miércoles, 29 de junio de 2016

LUPION. PUEBLO ROMANICO DE BAEZA




Ptolomeo


Hay nombres con significado evidente como por ejemplo Villa Nueva del Arzobispo, otros como Pegalajar, hay que estudiarlos mas, concretamente este, se cree que deriva de las palabras árabes “piedra” y “alhajar”, que significaría “paso entre montañas.





Luparia, (LUPION) aparece en diversos escritos latinos, y en este curioso mapa de la península Ibérica del año 139 después de Cristo, realizado por el geógrafo, matemático y astrónomo griego Ptolomeo. 












El nombre de Luparia, es probable que  proceda de Lupario, discípulo de San Tesifón, según puede leerse en él:

 “CATÁLOGO DE LOS OBISPOS DE LAS IGLESIAS CATEDRALES DE LA DIÓCESIS DE JAÉN”, cuyo autor es DON MARTÍN DE XIMENA, en el año 1.652, donde puede leerse cuando empieza a relacionar los obispos de Baeza:





OBISPOS

De la noble y antigua Ciudad de Baeza, Colonia de Romanos.

1 (número de orden cronológico, es decir primer obispo de Baeza)

44- 47 (año de comienzo y final del obispado)

SAN TESIFÓN, Mártir, Discípulo del Apóstol Santiago, fue el primer obispo de Baeza desde el año 44. Padeció Martirio en Granada el I de Abril del año 57. Están sus Reliquias en el Monte Santo de Granada.

Mas adelante, en el mismo libro se lee:

Año 44

... Poltrose con ellos a sus pies representándole su necesidad y la de sus hijos. Compadecióse El Salvador, y dio lengua a San Tesifón, y vista a San Cecilio, que carecía de ella, conque abiertos los ojos del alma, siguieron a su bienhechor, que los encomendó al Apóstol Santiago, cuyos discípulos fueron, y compañeros en sus peregrinaciones, venida del Santo Apóstol a España a predicar, y vuelta a Jerusalén, donde padeció Martirio. Y Habiendo los Santos Discípulos en compañía de otros traído a España el cuerpo de su sagrado Maestro, y depositándolo en Galicia, partieron a Roma a dar cuenta de todo al Príncipe de la Iglesia el Apóstol San Pedro, el cual habiéndolos ordenado Obispos, los envió a España a todos, que eran siete, Cecilio, TESIFÓN, Eufrasio, Indalecio, Torcuato, Hiscio y Segundo: y habiendo llegado a ella en el año 44 del Nacimiento de Cristo, y hecho partición de las Tierras, y Regiones a donde cada uno había de predicar, e intitularle Obispo, le tocó a SAN TESIFÓN en suerte la ciudad de Baeza, en la cual puso su silla, y fundó su Iglesia, predicando en ella, y en Cabrilla, que también llaman Cabra, en Baza,

.. , y otros Lugares, dando innumerables hijos a la Iglesia, sacándolos de las tinieblas de la Idolatría. Tuvo dichoso y bienaventurado fin lo heroico de sus acciones en el Monte Santo Ilipulitano de Granada, a donde habiéndose juntado a Concilio, fue preso y muerto por Aloto Juez de Nerón, alcanzando la corona del martirio, juntamente con dos de sus discípulos, llamados MÁXIMO Y LUPARIO, a primero de Abril del año segundo de Nerón, y cincuenta y siete de Cristo, como parece por una lámina de plomo, que a 22 de Abril del Año 1.595. fue hallada en el Monte Santo referido, con la siguiente inscripción.


Si Tesifón fue el primero que vino a Baeza a predicar, y Lupario era su discípulo, es posible que el maestro mandara al discípulo a una aldea que posiblemente tuviera otro nombre, o ninguno, y que por imposición, o por aceptación popular, este fuera el origen del nombre.

Hojeando la “Historia de Baeza” escrita por el Padre Francisco de Torres S.J. en el año 1.677, y editada en el año 1.999 por el Ayuntamiento de la Ciudad, en el folio 302, hablando de las aldeas de Baeza dice:

... Lupión, también es lugar griego de la palabra lupios, que significa lobo; y  se llamó Luparia...







