcos apuntados
En el del Evangelio,
cuatro grandes arcos apuntados, dos con "pechuga" en las jambas, que
se abren al interesante patio y del que lo separan cuatro vidrieras emplomadas
de leve policromía que matizan la luz.
El altar mayor se
cubre con tres bóvedas mudéjares de ladrillo; tres retablos barrocos de
diferente factura adornan su paramento.
Rodeando al viejo
templo, por tres de sus lados, se inició a finales del siglo XVI una suntuosa
fábrica costeada por el obispo del Cuzco D. Antonio de Raya Navarrete, natural de Baeza.
Estado actual |
Las obras llegaron a estar más avanzadas de lo que hoy aparentan, pero se acabó
el numerario... y se salvó la vieja fáfrica.
En restauración |
Resanadas las
"ruinas", nos ofrecen un hermoso y romántico patio, con sus muros,
arcos apuntados y de medio punto, pilastras y columnas con capiteles y
entablamentos renacentistas, de donde parten los haces nervados cde sus
proyectadas bóvedas, lindas ventanas reanciente; otras románicas de incierta
procedencia, etc.,etc.
Una magnífica talla de
La Humildad, de finales del siglo XVI
Una escultura de La
Inmaculada de la escuela granadina de finales del siglo XVII.
A ella llegó como
párroco en septiembre de 1968 don Francisco Jiménez Moya, procedente de la
localidad de Villardompardo.
Este sacerdote era
natural de Jaén, estudió en el Seminario Diocesano, siendo ordenado en la misma
Capilla Mayor de la casa.
Al llegar a Baeza, la
iglesia del Salvador estaba amenazada de ruina inminente. Don Francisco junto
Roma con Santiago se plantó a reconstruir, reparar, adecentar el inmenso arte
que alberga el edificio eclesial. Lo consiguió y lo terminó en el año 1974.
El
dinero salió de la Dirección General de Bellas Artes. El arquitecto era un
granadino de buena ley que hizo buena amistad con aquel cura trabajador por su
parroquia, donde levantó, también, una casa parroquial para él y su madre.
Sobre la puerta
adintelada que da acceso a la sacristía esta el relieve renacentista en mármol
ovalado, con Nuestra Señora del Val de Haro, madonna de la Asunción entre rayos
y cabezas de querubines italianizantes.
Procede de la desaparecida iglesia de
Santa María de Gracia.
En la sacristía se
encuentran, una custodia de templete, de la segunda mitad del siglo XVI, obra
renacentista de plata sobredorada con esmaltes y mar calla por Diego López, que
lleva la leyenda "DIOLA ANTON ALCALDE"; otra custodia tipo sol del
siglo XVIII, con marca de Córdoba; un medallón barroco de finales del siglo
XVII representando a Nuestra Señora de Val de Haro, y un copón realizado por
León Guzmán y hecho en Granada en el siglo XIX.
También conserva
legajos concernientes a la iglesia del Espíritu Santo y los cuadernos de
matriculas desde finales del siglo XVII, que reflejan un registro excepcional
del callejero baezano.
Fuentes:
Antologia
Histórico-Artística de la ciudad de Baeza. Autor P.Ayala Cañada
Baeza del 1950 al 1970. Autores Josefa Inés Montoro de Viedma y Fernando Viedma Puche
Baeza del 1950 al 1970. Autores Josefa Inés Montoro de Viedma y Fernando Viedma Puche
Aquí solo hay del salvador, como se ven las de las otras iglesias?
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