El músico Bartolomé Ramos de
Pareja (Baeza, 1440 – Roma, 1521-22) fue el teórico de la música más
sobresaliente de la Europa del siglo XV. Sus postulados fueron tan
vanguardistas que es la principal influencia del célebre Johann Sebastian Bach
en su insuperable obra El clave bien temperado donde fija la música que hoy día
conocemos.
Según el musicólogo Baltasar
Saldoni (1807-1889) en su indispensable Diccionario biográfico-bibliográfico de
efemérides de músicos españoles, Bartolomé Ramos de Pareja nació en Baeza el 25
de enero de 1440. Todo lo que conocemos acerca de su vida personal es gracias a
los comentarios y anotaciones autobiográficas que anotó en su única obra conocida,
De Música Práctica. Este volumen es considerado por los especialistas
(publicación de un muy alto nivel técnico) como la mejor divulgación de su
tiempo y una de las que cambió la historia de la música.
Para que nos hagamos una idea de
la dimensión de este músico de Baeza debemos decir que es considerado como el
primer teórico musical del Renacimiento pues introduce con su pensamiento la
mentalidad práctica y racional del humanismo que cambia la forma de entender la
música hasta entonces concebida. Además, Ramos de Pareja no sólo se limitó a
escribir sobre la ciencia musical sino que también fue compositor (aunque no
nos ha llegado ninguna obra) y un excelente matemático, cuestión ésta última
clave en su formación. Los mejores investigadores de la teoría musical se ponen
de acuerdo en afirmar que la creación de su innovador «sistema temperado justo»
es el antecedente del sistema implantado por el genial Johann Sebastian Bach
(1685 – 1750) que consagró en su obra El clave bien temperado (1722) y que revolucionó
la historia de la música. El profesor de Historia y Estética de la Música de la
Universidad Complutense de Madrid, Andrés Ruiz Tarazona, lo define como «el
mejor representante del espíritu innovador y cientifista del hombre español del
renacimiento»
El músico baezano era una persona
de pequeña estatura, de oratoria tremendamente irónica y de carácter enérgico y
turbulento, lo cual lo llevó a defender enconadamente sus postulados frente a
las más altas personalidades de la música europea. Además parece ser que fue un
hombre de vida libertina pues uno de sus discípulos, Giovanni Sparato, en carta
redactada en 1532 indica que su maestro no llegó a terminar su última obra
porque «él se cuidaba de cierto modo suyo de vivir lascivo, el cual fue la
causa de su muerte»
Lamentablemente de todo su legado
sólo conocemos la ya mencionada De Música Práctica. Fue escrita, como era
habitual, en latín (traducida al español por primera vez en 1983 por Clemente
Terni con estudio preliminar de Carlos
Romero de Lecea) teniendo por título original De música tractatus, sive música
práctica que vio la luz en Bolonia en el año 1482 en el taller del maestro
impresor Baltasar de Hiriberia.
La base del éxito de Ramos de
Pareja, entre otras muchas cuestiones técnicas, es su profundo conocimiento de
la música antigua y medieval lo que le permite ser un pionero en una nueva
concepción de la música (hasta entonces muy anquilosada en la tradición
medieval) elaborando una teoría clara y sencilla, realmente práctica.
Poco sabemos de cuándo sale de su
Baeza natal y del lugar donde adquiere formación académica. En su tratado nos
indica que es discípulo de Johannes de Monte (personaje poco conocido pero que
parece ser que fue cantor de la Corte Pontificia entre 1447 y 1457 y al que
Ramos compara con los afamados músicos Ockeghem y Dufay). Es probable que
iniciara sus estudios en la Universidad de Salamanca (recordemos que la
Universidad de Baeza se crea en época posterior, 1538) donde fue catedrático
pero en fechas imprecisas.
Es en esta ciudad universitaria
donde tiene un abierto enfrentamiento con Tristán de Silva y sobre todo con el
teólogo Pedro de Osma (maestro de Antonio de Nebrija) del que no nos ha llegado
obra alguna pues fueron mandadas quemar por la Inquisición pero que era una
personalidad muy notable. Esta discusión le llevó a escribir a Ramos un tratado
en lengua castellana que lamentablemente no conocemos.
