Cuando decidí recabar
información sobre el Convento de la Encarnación de Baeza para la realización de
un vídeo sobre su historia, observé dos cosas que me llamaron especialmente la
atención.
Por un lado, la información
que se da en páginas de internet es escasa o prácticamente nula (copia una de
otras), en las que sólo hacen referencia a la fecha de su fundación: “Este convento se fundó en 1599, en el lugar
donde existió el antiguo Hospital de la Encarnación”.
Por otro lado, mis
investigaciones no me han llevado a pensar que realmente el Convento se fundó
donde anteriormente existió el antiguo Hospital de la Encarnación, algo que confirma
Josefa Inés Montoro de Viedma (Archivera Municipal) en su libro “Baeza de 1950
a 1970” (pag.145) donde nos dice: “Fue fundado en los albores del siglo XVII
entre las calles San Francisco e Imagen y nada tiene que ver con el antiguo
Hospital de la Encarnación ubicado en el recinto amurallado”.
Supongo que la información que
ha manejado para afirmar que el Convento fue construido bajo las ruinas del
antiguo Hospital, proviene de la publicación de Fernando de Cózar en su libro “Noticias
y Documentos para la Historia de Baeza” publicado en el año 1884. Éste nos
dice: “ Sirvió de base a la construcción de este edificio el del antiguo
hospital que allí existía, fundado para curar pobres enfermos y que se titulaba
de la Encarnación, cuyo nombre aún se dá al Convento, sin que podamos fijar la
fecha e historia de esta obra pía, por no hallar antecedentes de ella”.
Sin embargo, en la Historia
General de los religiosos descalzos….., escrito por el padre Fr. Pedro de San
Francisco, publicado en Zaragoza en 1756 nos aporta datos sobre cuando y quien
construyó el Hospital de la Encarnación.
El Baezano Don Lope Martínez,
fundó en esta ciudad un Hospital, con el título de “La Encarnación”.
Su sobrino D. Rodrigo Martínez
de León que se hallaba en Perú, dejó testamento el día 18 de noviembre de 1612,
en el cual dejó dicho que sus bienes se remitiesen la ciudad de Baeza (10.000
pesos) para la fundación de una Capellanía en el Hospital de la Encarnación.
Esta se había de erigir con
obligación de quinientas Mitlas anuales, siendo capellanes sus mas cercanos
parientes y declaraba que si en algún momento se erigiera en Baeza Convento,
esta debía pertenecerle la Capellanía, con el goce entero de su renta.
Don Alfonso Martínez Noguera,
sobrino de Don Rodrigo y Patrón de la Capellanía ya fundada, dio su permiso el
día 15 de septiembre de 1619 para la erección del Convento.
Unos meses antes, el 17 de
abril de dicho año, el Obispo de Jaén Moscosso Sandoval escribió a su Magestad
el Rey para que favoreciese su fundación.
El 16 de Marzo de 1617 ante
Antonio Figueroa, Notario Público, otorgó una escritura como Patrón, que era
también el Hospital, en la cual decía que no pudiendo mantenerse el Hospital de
la Encarnación con 60.000 maravedis, que tenía de renta, pues aunque se cobrara
todo, apenas podría mantenerse uno o dos enfermos, y no siendo por otra parte
necesario en la Ciudad, por esta ya el Hospital General.
Foto Pando Barrer Año 1948 |
Manuel Morales Borrero,
Consejero del Instituto de Estudios Giennenses y profesor de la Universiad en
su tesis “El Convento de Carmelitas Descalzas de la Encarnación, de Baeza (1599)
nos arroja muchos datos de interés sobre su fundación y de las monjas que
habitaron esta congregación religiosa.
Desde hacía tiempo, se deseaba
fundar convento de Descalzas en la ciudad de Baeza, pero el patrono que más lo
pretendía ponía como condición que ingresasen en él nada mas y nada menos que
nueve religiosas de una misma familia y tal deseo iba en contra del espíritu
teresiano.
Este fue el principal motivo
por el cual fray Jerónimo de la Madre de Dios (Gracián) se opuso, pasaron los
años y la fundación no se llevaba a cabo.
Ya en 1589, gobernando el
Carmelo fray Elías de San Martín que fue el segundo General que tuvo la
Reforma, el canónigo Luis de Mendoza dejó sus bienes para que con ellos se
fundase un convento de religiosas.
El canónigo, que antes había estado
casado y se hizo clérigo después de quedar viudo, tenía una hija llamada
Aldonza de Mendoza en el Convento de Santa Clara, y a ésta le dejó encargado en
su testamento que se ocupase de los detalles de la fundación, dándole libertad
para que el nuevo convento fuese de la orden que ella eligiese.
De igual forma, dejó nombrados
por patronos a Miguel de Mendoza y a Juan Rodríguez de los Díez, veinticuatro
de Baeza.
Esta se inclinó a que la nueva
fundación fuera de carmelitas descalzas, ya que de Santa Clara existían tres
conventos en la ciudad.