Pero en este mismo libro, en el folio 568, donde se habla del martirio de San Tesifón en Granada, dice:

... Porque llegó el día señalado y estando Tesifón y sus compañeros Máximo y Lupario mas fuertes que una roca, les sacaron de la cárcel y de la ciudad puestos en el suplicio: Tesifón como maestro, tendió los ojos por el pueblo, que vio frecuente y con diversos afectos, y dio razón de su doctrina; demás de esto exhortó unos a la fe y a otros a perseverar en ella. Después fijos los ojos en el cielo y rogando a imitación de Jesucristo por sus mismos enemigos, fue de ellos arrojado con Máximo y Lupario en el horno encendido, donde los cuerpos vueltos en cenizas dieron sus almas al que las había criado. Consta esta historia demás de Flavio Dextro, de una lámina, que el año mil y quinientos y noventa y cinco fue hallada en el Monte Santo, en el mismo horno.






Patricio, sacerdote de la primitiva Iglesia y autor de la lámina, cifra la historia de San Tesifón en breves palabras; porque dice el nombre del Santo antes y después del bautismo, su discipulado en la escuela de Santiago, las letras y virtud con que floreció, los libros que compuso, el lugar, día, mes y año del martirio, también las la noticia de sus discípulos Máximo y Lupario, de quienes se presume fueron naturales de Baeza. Pudo ser, y que Tesifón cogiese estas flores del Jardín que plantó primeramente, y cultivó por espacio de catorce años que fue obispo de Baeza.

De Máximo no tengo que añadir mas, sí de Lupario en caso de que valga la conjetura del nombre, como en otros, téngole por natural de Luparia, hoy Lupión, de la limitación de Baeza, y no menos de tres millas apartado de ella.

.Si todo esto tuviera alguna veracidad, no solo habríamos descubierto el origen del nombre, sino que también tendríamos un Mártir (como lo tienen tantos pueblos y se vanaglorian de ello), y además, nada menos que quemado en un horno.

Por todo lo dicho, loo más probable es que el pueblo de Lupión se llamase en tiempo de romanos LUPARIA por el Obispo LUPARIO, pero no menos cierto puede ser, que en aquellos tiempos también tuviera que ver la existencia de lobos en esta demarcación.

HIMNO DE BAEZA Y SU HISTORIA




El 14 de febrero de 1942, en sesión ordinaria del Ayuntamiento, siendo alcalde Francisco Rodríguez Haro (que más tarde sería el autor de la letra del himno a Baeza, con música del Maestro Emilio Cebrián Ruiz, director de la Banda de Jaén, y coautor también del himno de la capital) y a petición de la alcaldía se propone la creación de la Banda Municipal de Música que se mantendrá hasta el año 1964. El himno a Baeza se estrenó el 22 de agosto de 1943,  con motivo de la Coronación de la Santísima Vírgen del Alcázar, Excelsa Patrona de Baeza.


Curiosamente, a pesar de ser una composición relativamente reciente, la letra del himno se venía interpretando, una y otra vez, de forma incorrecta, tal y como queda recogido en infinidad de programas de mano y grabaciones a lo largo de los años.

Es en el Programa de Mano del I Concierto de Música Sacra de la Banda Sinfónica Ciudad de Baeza dónde se descubre el error histórico y aparece, por primera vez desde hace décadas, el "Himno a Baeza" tal y como lo concibieron sus creadores.

En la siguiente imagen se muestra un extracto de dicho programa de mano en el que pueden verse las indagaciones llevadas a cabo y, además, una fragmento de la partitura original escrita por el propio Emilio Cebrián Ruiz que demuestra el error en la interpretación de la letra original.




LETRA OFICIAL DEL HIMNO A BAEZA 

Fuiste nido enhiesto gigante
de los bravos guerreros que ayer
noble sangre por Cristo donaron,
como riego fecundo de fe.


Y blandieron invictas espadas
por Castilla y su Reina sin par,
conquistando Baeza tu fama
Gavilanes de tu nido Real.


Fuiste, Virgen bendita,
la capitana de esos recios infanzones;
Y ellos, nobles baezanos,
allá en tu Alcázar culto dieron a tu amor.


Eres, pues nuestra Reina,
vida y dulzura de esta tierra que te adora
de esta Baeza querida
joya andaluza noble y bella como el sol.


Volveremos con brío creciente,
a luchar por tu antiguo esplendor
y reharemos tu fama ¡oh Baeza!
al servicio de España y de Dios.


Forjadores de la Patria Chica,
despleguemos ardor sin igual
para hacer que Baeza perviva
¡Ciudad noble, gentil e inmortal!


¡Ciudad noble, gentil e inmortal! 


VIDEO




Fuentes:

Ideal.es


FUENTE VIRGEN DE LA PEÑA Y SU VIRGEN




Esta es una de las fuentes rurales nombradas por Fernando de Cózar y Martínez en su Historia de Baeza publicada en 1884, pero su antigüedad es bastante mayor. 