Vida y confrontaciones en Italia
Parece ser que hacia 1472 se
encuentra en Florencia (principal foco cultural del momento en toda Europa) y
por la publicación de su obra legada sabemos que hacia 1482 o antes vivía en
Bolonia. Bartolomé Ramos fue un teórico totalmente consciente de su capacidad y
de lo novedoso de algunos de sus postulados. De ahí que en el prólogo de su
excepcional obra comente «…hemos dado a la luz la presente obra esperando que,
aunque quizá entre los contemporáneos haya quienes, movidos por la envidia, se
sientan más inclinados a censurarla que a favorecerla, haya también muchos
entre los venideros que, sepultando el veneno de la envidia, alaben nuestro
trabajo y movidos por el amor de la virtud presten su favor a nuestra obra»
Esta reflexión iba claramente
dirigida al erudito milanés Francino Gaffori que era toda una eminencia en la
Italia de su tiempo con el que se enfrentó abiertamente pues éste no entendía
la actitud “empírica” de Ramos.
El cantor del Duomo de Milán era
un enconado defensor del viejo sistema hexacordal atribuido a Guido d´Arezzo
(991/2 – 1050) del que Bartolomé Ramos critica la complejidad, deficiencia y
contradicciones y del que dijo que «debió ser mejor monje que músico».
Un músico del Renacimiento
adelantado a su época
Estas antiguas teorías, aunque
nunca llegaron a ser bien entendidas se respetaron durante siglos y el maestro
baezano dedicó parte de su vida a facilitar a los incultos cantores de la época
la comprensión de los problemas musicales sin perderse en la farragosa teoría
de Boecio vigente desde el siglo VI. Podemos asegurar, por lo tanto, que esta
percepción del lenguaje musical (muy avanzada para la época) supuso un giro en
la historia de la música en búsqueda de un arte práctico como aseveraba el
propio Ramos «yo siempre he tenido más interés por la verdad que por la
facundia».
Además de lo que venimos
argumentando lo más importante de su aportación puede resumirse, a grandes
rasgos, en lo siguiente:
Una escala basada en la octava y
dividida en tonos y semitonos iguales, asimilable al temperamento igual.
Un sistema de solmización también
basado en la octava, sustituyendo la antigua nomenclatura hexacordal de las
notas.
Un temperamento justo (el primero
que se puede censar) que ya siempre llevaría su nombre y que durante largo
tiempo fue de uso común en todo Occidente.
A Ramos de Pareja también se le
reconoce el hecho de haber descrito con gran precisión algunos instrumentos de
su época (lo cual adquiere un gran valor pues son objetos que no existen en la
actualidad) como por ejemplo el “pluricordio” del que dice «En este instrumento
dividido así hasta los semitonos se ponen más cuerdas unas más gruesas, otras
más finas. Sin embargo, actualmente usan de cinco dispuestas de tal modo que
las más gruesas en toda su extensión suene un tono por debajo de la
proslambanómenos (…) Ésta será la cuerda que los modernos llaman retrópolis…
casi todos los instrumentos modernos que se llaman policordios (pluricordio),
que hemos hallado en Italia, incluidos los órganos y otros instrumentos
completos divididos por semitonos, empiezan por esta cuerda…»
En la Europa de finales del siglo
XV y comienzos del siglo XVI lo que le dio fama internacional y por lo que ha
pasado a la historia de la música es precisamente su «temperamento justo» o
también conocido como temperamento justo pitagórico. Éste consistía en obtener,
simultáneamente, el mayor número posible de quintas y terceras justas
(partiendo de que ambos intervalos modales eran matemáticamente incompatibles).
El maestro baezano lo consigue bajando una coma sintónica gracias a sus
conocimientos matemáticos y lo justifica por el hecho de hacerle a los cantores
más asequible la compleja visión de Boecio que suponía «grandes sudores leyendo
una y otra vez en muchas vigilias los preceptos de los antiguos» y además
quería superar los fallos de sus coetáneos con la vetusta interpretación
«procurando evitar los errores de los modernos»
Los últimos años de nuestro ilustre
hombre del renacimiento y del humanismo parecen discurrir en Roma donde llega
cansado de los incesantes ataques de sus detractores en Bolonia y Milán (entre
ellos destacamos al gran Leonardo Da Vinci ferviente seguidor de Francino
Gaffori) muriendo en la ciudad eterna en el año 1521 o 1522.
Que Ramos de Pareja fue un
adelantado a su tiempo lo constata esta contemporánea afirmación impropia de un
hombre del siglo XV. «No hay duda que la música causa efectos admirables. El
ardor de la sangre se extingue con la música» y también esto otro; «sin duda
alguna tiene la música una enorme energía y gran influencia sobre los espíritus
humanos, ya quiera calmarlos o excitarlos»
Fuente:
http://turistouronline.com/2018/05/07/un-baezano-musico-pionero-del-renacimiento-europeo/
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