domingo, 25 de diciembre de 2016

LOS DESCENDIENTES DEL PRIMER CALIFA ALMOHADE: LOS BAEZANOS 1ª PARTE







Los descendientes del primer califa almohade, ,Abd al-Mu’min, tuvieron un lugar de honor dentro del imperio almohade. Así lo indicael título de sayyid, aplicado a cada miembro de la familia, como demuestra el estudio de M. de Epalza.

Entre los sādāt se repartieron la mayor parte de los gobiernos de las ciudades andalusíes, aunque algunas ramas de la familia tuvieron una mayor influencia que otras.

Así sucede con los descendientes de Muhammad b. Abī Hafs ‘Umar b. ‘Abd al-Mu’min, los Baezanos, que desarrollaron una papel muy destacado en los últimos tiempos del imperio almohade y en su derrumbamiento.

Umar b. ,Abd al-Mu’min, abuelo de estos, fue el artífice de la fortuna de la familia cuando intervino de forma decisiva en la ascensión al trono de Yūsuf b. ,Abd al-Mu’min en detrimento de su hermano Muhammad. Por ello tanto él como sus hijos gozaron de gran relevancia dentro del imperio.


Cuatro miembros de la familia destacaron sobremanera:

‘Abd Allāh, ,Abd al-Rahmān, ,Abd al-Haqq y Abū Dabbūs. Huici no incluye
al tercero y añade a Abū ,Alī, gobernador de Tāzā, derrotado por los benimerines en 646/1248-124990 sobre el que contamos con muy pocos datos.

. ‘Abd Allāh b. Abī ‘Abd Allāh Muhammad b. Abī Hafs ‘Umar b.
‘Abd al-Mu’min al-Bayyāsī

Este personaje ha gozado de una cierta atención en la historiografía, aunque quizá menor de la que merecería, principalmente por la ausencia de noticias concretas acerca de sus actividades en las fuentes castellanas y por el carácter contradictorio de las aparecidas en las fuentes árabes, en especial al-Bayān al-Mugrib.

La fuente que menciona en un momento más temprano a alBayyāsī, al-Bayān al-Mugrib, nos lo muestra ya como uno de los principales personajes del imperio almohade, gobernador de Sevilla en el momento en el que se produce la ascensión de al-‘Ādil al califato en Murcia y, posteriormente, en Sevilla y Marrakech:

Su desplazamiento del gobierno de Sevilla, aunque resultara compensado
con el gobierno de Córdoba, posiblemente fuera la causa que le condujo a la rebelión contra el califa al que había jurado fidelidad solo un año antes.

También puede deberse a un intento de aprovechar la debilidad de las estructuras políticas del imperio, muy frágiles desde la derrota de las Navas de Tolosa, en provecho propio.

De cualquier modo al año siguiente se levantó en Córdoba y sitió al hermano del califa, Abū l-‘Alā’, en Sevilla:


Y en el año 623 [1226] se levantó ‘Abd Allāh al-Bayyāsī en al-Andalus. 

Le había nombrado gobernador de Córdoba, y abandonó la invocación de al-‘Ādil, salió de la obediencia almohade y pidió ayuda a los cristianos y les indicó las debilidades de aquel país. 

Les hizo entrar en Quesada (Qiŷāta) y en otras poblaciones de los musulmanes; [los cristianos] se apoderaron de los bienes, mataron a los hombres y se quedaron con las mujeres y los niños. Luego entró con ellos (al-Bayyāsī) en Hisn Bāŷa (Beja), Lūša (Loja) y en otras fortalezas musulmanas.


Quesada (Jaén)

Loja (Granada)



Se mencionan de este al-Bayyāsī hechos terribles, entre ellos que entró en la religión cristiana cuando era un anciano, y pedimos a Dios salud y un buen castigo (para él).

Ya en esta primera rebelión de la que nos informa Ibn ‘Iārī,aparece la mención al hecho que marcará la vida política y militar de este personaje: la colaboración activa con los cristianos, a los que entrega varias poblaciones.

En sí este asunto no resultaría novedoso, pues en distintas ocasiones habían recabado los príncipes de al-Andalus el apoyo militar cristiano, tanto en épocas anteriores como en el turbulento siglo XIII. Sin embargo, la conversión al cristianismo que le achaca Ibn ‘Iārī sí es relativamente novedosa, aunque la en-contramos, según podremos comprobar, en al menos otras dos ocasiones en la misma familia del último califa almohade.

El caso más conocido hasta el momento, investigado de manera exhaustiva por Emilio Molina, también aparece mencionado por las fuentes al referirse a ‘Abd Allāh al-Bayyāsī.

Tras la derrota sufrida a las afueras de Sevilla, la mayor parte de las poblaciones que se habían unido de grado o por la fuerza a alBayyāsī fueron cayendo en manos del gobernador de Sevilla: Y en este año volvió la gente de Hisn al-Qasar (Aznalcázar) a obedecer al gobernador de Sevilla Abū l-‘Alā’, y se apartaron del bando de al-Bayyāsī, del que Dios borre el rastro de su recorrido mentiroso y de su invocación falsa… y cuando Abū l-‘Alā’ hubo conquistado el mencionado Hisn al-Qasar, continuó su conquista de otras fortalezas del Aljarafe (al-Šaraf), de las que al-Bayyāsī no mantuvo sino las menos.

La siguiente noticia que nos ofrece Ibn ‘Iārī es, posiblemente, la que ha dificultado el análisis historiográfico de esta figura principal del siglo XIII andalusí.

Aunque en principio está en contradicción con lo reseñado más arriba por la propia crónica cosa nada extraña dada la manera de trabajar de Ibn ‘Iārī, que remienda las noticias de distinta procedencia en un mismo cuerpo sin someterlas a crítica pensamos que es posible ofrecer una interpretación razonable: 

En este año se levantó el vulgo en Córdoba contra el mencionado al-Bayyāsī, lo mató y envió su cabeza a Sevilla. 

Por su parte, el sayyid Abū l-‘Alā’ envió a la capital de Marrakech, la cabeza acompañada de una misiva al califa al-‘Ādil.

La muerte de este personaje se produjo, según señala Ibn ‘Iārī96, como reacción de los cordobeses ante la posibilidad de que hiciera entrar en la ciudad una guarnición cristiana, como ya había hecho en Quesada, en la propia Baeza, en Andújar, Martos y en una buena cantidad de fortificaciones rurales (burūŷ). Ibn Abī Zar‘ atribuye el asesinato de este personaje al alcalde de Almodóvar Ibn Yabūrak, mientras que de su conversión al cristianismo no contamos con tes-timonios documentales directos, pues la alusión de Ibn ‘Iārī no se materializa posteriormente en la narración del suceso.

En todo caso la actuación política de este personaje fue inequívoca, por lo que podemos dar por válida la alusión del cronista magrebí. La familia de la que formaba parte aportó un buen número de hombres destacados al siglo XIII andalusí, aunque probablemente el más sobresaliente entre ellos desarrolló casi toda su actividad en el Magreb.

El hermano que gozó de mayor suerte en estas lides, Abū Dabbūs, llegó a alcanzar el objetivo de su hermano ‘Abd Allāh en sus primeros años, el califato en Marrakech, con el laqab de al-Wāiq bi-llāh.




Fuentes:

AL-QANTARA. REVISTA DE ESTUDIOS ÁRABES. CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS. 

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