lunes, 31 de octubre de 2016

CEMENTERIO DE BAEZA










En Baeza se realizó en 1837 un cementerio de nueva planta que, como va a ser usual en la época, aprovechaba la existencia de una ermita o iglesia previa, en este caso la del antiguo convento desamortizado de los jesuitas de San Ignacio.




Las protestas vecinales que originó el mismo llevaron a presentar un proyecto alternativo en 1841 por parte del maestro de obras L. Teruel, que sigue la misma tipología alcalaína que también se aplicó en obras como los cementerios de Granada en 1827 o Antequera en 1830, y que disponía los servicios comunes al fondo del recinto, aunque con la excepción de la casilla del sepulturero, dispuesta a un extremo de la entrada. El proyecto quedó frustrado, teniéndose que esperar hasta el año 1906.


Proyecto cementerio para Baeza. Capilla. L.Teruel 1841




El terreno se adquirió por cesión de D. Miguel Perales Martos y herederos de D. Antonio Sánchez Pozo, aprobada por R.O. de 3 de marzo de 1906, año de su inauguración, siendo alcalde D. Manuel Garzón Cabrera.




El Cementerio se construyó en 1906 según lo atestiguan las Actas de Cabildo y los planos de esta época, siendo su arquitecto D. Justino Flórez  y surge en estos momentos el traslado desde el antiguo cementerio de San Ignacio a este de nueva construcción.



Detalle Reja del Cementerio




Situado al norte de la ciudad, en el sitio conocido como "El Panteón" o "la Tenienta", polígono 7, parcela 100.

En 1953 se comienza a arreglar el camino del Cementerio y al año siguiente se ceden a perpetuidad, previo abono correspondiente, 33 nichos nuevos del primer patio del Cementerio católico municipal. 

En 1955 se prepara totalmente el Cementerio Municipal con un coste de 529.000 pesetas.

En 1960 se decide realizar 230 nichos nuevos que cogerán ya parte del segundo patio siendo el presupuesto en este caso de 2.182,50 pesetas por nicho. 

En 1961 se continúan las obras del Cementerio y al año siguiente se construyen otros 48 nichos en las galerías laterales.




En 1963 se reconstruye la capilla y se vuelven a realizar nuevo nichos con dinero de los fundos municipales por un valor de 540.000 pesetas.

En 1964 se emplean 100.000 pesetas para ampliación del Cementerio Municipal, y hasta 1970 se siguieron realzando nuevas inversiones para nuevos nichos.




Recreación de un fusilamiento de la época


La Guerra Civil en Baeza, tendrá como principal característica la atrocidad de los primeros momentos, en los que ante el vacío de poder existente, los sectores más exaltados defensores de la República se hicieron momentáneamente con el poder y llevaron a cabo ataques contra las élites económicas de la ciudad y contra los que se pronunciaron favorables al golpe de estado militar.

Consecuencia de estos brotes violentos y descontrolados fueron las muertes de 106 personas entre los vecinos de Baeza muertos en la retaguardia republicana durante los primeros meses de la guerra y entre naturales de otras localidades muertos en la propia Baeza.

Al avecinarse el final de la guerra las disensiones entre los diferentes miembros del Frente Popular se agudizaron quedándose la Corporación Municipal dirigida con mano férrea por Manuel Acero Montoro sin apoyos ni disciplina interna alguna.

Una vez que la caída del gobierno republicano fue un hecho, el 1 de abril de 1939 se construye el primer ayuntamiento franquista de la ciudad dirigido por Matías Chiclana Salazar y se comenzó a planificar la eliminación física de activistas de izquierdas y “desafectos” al régimen que le costaría la vida finalmente a 96 personas y que se concentraría en los años 39 y 40 y que algunos autores alargan incluso hasta el 49.

Las víctimas son mayoritariamente de Baeza y poblaciones de alrededor como Lupión, Begíjar o Canena, aunque también las hay de localidades algo mas lejanas como Santisteban del Puerto, Linares, Peal de Becerro, Alcalá la Real o Jabalquinto y las localidades granadinas de Pinos Puente y Alamedilla.

Podemos destacar por su cuantía las ejecuciones del 4/11/1939 donde fueron fusilados en la trasera del Cementerio Municipal el Alcalde durante la guerra civil, D. Manuel Acero Montoro junto con su hijo Sol y otras 14 personas más.
La fosa común se localiza en la esquina que forman la tapia lateral izquierda y la antigua tapia del fondo, hoy derruida por una ampliación del cementerio. Se encuentra en el 3º patio como se observa en el plano adjunto.

Un cuadrado de 8 metros de lado pegado sobre la tapia izquierda del patio tercero que era la usada para realizar las ejecuciones.

