domingo, 30 de abril de 2017

LOS IBEROS DE "IBROS" ADSCRITOS A BAEZA EN TIEMPO DE ROMANOS


Según este estudio, todo hace pensar que pudo ser así. 

El municipio de Baeza se localiza en el centro geográfico de la provincia de Jaén y constituye la cabeza de la llamada “Loma occidental”, subdivisión territorial de la comarca de La Loma donde se asienta.

La presencia humana en la ciudad se remonta al menos hasta el III milenio a.C. (PÉREZ BAREAS 2010: 139) y presenta una ocupación continuada hasta la actualidad.

En la Edad Antigua, la población íbera de Baeza consistió en un asentamiento de tamaño pequeño-medio, estratégicamente muy bien situado y habitado por la tribu de los oretanos (Estrabón, III, 3, 2). 

En sucesivas excavaciones arqueológicas efectuadas en el Cerro del Alcázar la presencia de cerámica ibérica ha sido una constante, por desgracia aún no se han documentado estructuras de este periodo (salvo un tramo de muralla meridional), quizá debido al arrasamiento de las estructuras precedentes que trajo consigo la refundación flavia de la ciudad (ZAFRA y PÉREZ 1990: 303). 

Esto no ha impedido que se estudie el asentamiento basándose en las características formales del Cerro del Alcázar, el lugar donde supuestamente se erigió la ciudad oretana. Desde la Universidad de Jaén se defiende la tesis de que el oppidum ibérico de Baeza se levantaría en una meseta de unas cuatro hectáreas de extensión (RUIZ y CRUZ 1985) y rivalizaría en importancia con el cercano oppidum de Gil de Olid, de unas siete hectáreas (situado junto al Guadalquivir).



El oppidum de Baeza hubo de gozar de una posición de dominio, aunque difícilmente podríamos calcular su territorio más allá de los cinco kilómetros de radio que Arturo Ruíz (RUIZ RODRÍGUEZ 1988: 169) establece para los poblados íberos de la Comarca de la Loma. 





Las fronteras entre oppida se fijaban con límites naturales (accidentes geográficos, cursos fluviales) o por medio de “pequeños castillos cuadrangulares” llamados “recintos” (ESLAVA GALÁN 2011: 12-13). Es interesante observar cómo trazando un círculo de cinco kilómetros de radio desde el Cerro del Alcázar de Baeza, la línea de frontera viene a coincidir a la perfección con dos turres o recintos de época íbera documentados en el entorno: el recinto de Ibros (orientado hacia Castulo) y el recinto del Cortijo del Ahorcado (frente al oppidum de Gil de Olid).


Muralla ciclopea de Ibros


Los restos de esta muralla podrían datarse del siglo IV a.C. y formarían parte de un recinto cuadrangular que rodearía el perímetro de un antiguo poblado íbero. De este modo serían una de las fortificaciones más antiguas de Jaén y de toda la península ibérica.

Cuando la República de Roma conquistó el territorio y creó la primera división provincial en el 197 a.C., el oppidum de Baeza quedó adscrito a la Provincia Ulterior, dirigida por el Pretor Marco Helvio (Liv. 32.28).

En esta época Baeza se convirtió por medio de una deditio en una población estipendiaria conocidacomo Viatia (Plinio III-25). 

La ciudad debió ser promocionada por los romanos como sustituta del antiguo núcleo íbero de Gil de Olid, dentro de una política de creación de nuevos centros de poder (BRAVO CASTAÑEDA 2007: 132). 

La tributación impuesta por Roma contribuyó al crecimiento poblacional de Baeza, pues para poder hacer frente al pago de impuestos, la población íbera de los alrededores tendió a concentrarse en ciudades promocionadas como Viatia (RUIZ y CRUZ 1985: 50; BRAVO CASTAÑEDA 2007: 132). 

Los uiatienses (con rango de peregrini dediticii) carecían de la propiedad del suelo, que pertenecía a Roma de forma directa, y estaban obligados a contribuir anualmente con personal (como tropas auxiliares del ejército), tierras y víveres para la República (MONZÓN ACOSTA 2011).





Fuentes:

https://www.ugr.es/~arqueologyterritorio/PDF13/3-Galan.pdf

sábado, 29 de abril de 2017

LA CATACUMBAS DE ROMA Y SU RELACIÓN CON BAEZA


Catacumba de Priscila


Nació en Baëça en Andalucía , y enseña en el orden de los dominicos .

