Jimena Jurado sigue fielmente este tratado al referirse a las devociones e imágenes de la ermita de la Yedra, y reproduce grabados similares a los que aparecen en la Relación. Algo similar ocurre con la predicación de San Vicente, la conservación del púlpito desde el que predicó y la casa donde se alojó. En el caso de la imagen del Cristo, Jimena explica su origen recogiendo una cita de Rus Puerta.
La Virgen descrita por Salcedo de manera precisa coincide con la desaparecida en la Guerra Civil cuya foto reproducimos y que algunas fuentes consultadas, apuntan estar en una casa de Baeza sin haberlo podido confirmar hasta el momento.
La describen así:
la imagen de nuestra señora que hay en esta ermita es antiquísima,de estatura de un codo en alto poco más, de obra muy antigua a lo godo, y casi perdido el color con la mucha edad. El niño que tiene sale del costado y se descubre como de medio arriba.se trata de un escultura en piedra policromada de escasa calidad artística que sigue a otras de Baeza y puede ser datada a finales del s.XV.
Está descrita de estilo “a lo godo” como sinónimo de medieval en el s. XVII. como en otros casos, se habla de escultura bizantina para otorgarle antigüedad, e incluso remontar sus orígenes hasta el evangelista s. lucas (p. e., Virgen del Rosell de cartagena o la Virgen de la cabeza)
Al hablar del origen de los dos nombres con el que se conocía la imagen (del Rosel, de la Yedra), resulta interesante la aclaración del primitivo del Rosel. Popularmente esta denominación se ha relacionado con el término rosal, tal vez por homofonía o por la frecuencia con la que es representada la Virgen con una rosa en la mano. Sin embargo, el autor relaciona el nombre con el topónimo del lugar donde se ubica la ermita:
hay una antigua casa y ermita con la vocación de Nuestra Señora,que antiguamente tenía apellido Nuestra Señora del Rosel, como le tenía también toda aquella cañada, según consta de antiguos papeles y escrituras.
Esta referencia al topónimo nos permite establecer conexiones con la Virgen del Rosell de Cartagena bajo cuya advocación creó Alfonso X la Orden de Santa María de España, llamada después Orden de Cartagena y que más tarde, cuando la Virgen del Rosell es nombrada
como de la Estrella, se llamaría Orden de la Estrella siendo su
sello una estrella de ocho puntas y en su centro la imagen sedente de la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo. La base de este simbolismo está contenida en la cantiga CCCXV del rey sabio:
como de la Estrella, se llamaría Orden de la Estrella siendo su
sello una estrella de ocho puntas y en su centro la imagen sedente de la Virgen con el Niño en el brazo izquierdo. La base de este simbolismo está contenida en la cantiga CCCXV del rey sabio:
Con dereit’ a Virgen Santa / A’ nome Strela do día
Ca assi pelo mar grande / Como pela tierra guía
Ca assi pelo mar grande / Como pela tierra guía
La leyenda sobre el origen de esta imagen refiere que un pescador llamado Ros, de ahí Rosell, la encontró flotando sobre las olas del mar. La Orden alfonsina fue creada, precisamente, para los fechos de la mar. Por eso se establecieron sus sedes en Cartagena, La Coruña,
San Sebastián y el Puerto de Santa María. Fue instruida al modo de la de Calatrava e integrada en la orden del Císter. Tras el desastre de Algeciras (1278), la Orden de la Estrella desempeñó sus servicios en la frontera con el Reino de Granada y más tarde, para paliar el estrago ocasionado entre los efectivos santiaguistas en Moclín (1281), se disolvió y sus miembros pasaron a formar parte de la Orden de Santiago.
El rey había concedido, en su momento, privilegios especiales
a los pastores de la Orden para que pudieran llevar sus ganados por todo el territorio castellano sin abonar tributos de ninguna clase.
San Sebastián y el Puerto de Santa María. Fue instruida al modo de la de Calatrava e integrada en la orden del Císter. Tras el desastre de Algeciras (1278), la Orden de la Estrella desempeñó sus servicios en la frontera con el Reino de Granada y más tarde, para paliar el estrago ocasionado entre los efectivos santiaguistas en Moclín (1281), se disolvió y sus miembros pasaron a formar parte de la Orden de Santiago.
El rey había concedido, en su momento, privilegios especiales
a los pastores de la Orden para que pudieran llevar sus ganados por todo el territorio castellano sin abonar tributos de ninguna clase.
No sería, pues, extraño que la devoción a la Virgen del Rosell se hubiera extendido a estas zonas con el nombre primitivo de Virgen del Rosel, o Virgen de la Estrella como se cita en otras localidades.
Esta advocación de Santa María del Rosell fue la patrona de Cartagena hasta el s. XVIII. Es una curiosa coincidencia que, precisamente, el obispo don Sancho Dávila procediera del obispado de Cartagena cuando se hizo cargo de la sede de Jaén.
la de Calatrava e integrada en la orden del Císter. Tras el desastre de Algeciras (1278), la Orden de la Estrella desempeñó sus servicios en la frontera con el Reino de Granada y más tarde, para paliar el estrago ocasionado entre los efectivos santiaguistas en Moclín (1281), se disolvió y sus miembros pasaron a formar parte de la Orden de Santiago.
El rey había concedido, en su momento, privilegios especiales
a los pastores de la Orden para que pudieran llevar sus ganados por todo el territorio castellano sin abonar tributos de ninguna clase
a los pastores de la Orden para que pudieran llevar sus ganados por todo el territorio castellano sin abonar tributos de ninguna clase
No sería, pues, extraño que la devoción a la Virgen del Rosell se hubiera extendido a estas zonas con el nombre primitivo de Virgen del Rosel, o Virgen de la Estrella como se cita en otras localidades.
Esta advocación de Santa María del Rosell fue la patrona de Cartagena hasta el s. XVIII. Es una curiosa coincidencia que, precisamente, el obispo don Sancho Dávila procediera del obispado de Cartagena cuando se hizo cargo de la sede de Jaén.
Fuentes Consultadas:
Relación de algunas cosas insignes que tiene este Reyno y Obispado de Jaen de Salcedo de Aguirre y de las Descripciones
Autora: Dolores Rincón González.
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