Las ejecuciones se realizaron desde del 11/5/1939 hasta el 31/01/1946, en la pared justo al lado de la fosa, que por entonces era la pared final del cementerio (después se realizó una ampliación), se encuentran en la fosa un total de 17 lápidas que han colocado algunos familiares. En los registros municipales no aparece el nombre de ningún represaliado.






Descripción

Situado al norte de la ciudad, en el sitio conocido como "El Panteón" o "la Tenienta", polígono 7, parcela 100. Linda al norte con José Guillermo Noves, al este con Vicente Raya, al sur con Juan Tomás Marín y al oeste con el camino de la gramática o del cementerio. De planta rectangular, hay un primer patio bordeado de nichos bajo un soportal corrido, la parte anterior, con cuatro cuarteles ajardinados, tiene un paseo central con los mausoleos principales; luego una verja sobre peto de mampostería y entre pilastras de ladrillo, separa otros dos cuarteles que contienen una primera línea de sepulturas en el suelo de discreta entidad, hay jardines y fuentes hasta el fondo, que cierran nichos; el camino central continua hasta un segundo patio con perímetro de nichos y sepulturas modestas en el suelo. La tapia es de mampostería retocada y enjabelgada con remate de cerámica en su color. La vegetación es variada y grata. Se accede por una portada de cuatro pilastrones de piedra del país en sillares, rematados con jarrones cubiertos con un paño y una reja potente blasonada. Los ángulos del frente principal lo ocupan dos edificaciones esquinadas de mampostería con recercados y cadenas de piedra escuadrada, con el uso de sala de autpsias y dependencias. Resultan de interés la ordenación y la construcción del cementerio, también los mausoleos de buena labra de piedra, la mayoría de habitáculo, incorporando leguajes gotizantes, eclécticos o historicistas, que pertenecen a los Robles, Chinchilla, Cruz, Montes, Tafur-Robles etc...

Datos Históricos

El terreno se adquirió por cesión de D. Miguel Perales Martos y herederos de D. Antonio Sánchez Pozo, aprobada por R.O. de 3 de marzo de 1906, año de su inauguración, siendo alcalde D. Manuel Garzón Cabrera. Tiene 12,500 m2, inscritos en el folio 183,libro 306, de Baeza, tomo 694 del archivo, finca 16,239, inscripción 1ª. El día de Difuntos y Todos los Santos hay un servicio de colocación de iluminaciones eléctricas y de cera, muy solicitado, con lo que la práctica totalidad de las sepulturas se iluminan, el cementerio así, es muy visitado, ofreciendo un ambiente singular.






Fuentes:





Fuentes:

CHG. Cuadernos de Historia del Guadalquivir

La represión franquista en la comarca de La Loma de la provincia de Jaén .Escrito por Carlos Ramón Martínez Ortega

Baeza de 1950 a 1970. Autores: Josefa Ines Montoro de Viedma y Fernando Viedma Puche
http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/





domingo, 30 de octubre de 2016

D. ANTONIO PONZ, y su descripción de Baeza a principios del siglo XVIII (2ªParte)






A dos leguas de Linares está un sitio que llaman el Portachuelo de la Xara; y á su lado de oriente, cerca el camino de Baeza, y una legua de la nueva Población, llamada el Hospitalillo, se encuentra la mina de los Palazuelos, donde se ven las ruinas de una gran Casa y Castillo, que sin duda se hizo para guardar dicha mina, abundantísima de plata. 


Mina de Palazjuelos

Restos arqueológicos de Palazuelos



Según historias remotas, era posesión de aquella Señora Hemilce, que casó con Anibal, viviendo en Castulo o Cazlona; y este sin duda es el pozo que Estrabón, Plinio y otros Autores clásicos llaman de Anibal Bebelo.

Pertenece hoy su propiedad á la Ciudad de Baeza, por provisión ganada á su favor en 1550, para que Sancho Venero, Gonzalo Rodriguez y Compañeros no trabajasen mas en dicha mina.


SOBRE EL REY MORO DE BAEZA

Tarif Abentarig o Abencaba (Abencotba), fue particularmente respetado de los Reyes también Moros de Córdoba y Toledo por sus riquezas. La tal mina o pozo tiene una profundidad de dos mil pies y su extensión es de una gran distancia, con arcos muy fuertes para sostener el terreno.

La figura de su boca es redonda como la de otros pozos: estuvo flanqueado de cuatro torres, con sus cortinas de muralla, que corrían de una á otra para su resguardo.

LAS FUENTES DE BAEZA

De las de Baeza ya le tengo escrito á V. alguna cosa, y añado que logra de dos manantiales muy copiosos, distante el de el agua mas exquisita solamente un quarto de legua de la Ciudad, al norte de la misma, en el sitio que llaman de Celadilla. 


Fuente de la Celadilla




Hay allí una cruz, como para señal, y debaxo corresponde un pozo de veinte y quatro varas de profundidad hasta concluir en dos, dirigiéndose á la famosa fuente del Exido, y desde allí empieza su repartimiento para las fuentes públicas y particulares del Pueblo, que no son muy pocas.