Alfonso Chacón o Alphonsus Ciacconus (Baeza, 1530 - Roma, 1599) fue un religioso dominico e historiador español. Estudioso de la Antigüedad. 

En 1578 acudió al derrumbe del terreno en la vía Salaria a consecuencia del cual salió a la luz uno de estos cementerios subterráneos, la llamada catacumba de Priscila. Entusiasmado por el hecho hizo en el lugar un examen exhaustivo con cuyo estudio confeccionó un interesante álbum en el que había copiado in situ todas las pinturas encontradas y en el que había dibujado los sarcófagos y otras esculturas.

Chacón era un experto en la antigua greco-romana y paleocristiana epigrafía , la medieval paleografía y manuscritos , además de la historia del papado.

Llamó a las tinturas después de sus iniciales Latina. O (oro) fue designado por A (aurum), argent (plata) o blanco, respectivamente, por un (argentum), azul (azul) con c (caeruleus), gules (rojo) por r (rubeus), y vert (verde ) por v (viridis). Aunque el signo de sable (negro) (niger) no estaba presente en su sistema tradicionalmente ha sido designada por el color negro en sí.










Esta lápida colocada en 1919 en la Iglesia de Santa Sabina recuerda al dominico padre Alfonso Chacón, uno de los descubridores y pioneros en el estudio de la arqueología paleocristiana.

Exterior de la Iglesia deSanta Sabina

Interior de la Iglesia de Santa Sabina



Fue la llamada catacumba de Jordanes, cuya decoración copiaron el propio padre Chacón, su discípulo el flamenco Felipe Winghio y Antonio Bosio. 

El descubrimiento de tales cementerios subterráneos fue una novedad y se convirtió en objeto de gran atención en la época. De ahí nació una de las obras del padre Chacón que llevaba el largo título de “ De Coementeriis vetustis Urbis Romae intra quae SS. Martyrum el Chisti confessorum corpora in primitiva ecclesia sepetiebantur et de illorum vestigiis et ruinis nuper retertis"

Sabemos que Chacón logró hacer copias de pinturas existentes en la catacumbas de San Calixto, hoy las más visitadas por el turismo, así como de las de Domitilia y Piscila.

Catacumba de Domitilia

Catacumba de Priscila



Hay que decir que la parte más importante de la catacumbas de San Calixto fue descubierta y estudiada por un renovador de los estudios arqueológicos en Roma como fue Giambattista de Rossi (1822-1894), precisamente quien redescubriría el papel de pionero y la obra del padre Chacón.

Catacumba de San Calixto


Los álbunes donde Chacón recogió los testimonios gráficos de las catacumbas de Jordanes, Priscila, Thason, Domitila y San Calixto, en tres volúmenes, se encuentra en la Biblioteca Vaticana en una bellísima encuadernación ordenada por el papa Benedicto XV.

Como concluye el historiador de arte Elías tomo, “ la intensa campaña cultural del P. Chacón, con motivo del descubrimiento de las primeras catacumbas, no fue sino la prosecución de sus vivos y generosos empeños de antes, vivos en los frescos y en los mosaicos de las iglesias de toda Roma y también en el estudio de los sepulcros paleocristianos con esculturas, a más de la atención al estudio epigráfico de los mármoles de la antigüedad cristiana.”

Roma y, en especial, la orden de los dominicos, en la que profesó, le siguen recordando en la toponomía de sus calles.

Falleció el 19 de enero de 1599 a los 69 años de edad.

Recibió sepultura en la iglesia de Santa Sabina, la sede principal de los dominicos en Roma.



Muy próxima a ella, en la misma colina del Aventino, hay una calle que lleva el nombre de Alfonso Ciacconio, italiazación del hispano Chacón. Fue en 1919, a instancias del general de la orden, el padre Berthier, cuando se rindió homenaje a este adelantado en el estudio de la Roma paleocritiana.











Fuentes:

LA SOMBRERIA DE VILLAMOR (1887-1980)

Fotografía de Cristobal Cruz Cruz. 


A finales del siglo XIX, en 1887 la familia Fontecilla vende la propiedad a Luis Villamor y del Moral, que instala en ella una sombrerería.

La tienda y la trastienda ocupan las dos crujías delanteras, y el taller de sombreros se ubica en las traseras en torno al patio, mientras que las plantas superiores se destinan a vivienda.






El nuevo uso comercial del Inmueble conlleva su reedificación, que se manifiesta en la reforma de la fachada, disposicion de vanos y aparejo, así como en la fecha de 1887 inscrita en el tímpano del balcón central.

