martes, 12 de junio de 2018

Lorenzo Martinez Fuset

Nació en 1899 en Úbeda​ o Baeza, según las fuentes, aunque fue en Baeza donde pasó su infancia.
Hizo estudios de Derecho en Granada.Durante su juventud llegó a trabar amistad con el poeta Federico García Lorca, manteniendo ambos una gran comunicación epistolar.





En 1920 hizo oposiciones al Cuerpo Jurídico Militar y pasó las pruebas satisfactoriamente. Su primer destino fue en Melilla, trasladándose posteriormente a Barcelona. Años más tarde obtuvo una plaza en las Canarias, donde contrajo matrimonio con la hija de una destacada familia del archipiélago.
Estando allí coincidió con el general Francisco Franco, que en la primavera de 1936 había sido nombrado comandante militar de las Islas Canarias. En poco tiempo, ambos personajes congeniaron y Martínez Fuset se convirtió en un hombre de confianza para Franco.5​ Siendo ambos miembros activos de la conspiración militar contra el gobierno republicano, antes de partir al Protectorado de Marruecos para comandar el Ejército de África al comienzo de la Guerra civil, Franco le confió el cuidado de su esposa y su hija durante las primeras semanas de la contienda.
A su regreso a la península es nombrado jefe de la Auditoría jurídica del Cuartel general de Franco.​ Para entonces ya ostenta el rango de Teniente coronel. Debido a la posición que ocupaba, algunos historiadores han señalado el papel relevante que Martínez Fuset jugó en la represión que se llevó a cabo en la zona sublevada. Por ejemplo, el historiador Hugh Thomas señala que desde su posición como jefe del Cuerpo Jurídico Militar hizo poco por evitar el clima represivo que se impuso contra los republicanos tras el final de la Guerra civil.
Sobre la represión, el propio Martínez Fuset llegó a comentar:
Nosotros no asesinamos. Entregamos nuestros enemigos, los presuntos responsables, a los tribunales y consejos de guerra. Allá ellos, autónomos en su función, jueces imparciales, con sus fallos que nos limitamos a ejecutar.
Desde su posición, Martínez Fuset era quien revisaba las sentencias de muerte que llegaban al cuartel de Franco antes de que éste diera el visto bueno. En buena medida, por esta razón también era la persona que le llevaba directamente a Franco las sentencias de muerte para ser firmadas.
Algunos historiadores también han señalado el rol que jugó en la institucionalización de la Dictadura franquista. Sin embargo, tras la guerra Martínez Fuset no ocupó ningún puesto relevante en el régimen y en 1945 volvió a las Canarias, donde continuó con su carrera profesional como notario hasta su fallecimiento en 1961.
Lorenzo Martínez Fuset fue propietario de la conocida Casa Fuset en Tenerife

miércoles, 6 de junio de 2018

MUSTAFÁ CÁRDENAS DE BAEZA



Célebre y poderoso Mustafá de Cárdenas, originario de Baeza, rico comerciante, propietario agrícola notable, personaje influyente en la Corte real. En tiempo de Cárdenas la comunidad andaluza, aún muy hispanizada, unida vigorosamente en torno a su jeque, llegó a ser casi un estado dentro del Estado.

Los moriscos tuvieron un jefe de su comunidad. Llevaba el título de “jeque de los andaluces”, “cheikh el-andulsi”. Uno de los primeros fue Mustafá de Cárdenas –así, con su buen apellido riojano– rico agricultor y comerciante que había estado establecido en Baeza, que vino con los emigrantes y fue hombre influyente en la Corte real de Túnez.

Pocos moriscos habían tenido esa formación financiera que les permitió, en el exilio, prosperar de forma espectacular en los negocios; sólo el andaluz Mustafá de Cárdenas, de familia de contadores reales de Baeza, familiarizado con las finanzas de los latifundios andaluces, se labrará una fortuna semejante.
Se inclina por un origen de Baeza para Cárdenas, a partir del testimonio de Marcos de Guadalajara.

FEDERICO GARCIA LORCA Y BAEZA





Hubo un encuentro que tuvo una enorme trascendencia para la literatura española del siglo XX en la ciudad de Baeza, hablamos de Antonio Machado y Federico García Lorca.

No solo provocó una estrecha amistad entre los dos escritores andaluces y sino que dio lugar al correspondiente testimonio de Lorca acerca de Baeza (“Ciudad perdida”, publicado en Granada en 1917 en la revista Letras y recogido en su primera obra “Impresiones y paisajes”, 1918). Ademas ese encuentro determinó que el poeta de Fuente Vaqueros decidiese definitivamente su vocación literaria.
Casual o accidental, los hechos posteriores demostraron que el citado encuentro fue determinante para el escritor en ciernes que era entonces Lorca y para Baeza al “significarla como una ciudad de la poesía.

El viaje de Federico García Lorca a Baeza se remonta a un viaje de estudios como alumno de la Universidad de Granada organizado por el catedrático de Arte Martín Domínguez Berrueta, admirador de Machado y con el que mantenía una relación de amistad de anteriores viajes académicos al municipio baezano, siguiendo, por otro lado, una vieja costumbre de la Institución Libre de Enseñanza. Este viaje permitió a Lorca no solo pasear por Baeza y conocer su belleza monumental sino que le proporcionó la ocasión de conocer personalmente al poeta sevillano, que desde el año 1912 impartía clases de francés en el Instituto General Técnico, en la actualidad IES de la Santísima Trinidad.

El encuentro congregó a varios profesores con los estudiantes y en él Machado recitó varios poemas suyos, algunos inéditos, y otros de su amigo Rubén Darío, fallecido unos meses antes. Esa misma noche, el Casino Antiguo acogió una nueva velada poética y musical en la que Lorca interpretó al piano algunos fragmentos de música clásica.

Este encuentro fue decisivo porque al año siguiente, en 1917, Lorca regresa a Baeza ya no como músico, sino como un gran poeta. A modo de anécdota, la profesora de la UGR Rocío Castillo explica en su artículo “La influencia de Antonio Machado en Federico García Lorca y en sus ideas poéticas” que al ser inscrito en el registro de la poesía española, el escritor granadino se declararía “hijo” de Antonio Machado y nieto de Rubén Darío. Sus primeras creaciones literarias reflejan la influencia de Rubén Darío en algunos de sus versos juveniles, posteriormente la del primer Machado íntimo de “Soledades”.







Al Bayyasi el último emir árabe que tuvo Andújar

al-Bayyasi ayudó a Fernando III a tomar algunas localidades giennenses como Montejícar, Pegalajar o Mengibar. Pero antes de abandona...