El mismo Cózar refiere en su obra cómo en 1592 la Virgen de la Peña fue hallada en “una cueva junto a la fuente de la Peña, camino de Baeza a Jaén; esta efigie antiquísima, según lo revela su escultura romana, debió ser escondida en aquel sitio por los cristianos cuando los árabes invadieron la península a principios del VIII”. 

El hallazgo fortuito de una imagen supuestamente anterior a la dominación islámica constituye un origen común con otras advocaciones de la ciudad, como forma de reivindicar la restitución del antiguo obispado de Biatia: así, la patrona, Nuestra Señora del Alcázar, la Virgen del Rosel y la Virgen de los Mártires.







La Virgen de la Peña no llegó a ser patrona de la ciudad, pero recibió culto solemne por parte del Concejo, ya que esta institución le levantó capilla propia en el extinguido convento de los Mínimos de San Francisco de Paula y ejerció derecho de patronato sobre ella, hasta que a finales del siglo XVII se arruinó dicho recinto y la imagen se trasladó a un camarín, seguramente propio de la familia Benavides, dueña de la capilla mayor de dicho templo. 


El baezano Juan Francisco de Villava escribió un opúsculo, hoy perdido, titulado Discurso de la antigüedad e invención de la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Peña, que se guarda en el convento de frailes mínimos de la ciudad de Baeza, a principios del siglo XVII. 

Por su parte, tras la exclaustración de 1835, la imagen pasó al convento de la Encarnación, de carmelitas descalzas, donde se hallaba al menos a finales del siglo XIX.


sábado, 25 de junio de 2016

EL MARTIRIO DE SAN VICTOR, ALEJANDRO Y MARIANO EN BAEZA








En tiempos del Rey Moro Tarif, el Ilustrísimo Señor don Rodrigo de Acuña Arzobispo de Lisboa, escribió sobre el martirio sufrido por el Obispo de Baeza San Víctor diciendo: Baeza, ciudad del Rey de Castilla era como un anfiteatro donde se daban las mayores crueldades. Nos relata que apresado el Obispo fue degollado junto a Alejandro y Mariano,  delante de las puertas de Palacio, como era costumbre en los moros de la época. Esto sucedió  el 17 de octubre del 743 durante el pontificado de Zacarias y del imperio de los árabes en España.


 fue el papa n.º 91 de la Iglesia católica (741-752), venerado como santo.



Este martirio sufrido por los santos Victor, Alejandro y Mariano, nos lo relata también el Arcipreste de Santa (Iufta): “ Aliquantó priús, feilicet decimo fexto Kalendas Novembris Beatia, que Beatia, nune Baeza, fantus Victor Epifcopus BIATIENSIS, Alexander y Marianus Martyres conciues”.

Sabemos que San Victor fue Monje y Abad del Monasterio de Miranda,  ocupando la silla obispal de Braga (Portugal), teniendo por compañeros a los Santos Alejandro y Mariano, los cuales pertenecían al mismo monasterio.





Estando en Braga, tuvo conocimiento del estado en el que se encontraba la ciudad de Baeza en posesión de los moros,  por lo que acompañado de sus dos fieles amigos se dirigió allí, empujando a los cristianos a pelear contra los moros y dar su vida por la Fé cristiana. Allí fue apresado, encarcelado, sufrió todo tipo de tormentos y finalmente le dieron muerte como hemos descrito anteriormente.




Los cuerpos de dichos Santos fueron descubiertos posteriormente en el año 1643.

D. Francisco de Aranda, vecino de Úbeda, estaba trabajando en Baeza en su Santuario cuando se encontró unas reliquias. Al llegar la noche y hallándose rezando agradeciendo el haber descubierto tales reliquias, se le apareció un rostro el cual iba vestido como un obispo. El rostro tenía el pelo cano, con barba larga y extendida por el pecho. Lejos de sentir temor por dicha aparición, éste se le aproximó y permaneció delante de él más de un cuarto de hora sin pronunciar palabra alguna. Sintiéndose intimidado por aquel rostro, lo tapó con sus manos diciendo: “No soy digno de tan gran favor” y cayendo al suelo, pasó toda la noche rezando a San Víctor.


jueves, 23 de junio de 2016

DIEGO PEREZ DE VALDIVIA




Es considerado como el discípulo predilecto de San Juan de Ávila, “parecido en todo a su gran Maestro, a quién procuró imitar y lo consiguió felizmente” “fue el Eliseo de nuestro gran Elías, heredó su espíritu doblado…alcanzó un magisterio y una doctrina tan sólida, que se puede seguir seguramente, y creer a quién la santidad, las letras, la edad, la experiencia, el haberse criado  al lado del padre Maestro Ávila, le hicieron prudentísimo”(L. Muñoz, Vida, lib. 2º, cap. 12 y 14)

Diego Pérez de Valdivia nació en Baeza en 1589 y murió en Barcelona en 1589.