Ejemplo de taller de Sombreria 


El taller de sombreros se clausura en la década de 1930, mientras que la tienda continuará funcionando como sombrerería y apalgatería hasta la década de 1980.





Durante este tiempo, y tras la guerra civil, el solar sufre una modificación al venderse parte del patio que daba a la calle Cózar.




No resulta extraño que se hayan encontrado algunas piezas de cerámica de la época romana, pues aunque la ciudad romána de Baeza se ubicaba en el cerro del Alcázar, también existían algunas casas en la periferia, principalmente con menor poder adqusitivo.

No debemos olvidar que por la actual calle San Pablo pasaba la antigua calzada romana que provenía de Úbeda y otra que subía por la actual calle Barreras.





Restos romanos encontrados:






Si bien hasta la reconquista, básicamente la ciudad de Baeza se concentraba dentro del recinto amurallado, una vez fué conquistada en 1227, nuevos barrios aparecieron en los extramuros de la ciudad de Baeza. 

Con la creación de la Iglesia de San Pablo, se creó junto a ella un gran número de casas y huertas, por lo que tampoco no es de extrañar, que se haya encontrado dentro del solar de la Sombrería de Villamor un pozo de agua y una noria, ésta última transformada en pozo con posterioridad.







Otros de los utensilios encontrados fue un molde de orfebre en muy buen estado de conservación con el cual se hacían cucharas y pequeñas espadas de plata. Estás últimas se cree fueron utilizadas como abrecartas o mondadientes.



Tampoco es de extrañar que se halla encontrado esto aquí, puesto que antes de ser una Sombrería perteneció a la familia Fontecilla de Baeza.





Andres Florenio de la Fontecilla y Rozas, fué Contador de Su Majestad y de la Intervención y Rentas Reales de las Ciudades de Baeza y Úbeda.

Las referencias escritas más antiguas sobre este inmueble datan de mediados del siglo XVIII, cuando era propiedad de Andrés Florencio de la Fontecilla y Rozas, un hacendado que formaba parte de la burguesía agraria de la ciudad.

Además de ésta propiedad, disponía de otras dos viviendas en Baeza. Una situada en la calle Los Cobos (hoy de propiedad de Andrés Vargas) y otra muy cercana a la collación de San Gil. Esta última la tenían arrendada a un orfebre y no es de extrañar, que de una u otra forma llegase a la casa de la calle Barreras.




A finales del siglo XIX, en 1887, la familia Fontecilla vende la propiedad a Luis Villamor y del Moral, que decide instalar en ella una sombrerería. 


En 1982 este edificio se alquiló al Banco Popular el cual permaneció hasta 2006, trasladándose unos metros más arriba.

En 2015 es adquirido por Cajamar Caja Rural, pero no ha sido hasta comienzos del 2017, cuando se han hallado estos restos arqueológicos tras excavar para el solar para una nueva edificación.

Otros de los objetos encontrados han sido unos botones de uniforme castrense, hebillas de bronce, vainas de cartuchos, cascabeles y correas de cuero.

Entendemos que  podrían pertenecer a algún oficial del Cuartel de Sementales de Baeza, pertenecientes por entonces al Regimiento de Granada ubicado en la calle compañía.






Además de los objetos ya descritos, también se han encontrado varias monedas de Felipe III.








Sorprendentemente se han hallado varias lámparas en sorprendente estado de conservación, y que por sus características nos indican la implantación de la electricidad en Baeza a principios del siglo XX.




Descripción del Solar













Fuentes:

Tríptico Cajamar. Autor Arqueólogo Cristobal Pérez
-Romanización y Cristianización en Baeza y su Area. Autora María Cruz Garría Torralbo
-Atlas de la Historia del Territorio de Andalucía. Autor Junta de Andalucía.
-Entrevista personal con Andres Várgas.

jueves, 27 de abril de 2017

EL REY BAEZANO ABENCOTBA Y LA ESTATUA DE ORO DE CÁSTULO




En la verdadera historia del Rey Don Rodrigo, se nos relata un hecho muy peculiar sobre el Rey Abencotba de Baeza.

En aquel tiempo, Baeza y su reino se encontraba en periodo de paz con los reinos próximos a él, fecha que aprovechó para ·”labrar vn Alcaçar para fu biuvieda en la ciudad de Baeça”. Para ello hizo mandar traer unos mármoles y “otras piedras” de una ciudad antigua destruida situada junto a un río que los árabes llamaban “Alguid alquiuir”. Ciudad muy conocida en tiempo de romanos llamada Caftulon. Actualmente lo llamamos Castulo.