Como á la distancia de trescientas varas del origen de las referidas aguas hay otro abundante manantial, y aunque no son tan buenas para beber, son ultísimas para otros usos; y además tienen virtudes medicinales contra el mal de piedra, dolores de vientre, etc.. y sirven para los tintes de lanas que todavía se fabrican en Baeza, aunque no es una sombra de su fábrica antigua. En los términos de Ubeda y Baeza hay abundantes salinas.



OTROS ASPECTOS DE LA CIUDAD DE BAEZA


La indecente posada que le nombré a V. sé que la tiene totalmente reedificada y concluida, con la comodidad de once quartos para ensanche de los pasajeros, haciendo de paso un beneficio á los Propios y Real Pósito de esta Ciudad, á quienes pertenece la posesión. 

Hará pocas mejores por estas tierras; pero es menester que los dueños la tengan provista (como no lo dudo) de decentes camas, y lo demás necesario. 

Estas cosas acreditan los Pueblos, y atraen al pasagero. Quien sabe quantos curiosos que van á Córdoba, Sevilla, Cádiz, etc.., darán la vuelta que yo he dado por aquí para ver este precioso territorio, acaso el mejor de Andalucía, á lo menos para mi gusto, atendidas todas sus circunstancias.

Para llevar adelante otras empresas de extrema necesidad, como son la reparación de los caminos que salen de aquí á Jaén, y á esa Corte, tiene hechas eficaces representaciones; y lo mismo para reparar la curiosísima obra de la Cárcel, en cuyo edificio han vivido hasta poco há los Corregidores; pero lo ha abandonado por amenazar ruina en algunas de sus partes.

El gasto de esta compostura, según tengo entendido, podrá ascender á quarenta o cincuenta mil reales; y seria lástima que por tanta corta suma se abandone á su total ruina uno de los mas curiosos edificios de Baeza.

Verdad es que este trabajo no se debió fiar sino á Profesor acreditado, y de buen gusto, para que pusiese gran cuidado en conservar los ornatos exteriores.

Habiendo tratado yo con dicho Señor Corregidor sobre alinear de árboles un excelente paseo que queda á mano izquierda, saliendo de Baeza para Úbeda, me respondió que no haría tal cosa, porque siendo muchas las alamedas que llevaba plantadas en los diferentes Pueblos, en donde ha tenido el honor de servir á S. M., generalmente le habían sido cortadas por gente bárbara y pérfida cuyas experiencias, y las pesadumbres que tan infames acciones le causaban, se había entibiado su grande afición al importante ramo de los plantíos. Sin embargo yo sé de cierto que haría de buena gana lo mismo que en las demás partes donde ha estado, si viera afición en los demás y tuviera seguridad del buen éxito.

Por lo que toca á la policía interior de Baeza, no tardarán las calles á estar tan bien ó mejor empedradas que las Capitales de las Provincias, y aun que las de esa Corte.

Quando encuentro con el mando personas de este humor, todos los elogios me parecen cortos, y si en lugar de alabanzas tuviera premios con que remunerar a zelo, y eficacia, asegúrese V. que bien presto tendrían imitadores por todo el Reyno, aun quando á muchos no les viniese de inclinación.

Aunque ya estoy de marcha para Jaén, no quisiera se me quedase en el tintero ninguna especia notable de las que pertenecen á Baeza, y pueda agradar á V. : por tanto añadiré que sus principales edificios, es á saber, el de la Cárcel, y el de la Universidad, los tengo por de los Valdeviras Pedro ó Andres. El de la renovación de la Catedral por de alguno de sus mejores discípulos, y lo mismo el que fue de los Jesuitas posteriores, y ya habían muerto los Valdelviras.

Dicha Casa del Exido se entregó a una Sociedad para fábricas de lanas, pero poco o nada adelantó, y no ha mucho que la devolvió a las Temporalidades; esto es, muy deteriorado el edificio á pesar de su solidez y suntuosidad; pudiéndose temer que se verificará presto su total destrucción no teniendo destino, y necesitándose buenos fondos para volverle á su ser.

No es poca fortuna de que le he hablado a V. y su retablo: los demás se cedieron a diferentes Iglesias de este y otros Pueblos. ¡Buena Desgracia! No haber ocurrido ningún destino útil que asegurase siquiera su conservación. No había mejor que cedérselo al Señor Obispo para que lo destinase a su gusto, y con eso sería factible su compostura en las partes que aquellos infelices, e inconsiderados inquilinos lo echaron a perder.



 Fuentes: Trata de Andalucía. Autor: Antonio Ponz

RECOPILACIÓN FOTOS ANTIGUAS CATEDRAL DE BAEZA















































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