Conseguidas las licencias
necesarias del municipio, de la orden y del Obispo de Jaén (don Sancho Dávila),
se solicitó para el cargo de priora a M. Isabel de la Encarnación, quien vino
de Sevilla acompañada por la hermana María de la Asunción. De Granada llegaron
Agustina de San José, hermana de la
nueva priora, Maria de San Ángelo y Matía de la Madre de Dios.
De Beas trajeron a Francisca
de San Alberto, y de Úbeda a Magdalena de Cristo.
Todas ellas formaron el grupo
fundador que tomó posesión del Convento de Baeza, el 3 de septiembre de 1599.
Cinco días mas tarde, el 8 de
septiembre se colocó el Santísimo en la Iglesia con lo que se dio por
inaugurado este convento que se puso bajo la advocación de la Encarnación.
Varias de las fundadoras
habían sido discípulas de San Juan de la Cruz o de la venerable Ana de Jesús
(Lobera). Este fue el mejor reclamo para que acudiesen novicias que con sus
dotes fueron acomodando el convento.
Un pleito interpuesto por
algunos seglares, llevaron su pretensión hasta tal punto que las religiosas se
vieron desposeídas y sumidas en extrema pobreza, y éste fue el signo que
distinguió a este convento, porque nunca pudo decirse de él que tuviese
prosperidad en bienes materiales.
Sin embargo sobresalió en
fortuna espiritual por las monjas que habitaron este convento como fue el caso
de Agustina de San José, discípula de San Juan de la Cruz en Granada. Dirigió la
comunidad de Baeza como priora durante tres trienios, muriendo en el convento
de Jaén el 27 de abril de 1638 a los 68 años de edad y 52 de hábito.
La mayor parte de las fundadoras
de este convento salieron de otras fundaciones o volvieron a sus conventos de
origen pero nunca faltaron aquí religiosas y desde el instante de iniciarse la
fundación, fueron continuas las solicitudes de ingreso.
Una de las primeras fue M.
Aldonza de la Encarnación (Mendoza), hija del fundador, quien se mudó del
Convento de Santa Clara a éste de la Encarnación, una vez obtenida la dispensa
del General y Breve de la Santa Sede. Murió en el año 1622.
Otra que sobresalió fue M.
Clara de Jesucristo, natural de Ubeda, hija de don Francisco Vela de los Cobos
y de doña Catalina Mexía. Además de la nobleza de su familia, poseía ella una
gran belleza. Murió en el año 1641.
Palacio Francisco Vela de los Cobos (Ubeda) |
Otro dato interesante nos lo
facilita Juan Antonio Lechuga Salazar en su libro “Ornamentación y heráldica en
la arquitectura de Baeza” (pagñ. 185): “ los primeros documentos hallados
relativos a la Encarnación son una carta de donación fechada el 14 de mayo de 1599, de Juan Rodríguez de los Díez,
caballero veinticuatro de Baeza.
Ocupa el convento una buena extensión entre
las calles San Francisco (al final está situada la Iglesia) y La Imagen (donde
tiene la entrada al Convento). En tiempo de su fundación existía un callejón
que unía dichas calles que después se cerró en beneficio del Convento (1695).
La iglesia primitiva que tenía una habitación de una casa vecina sobre el presbítero,
pudo así librarse de esta gabela, al tiempo que ampliaron y renovaron el
cenobio”. Este callejón comunicaba por aquel entones con la Plazuela de la
Encarnación.
La iglesia fue restaurada en
1928.
La comunidad de Baeza nunca
fue suprimida, salvo dos desalojos muy breves:
En la guerra de la
Independencia, tan solo quedó una monja en el convento. Terminada la contienda
regresaron.
El 24 de julio de 1936 el
gobierno las obligó a abandonar el convento y refugiarse en casa de familiares,
hasta el final de la guerra.
El baezano Juan Francisco de Villava escribió un opúsculo, hoy perdido, titulado Discurso de la antigüedad e invención de la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Peña, que se guarda en el convento de frailes mínimos de la ciudad de Baeza, a principios del siglo XVII. Por su parte, tras la exclaustración de 1835, la imagen pasó al convento de la Encarnación, de carmelitas descalzas, donde se hallaba al menos a finales del siglo XIX.
El miércoles 27 de marzo de
2015, las Madres Carmelitas Descalzas del Convento de la Encarnación de Baeza
marcharán de nuestra ciudad después de 416 años de presencia entre nosotros.
Fuentes consultadas:
Historia General de los
Religiosos Descalzos de los…..por el Padre Fr. Pedro de San Francisco de Asís.
Ornamentación y Heráldica en
la Arquitectura de Baeza. Juan Antonio Lechuga Salazar
Noticias y Documentos para la
Historia de Baeza. Fernando de Cózar Martínez
El Convento de Carmelitas Descalzas de la Encarnación, de
Baeza (1599). D. Manuel Morales Borrero.
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