Debajo de aquellas piedras descubrieron una bóveda muy bien labrada y muchas tinajas llenas de monedas de oro romanas y junto a ellas hallaron también “VN IDOLO TAN GRANDE COMO VN NIÑO DE DOS AÑOS DE ORO”.


Por aquellos tiempos era conocida la leyenda que en tiempo de romanos, estos poseían por aquella zona minas de oro y plata, y aquel descubrimiento hizo al rey baezano creer que eran ciertas las leyendas que existían sobre estas.

Aquella leyenda decía que antes de abandonar los Romanos estas tierras andaluzas, éstos habían cegado las minas para que nadie más las pudiera encontrar.

Abencotba prometió que quien encontrase dichas minas recibiría “muchas dadiuas y fráquezas”.

Fueron muchos los que salieron en su busca y no tardó mucho en ser encontrada por un Cristiano renegado llamado Celio, al cual no sólo se le dio título de Alcayde sino también una parte de las minas descubiertas.


Baeza con aquel hallazgo se convirtió en una ciudad muy próspera y rica, lo que propició emprender una nueva guerra contra el Reino de Granada, ganándole Martos enviando para ello un total de 4.000 hombres a pié y 200 a caballo.

Tras algunas campañas victoriosas protagonizadas por Aben-Cotba, en las que incluso llegaría hasta las mismas puertas de Granada, sobrevino el final de este rey menor. En efecto, tras diez años de feliz reinado, le aconteció la muerte en el mismo sitito en donde había comenzado a labrarse su fortuna: la ciudad de Cástulo. Nos cuenta López Pinto que murió en una gran batalla que se desarrolló en las vegas que hay junto a Cástulo, orilla del actual río Guadalimar. De esta manera, Aben-Cotba caería derrotado en el año 735 a manos de Abencerrix (según otras fuentes, Mahomet Alderariz), que se coronó también rey.





Fuentes:

https://books.google.es/books?id=LhTgqT7JxGkC&pg=RA1-PA96-IA1&lpg=RA1-PA96-IA1&dq=aben.cotba&source=bl&ots=iUmpXrXkfe&sig=n_BSb6SXQhbsTw3JIMYhhiQ09qQ&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwj6uZiltt_QAhXIbxQKHeCMDNAQ6AEIKDAC#v=onepage&q=aben.cotba&f=false

lunes, 24 de abril de 2017

LA CAPILLA DE SANTA ANA Y LA CASA DE RECOGIMIENTO


Portada Capilla de Santa Ana. Fotografía de Juan  Ledesma


La capilla de Santa Ana está ubicada en la Calle Santa Ana Vieja y es de finales del siglo XVI.

Esta capilla de estado "casi ruinoso" en la actualidad, estaba añadida a una casa de recogimiento y regentada por monjas.



La Casa de recogimiento fué demolida y convertida en pisos 


Este edificio de viviendas era la casa del canónigo Juan de Mendoza, el cual decidió transformarla en un lugar para recoger mujeres. 

Tal fue la fama de este recogimiento que, según las crónicas, el Consejo Real de Castilla mandaba aquí a las mujeres más perdidas para que tomaran ejemplo de las virtuosas beatas. 




Estas mujeres, dedicadas a la oración y a la penitencia, se sustentaban de limosnas y de su propio trabajo.








Durante su existencia la capilla ha sufrido diferentes modificaciones, los reiterados hundimientos de su techumbre han motivado que poco se conserve de este ilustre lugar.

Actualmente, ocupa una superficie de ciento ochenta y cuatro metros cuadrados y es de una sola nave.

Su situación es de total abandono y ruina. Así sus techos están completamente hundidos; quedando aún restos del coro, del altar mayor de la sacristía y de un patio posterior, así como de una cripta.







VER GALERIA DE FOTOS EN ESTE ENLACE: 

https://flic.kr/s/aHskTvPHcm







Desde la calle podemos ver su sencilla portada, consistente en un arco de medio punto sobre resaltada imposta y pilastras cajeadas. Se remata con un frontón, en cuyo interior aparece una hornacina que acogería la imagen de la Santa titular.





