Felipe IV |
El Rey Felipe IV
visitó Baeza el 12 de abril de 1624 cuando sólo tenía 19 años de edad y 3 años de reinado acompañado de su séquito, en el que
figuraban:
Infante Carlos |
Cardenal Zapata |
Cardenal Moscosso y Sandoval |
Todos ellos se hospedaron en la casa del
Arcediano D. Diego de Toledo, donde hoy está el Colegio Filipense, oyendo una
misa rezada en la Iglesia de Santa Cruz, a la mañana siguiente y continuando su viaje, lo
que motivó disgusto en los cabildos municipal y catedralicio que habían
organizado fiestas y ceremonias en su honor.
Antigua Iglesia de Santa Cruz |
Iglesia Santa Cruz en la actualidad y al lado, Colegio Filipenses |
Hoy sabemos que la
comitiva estaba formada además por el Comendador de Zurita, don Diego Hurtado
de Mendoza; don Juan Alonso Enríquez de Cabrera, almirante de Castilla; don
Enrique Enríquez; el duque del Infantado; el marqués del Carpio; don Francisco
Quevedo de Villegas; don Gaspar de Tebes; don Francisco Marbelli; don Enrique
de Cárdenas; don Mateo Montoro; el señor Patriarca de las Indias, Iltimo Señor
General Zapata y numerosos palaciegos más, además de un ejército de criados y
servidores, cocheros, mozos de retrete, trompeteros, mozos de mulas, literos,
escoltas militares…., lo que significaba que alojarlos a todos ellos no era
tarea fácil.
Quizás este hecho por sí
mismo no tenga una especial relevancia, pero si indagamos más sobre los
preparativos previos a su visita, entenderemos el malestar del pueblo de Baeza
por su visita “tan corta”.
Interior Iglesia de Santa Cruz |
Desde que Fernando III
tomó posesión de Jaén, fueron frecuentes las visitas reales a Jaén,
reconociendo así la importancia de esta provincia la cual fue frontera de
moros.
Terminada la unidad
nacional por los Reyes Católicos, Jaén fue perdiendo interés para la corona,
recibiendo la visita de sus diferentes reyes cada 50 años de diferencia entre
unos y otros.
Carlos I lo hizo en
1526 y Felipe II 44 años más tarde (1570) . 54 años más tarde lo haría Felipe
IV lo que creó gran expectación en los pueblos de la provincia de Jaén.
Lo curioso de esta
visita es que al parecer, no fue una visita de “cortesía” sino por necesidad.
Fallecido su padre
(Felipe III), Felipe IV fue proclamado rey cuando apenas contaba con 17 años de
edad. Éste entregó inmediatamente el gobierno de la monarquía a don Gaspar de
Guzmán, conde de Olivares el cual rompió la paz que mantenía Felipe III y abrió
nuevas hostilidades con Holanda.
Duque de Olivares |
La versión oficial es
que la visita de Felipe IV a Andalucía se debía a que por entonces, los
holandeses y los berberiscos amenazaban las costas españolas y quería ponerlas
en estado de defensa.
Al tiempo se supo que
aquellas visitas por tierras andaluzas tenían otros fines: el duque que
olivares lo utilizó para recaudar regalos y así costear el derroche de la corte madrileña y
sufragar los gastos de las guerras que mantenían.
Guerra contra los Holandeses. Rendición de Breda 1625 |
De hecho, el viaje no
se realizó en una época propicia para viajar sino con tiempo adverso,
temperaturas bajas y frecuentes precipitaciones.
Salió de Madrid el 8
de febrero y no volvió hasta el 19 de abril.
Se nos relata que la primera visita que realizo a la Provincia de Jaén fué a Santisteban del Puerto el día 14 de febrero donde fue atendido por don
Francisco de Benavides y de la Cueva, el cual lo recibió con una iluminación de
muchas lamparillas y un cordel de cohetes “que venía uno y respondía otro”. Don Joaquín Mercado Egea, en su libro “La muy
Ilustre Villa de Santisteban del Puerto” de 1973 relata con detalle estos
hechos.
A partir de allí, el
viaje siguió a través del Condado y de la loma hasta Linares. Desde allí visito
otras ciudades y provincias como Linares , El Caripio y Córdoba, Huelva
(Doñana), Cádiz, Málaga y Granada antes de su llegada a Baeza.
En previsión de su llegada a
Jaén, hizo mandar un requerimiento en el cual se ordenaba aderezar los caminos
donde transitaría el Rey con su séquito lo que supuso un gran desembolso económico
para la misma. Uno de los caminos que se tuvieron que arreglar fué el Camino Real (Jaén-Baeza).
A Baeza llegó a las
17:30h del día 12 de abril, de lo cual da fe de ello Fernando de Cózar en su
libro “Historia de Baeza”.
Apenas 1 día estuvo
también alojado en Jaén Capital antes de su llegada a Baeza, a pesar de los
grandes preparativos que se realizaron antes de su llegada.
Fernando de Cózar nos
describe como era fue su llegada:
Trompeteros a caballo
anunciando el cortejo. Jinetes a toda gala, pluas en chambergos, terciopelos,
lazos, bordados, golas almidonadas, armas relucientes, finas espuelas, ricos
arneses y arreos, arcabuces, pesadas cadenas de oro y bandas sobre los pechos.
Literas o palanquines transportados por mulas, carros cargados de equipajes, bastamentos
o provisiones. Mozos de mulas, lacayos, cocheros, lucidas escoltas…, y en lugar
preferente, el rey “en una carroza con seis mulas, dos cocheros y viniendo al
vidrio el marqués del Carpio”.
A su llegada a Baeza
recorrió la calle Santo Domingo, Puerta de Toledo, Calderones, Zapatería,
Mercado, Barreras, Puerta de Úbeda, calle Sacramento y Plaza Santa María y su
salida al día siguiente lo realizo recorriendo las calle Compañía, San Pablo y
el Ejido.
Croquis recorrido oficial |
La visita a Baeza se
preveía más larga. Nos dan minuciosa cuenta las actas del cabildo de 9,10,12 y
13 de Abril de 1624, pero como hemos visto no fue así.
Es por ello, que tras
el estudio de Rafael Ortega y Sacrista deducimos que la visita que realizó a la
ciudad de Baeza solo tuvo un carácter recaudatorio y no de cortesía, aunque por aquella época aquellos baezanos desconocían el significado de aquella visita.
Fuentes:
La Visita de Felipe IV
a Jaén. Autor Rafael Ortega y Sacrista
Noticias y Documentos para la Historia de Baeza. Autor Fernando de Cózar Martínez. Pag. 505
No hay comentarios:
Publicar un comentario