martes, 8 de marzo de 2016

FUENTE ARCA DEL AGUA






Esta fuente se ubica en el paseo homónimo, antiguo mentidero local e inicio del camino de Baeza a Úbeda. Se trata de un ejemplar de corte neoclásico de pilar adosado, provisto de pileta y caño con pulsador. Veneras, apilastrados y copete de aletones y con la heráldica local decoran su paramento. 







A ella llegaba el agua del manantial de la Celadilla, a unos 2 km. de distancia, cuya mina terminaba en un "arca" o alberca de decantación que ha dado nombre a la fuente: un sistema de abastecimiento hidráulico creado a mediados del siglo XVI y que alimentaba a otras fuentes públicas, como las de Santa María, Puerta de Úbeda y Puerta de Toledo. Aunque data desde entonces, la actual fuente es de finales del siglo XIX.












La fuente del Arca del Agua tiene su origen en la construcción, aprox. entre 1556 y 1564, de un nuevo sistema de abastecimiento hidráulico para Baeza, que llevaría el agua a los barrios alto de la ciudad intramuros, dado que el más antiguo, de la mina de la fuente del Moro sólo llegaba a las fuentes extramuros en la zona más baja de la población. 




Este novedoso sistema culminaría el segundo año citado con la construcción de la monumental fuente de Santa María, una de cuyas cartelas alude a dicha fecha y al autor ingenieril del proyecto, el "maestro de traer y sacar el agua" Ginés Martínez. 


La mina del Arca del Agua, correspondiente a la tecnología de raigambre islámica de los "qanats" (pozo madre, galería drenante y varios pozos de aireación, aunque en este caso con la diferencia de que hay más de un venero y el agua se recoge a lo largo de la mina por filtración) tiene su origen en la zona de Los Llanos, conocida de antiguo como La Celadilla. 








Se trata de una mina de unos 2,5 kilómetros de longitud, en dirección NO, hasta las inmediaciones de la fuente, estando el arca final de decantación hoy día a nivel subterráneo a escasa distancia de la fuente y bajo un depósito elevador de agua moderno ubicado en las instalaciones del polideportivo muncipal. 





Por desgracia, el hundimiento moderno de algunos pozos de ventilación ha supuesto que la mina hoy día ya no sea practicable y que su antiguo caudal haya quedado obstruído por acúmulos de arcillas, por lo que el agua actual de la fuente deriva del abastecimiento moderno de la ciudad, derivado del Guadalquivir, a la altura de Mogón, aunque bien es cierto que hasta mediados del siglo XX estuvo operativo el viejo abasto hidráulico de la Mina del Arca del Agua.







La primitiva fuente del Arca del Agua debió tener su origen, como queda dicho, en el depósito de decantación en el que terminaba la mina construida a mediados del siglo XVI. Existía con total seguridad en 1590, año en que tuvo que ser reparada, pero es posible que hasta 1695 no adquiriese una fisonomía más monumental, dado que entonces la zona se convirtió en paseo público y entonces se añadió al viejo pilarillo un abrevadero para las caballerías, el cual en 1711 se trasladó al final del paseo (para que los animales no estorbasen a los viandantes), fue desmontado en la década de 1980 y llevado finalmente a la calle Romero Mengíbar, donde hoy se encuentra.







En 1751 hubo que cambiar sus caños metálicos por otros de piedra, dados los hurtos que solían producirse.

 










Consta que en 1883 se estaba remodelando el paso del Arca del agua, con la construcción de paseos laterales y espacios ajardinados. De entonces debe datar la actual fuente, que sustituiría a otra más sencilla, provista de pilas para llenado de cánatros y un pilar abrevadero a escasa distancia, ubicado éste hoy día, como queda dicho, en la calle Romero Mengíbar

 

El Paseo del Arca del Agua ha tenido históricamente una gran importancia para la ciudad, dado que se ubicaba al inicio del histórico camino de Baeza a Úbeda, de gran importancia, por unir el intenso tráfago entre ambas ciudades y por ser haber sido en otras épocas uno de los pasos principales entre la Mancha y Andalucía Oriental. Cerca se ubicaban el arrabal de San Lázaro y el gran Ejido o campo comunal para la trilla y ejercicios ecuestres, comparable, según los cronistas locales barrocos, con el Campo Grande de Valladolid.

Dado que era la primera de las fuentes de la mina del Arca del Agua, preferida por su sabor a las aguas más salobres de la mina de la Fuente del Moro, en épocas de sequía era habitual que los vecinos se desplazasen hasta ella para llenar agua, cuando no llegaba bien hasta las principales fuentes intramuros conectadas a ella, como eran las de Santa María, puertas de Úbeda y de Toledo.
Consta que en 1641 el Concejo prohibió a las mujeres ir a ella de noche "por estar en campo yermo y despoblado" y por los desórdenes que ello podría acarrear.


A finales del siglo XVII las inmediaciones de la fuente se convirtieron en paseo público, donde "los vecinos de esta ciudad se salen a divertir, por ser donde entran muchos forasteros"; es decir, el principal mentidero local. Aquel espacio contó también con elementos pietistas, pues según se deduce de la documentación en 1731 fueron remodelados el humilladero y la cruz exietentes en su entorno. 
Curiosamente, esta función religiosa se recuperó con la construcción, en 1990, de la actua ermita dedicada a San Cristobal. Ese papel de esparcimiento y ocio del lugar dio paso a finales del siglo XIX a la remodelación de la zona como espacio ajardinado, para pasear, uso que sigue teniendo hoy en día. 
Frente a la fuente se ubica uno de los escasos monumentos escultóricos de carácter público de la ciudad, el monolito dedicado a la memoria del militar baezano Arredondo, doblemente condecorado en las campañas de África de la década de 1920.











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Fuente: Conoce tus fuentes 

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