Hasta 2010 perteneció a los Marqueses de Bussianos según se desprende del estudio realizado por Pablo Jesús Lorite Ruiz (EL COMPORTAMIENTO FESTIVO DE LA COLEGIATA DE SANTAMARÍA DEL ALCÁZAR Y SAN ANDRÉS DE BAEZA A TRAVÉS DEL LIBRO DE CAPELLANÍAS DE 1745)

Desde 1995 hasta 2010, tanto Ramón Escavias de Carvajal y Acuña como su hijo Ramón, tras infinidad de viajes realizados a Madrid, llamadas telefónicas y conversaciones mantenidas con sus propietarios, parece ser que llegaron a un principio de acuerdo (que al parecer no llegó a consolidarse) para que esta capilla fuese donada a la Asociación Cultural para el Estudio y Formación, Santa Anta, San Isidoro y San Fernando (ACEF sasif), para uso de ella y de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Buena Muerte de Baeza.

Dentro de la expansión de la creencia en la pureza de María y enmarcada en el ámbito de las representaciones de temática concepcionista que normalmente anteceden a la iconografía de la Inmaculada Concepción desarrollará un papel muy importante la devoción a Santa Ana, que contará con un gran auge en toda la geografía gienense.

Un ejemplo de ello lo encontramos en el recogimiento de mujeres de Baeza que se pone bajo la protección de la Abuela de Cristo, Santa Ana.

También encontramos que en la Iglesia de San Francisco de Baeza existía la Capilla de Santa Ana. Esta capilla gozó de gran popularidad porque en ella estaba la Cofradía de Nuestra Señora y  del Cristo de la Yedra.

Con la beneficiencia, la sociedad baezana desarrollará obras de caridad tales como ayudar a los pobres y entregar donativos para los más desfavorecidos.  Una de estas instituciones fue el Recogimiento de Santa Ana.

Un recogimiento era el lugar donde ingresaban aquellas mujeres que no lo habían tenido fácil en la sociedad y que se habían dedicado bien a la prostitución o a la mendicidad.

Pero estos recogimientos no solo albergaban a estas mujeres, sino que también podían ingresar aquellas otras que estaban esperando la anulación matrimonial, hijas de familias rebeldes, viudas, pobres o mujeres que habían roto con su antiguo modo de vida e ingresaban voluntariamente.

El recogimiento de Santa Ana recibía muchas donaciones para sustentar los gastos de las mujeres que allí residían. De hecho encontramos muchas mandas testamentarias donde se otorgaban ayudas a esta institución baezana. Es el caso de Doña María Messia y Galeote que entregaba a “las recogidas del recogimiento de Santa Ana cinquenta reales para ayuda a sustento”  (A.H.M.B. Testamento de 19 de abril de 1648. Protocolo Notarial de Alonso de la Maestra).

Destacamos el testimonio de Catalina García, la cual estaba recluida en dicho recogimiento y entregó gran parte de sus bienes a la institución que la había ayudado y alimentado. En el momento de repartir dichos bienes explica lo siguiente:

[…declaro que estoy en el dicho recogimiento a ocho dias del mes de abril
proximo pasado y este presente año de mill e seiscientos y seis y la presente casa me ha sustentado y alimentado de todo lo necesario […] Mando a la dicha casa de señora Santa Ana el quinto de mis bienes…].

Como vemos en el caso de Catalina, esta casa ayudaba a las mujeres recogidas allí a continuar con una vida digna y éstas en agradecimiento dejaban gran parte de sus bienes para ayudar a otras que residían en dicha institución. Nos parece interesante mencionar a continuación algunos puntos del estatuto de dicho Recogimiento donde se dictan las obligaciones de las mujeres que ingresaban en él:

1º-Las que por la Misericordia de dios salieren de los peligros del mundo y binieren al rrecoximiento de aquesta santa casa a los primeros dias de su benida se dispondran para hacer una confesion general de los pecados de toda su vida con qual quiera de los confesores que por nos les sea mandado para que con ella dando de mano a las cosas pasadas den principio a una nueba y fervorosa bida.

2-Procuren de todo punto olvidar el mal lenguaje del mundo y guardar en sus personas palabras y trato toda honestidad y modestia nunca diciendo palabras livianas ni cantando cantares profanos y mucho menos deshonestos ni tratando de las cosas del mundo que puedan turbar la paz y quietud de conciencia que se biene a buscar a esta casa.