Fue un sacerdote y teólogo del Humanismo español, discípulo de San Juan de Ávila y catedrático de las universidades de Baeza y de Barcelona.

Hijo de Juan Pérez y Catalina de Valdivia, desde muy joven ya mostró gran devoción y voluntad de seguir la vida religiosa. Quiso ser capuchino, pero no pudo ingresar en la orden. No obstante, continúa su senda espiritual bajo la dirección de san Juan de Àvila, ordenándose sacerdote y dedicándose a la predicación popular.

Universidad de Salamanca



En 1548 san Juan de Ávila lo envía a estudiar a la Universidad de Salamanca, donde se doctora en Artes y Teología.

Universidad de Granada



Fue profesor en las universidades de Granada (durante tres años) y de Baeza (entre 1549 y 1577) —donde obtuvo la cátedra de Sagradas Escrituras— y arcediano de Jaén(entre 1569 y 1574). Allí, su vida rigurosa y el éxito de su predicación despertaron envidias y, como el mismo san Juan de Ávila, fue calumniado y acusado ante el Santo Oficiode difundir doctrinas sospechosas de herejía. Se le prohibió predicar y fue encarcelado en Córdoba hasta que se demostró su inocencia.

Universidad de Baeza



De nuevo en Baeza declinó el ofrecimiento del arcedianato, así como el nombramiento episcopal ofrecido por Felipe II y decidió poner en práctica su deseo de viajar a Roma para obtener la bendición del papa e ir a predicar a tierras de infieles.



Al llegar a Valencia una larga tempestad le impidió embarcar rumbo a Italia, por lo que siguió camino hasta Barcelona. No obstante, nuevas tempestades (en tres días diferentes) volvieron a impedirle que se embarcara allí, de modo que interpretó el hecho como un signo de la voluntad divina para que permaneciera en la península. Predicó en Valencia, donde conoció a Juan de Ribera, Lluís Bertran y Nicolau Factor. Más tarde (1578) fijó su residencia en Barcelona, donde permaneció hasta su muerte.

Juan de Rivera



Luis Beltrán


A instancias del canónico Joan Vila (más tarde obispo de Vich) el Consejo de Ciento nombró a Pérez profesor de Sagrada Escritura de la Universidad de Barcelona, cargo que desempeñó hasta su muerte. 

Universidad de Barcelona



Vivía con doce compañeros retirado en la Torre Pallaresa (Santa Coloma de Gramanet), pequeña comunidad que mantenía con el sueldo de la cátedra y el dinero que obtenía de la venta de sus libros y opúsculos, además de las limosnas que recibía sobre todo a causa de sus muy populares sermones (merced a los cuales, especialmente los de Cuaresma, se hizo famoso) que destacaban tanto por la categoría oratoria de su autor como por su contenido teológico y su forma literaria: fue denominado Apóstol de Cataluña.



Torre Pallaresa (Santa Coloma de Gramanet)



Especialmente predicó para eliminar (sin éxito) los bailes, las comedias y el carnaval y sus máscaras, que consideraba inmorales y altamente perjudiciales.

Reformó la comunidad que servía en el Hospital de la Santa Cruz, substituyendo a los enfermeros laicos y franceses por catalanes que formaron una comunidad religiosa. 


En 1581 fundó un asilo de pobres que poco después se convirtió en la Casa de Misericordia de Barcelona —poniéndola bajo la protección del municipio— para asistir a los necesitados y educarlos, y que comenzó a funcionar en 1584. En la misma línea de asistencia social, reconstruyó la capilla de la prisión barcelonesa y creó una Pía Congregación de Caballeros que proveía el sostenimiento para los presos.

Entre las personas que lo eligieron como guía espiritual estuvo la venerable Ángela Serafina Prat, a quien aconsejó la fundación de las clarisas capuchinas.

Murió con fama de santidad el 28 de febrero de 1589. Su funeral fue una manifestación popular a la que asistieron el obispo, el virrey y las personalidades de la ciudad; fue sepultado en el convento de capuchinos de Montcalvari.

Convento de Montcalvari durante su asedio en 1714






 ALGUNAS DE SUS OBRAS MAS DESTACADAS










Al Bayyasi el último emir árabe que tuvo Andújar

al-Bayyasi ayudó a Fernando III a tomar algunas localidades giennenses como Montejícar, Pegalajar o Mengibar. Pero antes de abandona...