En las dos primeras reglas, el objetivo era olvidar su vida pasada y para comenzar esta nueva vida debían entrar limpias de pecado para comenzar desde cero hacia un futuro mejor. De ahí que debían confesar y olvidar la mala actitud que habían llevado cuando estaban fuera del Recogimiento. En estas normas debían cumplir un horario para levantarse y además señalaban cómo debían comenzar el día. Así en la regla número 9 de su estatuto decía lo siguiente:

En el ynvierno sean de levantar todas a las cinco y media y en el verano a las quatro de la mañana fuera de las que por alguna enfermedad a la superiora pareciere que se levanten mas tarde y media hora después de averse levantado tendran una hora de oracion todas juntas en el coro en que rreçeran el rrosario de nuestra señora pediran a dios gracia para no ofenderle aquel dia ofreceranle todas las obras que hicieren como seran instruidas en la platicas que se dira para enseñarles estas y otras cosas se le an de hacer cada mes.

Como vemos, el día para estas mujeres comenzaba muy temprano iniciándolo con una oración para dar gracias por todo lo que les estaban enseñando para ser mejores personas. A cambio de esto, ellas tenían que colaborar con su trabajo como así lo mandaba la regla número 11:

11. Para escusar y sin la diossidad quien la fuente de todos los vicios y para ayudar con el trabajo de sus manos al sustento de la casa todas en el ynvierno de las seis y media hasta las once y en el verano desde las seis hasta las diez y media acudan a la casa de lavor donde cada una haga con toda diligencia lo que por la superiora le fuere mandada y ninguna salga de alli hasta que sea ora de dar de mano todas al trabajo sin licencia de la superiora o de la que estubiere en su lugar y para alivio del trabajo y provecho de sus almas lea la que la superiora mandare con libro de boto de vidas de santos vna hora por la mañana y otra ora por la tarde el qual todas oyran con mucha devocion y quietud.

Tras estas duras jornadas de trabajo tenían que volver a sus habitaciones
una vez que sonaba la campana como así muestra la regla 16:

16. En haciendose la señal con la campana a acostarse que a de ser a las diez en berano y el ynvierno a las honce todas acudan con puntualidad al dormitorio y guardando en el suma quietud y silencio se desnuden con toda honestidad y modestia y con ninguna ocasion se consienta que dos aunque sean hermanas y de poca hedad se aquesten a dormir en una cama.

De esta manera, las mujeres que vivían en el Recogimiento debían seguir unas estrictas normas que les ayudarían a reformarse y comenzar una vida muy diferente a la que habían tenido hasta este momento. También existían unas normas que debía seguir la superiora encargada de esta institución, ya que dirigía un lugar donde se asistían a mujeres a las cuales debía cuidar y alimentar. Por este motivo tenía que llevar una buena organización del centro y entre sus funciones, como refleja la regla número 3, destacamos las siguientes:

3. No permita que entre ninguna sin que los deudos o los que la trajeren se obliguen a los alimentos y si alguna fuere trayda por orden de la justicia al rrecoximiento procure que el juez o jueces que la imbia obliguen a los hombres que son o fueren la causa de su benida a que hagan obligación de alimentarla el tiempo que estubiere en esta casa y si por ninguno de estos caminos ubiere quien le de alimentos escrivase en el libro.

Por lo tanto, cada mujer que ingresaba en esta institución debía asegurarse al menos su alimento, siendo éste uno de los requisitos fundamentales para poder vivir aquí. Además, la superiora debía llevar un control de cada mujer que entraba, las donaciones que recibían, censos y hacer que se cumplieran todas las reglas del Recogimiento para su buen funcionamiento como así se expresa en su regla número 5:

5. El principal oficio y la mayor obligación de la superiora y sobre que se le encarga la conciencia es procurar con todos los medios posibles que con tal exacción y puntualidad se observen estas constituciones y rreglas porque de
aquesta puntual y exacta observanzia de las rreglas depende el concierto y buen gobierno de la casa y el provecho temporal y espiritual de todas las que estan en ella.

Así pues, el Recogimiento de Santa Ana ayudaba a muchas mujeres que se encontraban en una situación difícil y sobre todo, a aquellas otras que estaban dispuestas a cambiar esta situación. Aquí se les guiaría en otro tipo de vida en el que encontrarían una paz que quizás antes no tenían. Por tanto, la labor del Recogimiento era muy importante sobre todo porque se encargaban de aquellas mujeres que tenían problemas, en muchos casos graves, y que por ellas mismas no sabían o no podían solucionar.



Fuentes:


La Inmaculada Conccepción a través del patrimonio de franciscanos y dominicos en el Reino de Jaén. Autor Felipe Serrano Estrella (Universidad de  Granada)

http://ruja.ujaen.es/bitstream/10953/739/1/9788416819300.pdf





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