RODRIGO FERNANDEZ DE NARVAEZ

Catedral de Baeza: Retablo heráldico con los escudos de Castilla y León, Baeza y el prelaticio de R. Fernández de Narváez

Nació en Baeza en 1383 y fue bautizado en la parroquia de Santa Maria del Alcázar, era descendiente de Don Sancho Ruiz de Narváez, por lo que era miembro de la nobleza y como tal entendido en el manejo de armas y de las técnicas del combate.
Fue obispo de la diócesis de Baeza-Jaén (antes de serlo fue arcediano de Jaén.
Instituyo la hermandad del Cristo de La Yedra.

• Antes de ser nombrado obispo había sido arcediano de Jaén.
• En 1407 dirigió la ruptura del cerco de la ciudad de Jaén contra el asedio de los musulmanes.
• En 1411 instituyó la hermandad del Cristo de La Yedra.2
• El 8 de junio de 1417 fue nombrado mediante una bula papal «conservador de los derechos y privilegios» del convento de Santa Clara la Real de Toledo,3 aunque esa responsabilidad recaería también en el deán de la catedral de Toledo y en fray Juan Enríquez, obispo de Lugo y bisnieto del rey Alfonso XI de Castilla.4
• Asistió al concilio de Constanza.
• Erigió la colegiata de Santa María del Alcázar en el mismo templo parroquial de su bautismo.
Falleció a principios de 1422 y fue sepultado en la colegiata de Santa Maria del Alcázar que el mismo había fundado. Su sepulcro se conserva hoy en la parroquia de Santa Maria del Alcázar y San Andrés, adonde se traslado la colegiata por ruina de su templo original.

Sobre la base árabe de esta torre se edificó otra en 1395, según lo pregona una lápida con carácteres góticos adosada a ella, formando un retablillo heráldico con las armas de Castilla y León, de Baeza y del Obispo baezano don Rodrigo Fernández de Narváez, siendo obrero Diego López, junto con Ferrán López cantero y Juan Sánchez Platero

Torre de la Catedral de Baeza

Retablo Iglesia de San Andres
 Basándome en los datos históricos anteriores y en que la imagen de la Virgen y las tablas, que se conservan en la sacristía de San Andrés, son de estilo gótico y ambas obras proceden de la Colegiata, he querido recrear una nueva tabla imaginaria en la que el centro lo formase la Virgen del Alcázar y el recto de los elementos fueran extraídos de las diferentes tablas.

Cuantas peticiones y oraciones ha recibido esta imagen desde que en 1401 el obispo, D. Rodrigo Fernández de Narváez, fundara La Colegiata y en ella se estableciese la imagen de la Virgen. La importancia de la fundación fue tal que no ocurría nada relevante en la historia de la ciudad sin que la colegiata y su cabildo no estuvieran presentes. Fue la representación mas exacta del SER baezano en su más amplio concepto del mismo; no en balde, en el arco triunfal estaban representados los escudos nobiliarios de los Caballeros conquistadores y repobladores de la Ciudad, tras su conquista por Fernando III el Santo.
Desde principios del siglo XV la devoción a nuestra señora era una realidad, fomentada por los caballeros descendientes de los primeros pobladores del Alcázar a quienes pertenecía la capilla mayor de la Colegiata.
Las primeras noticias de esta devoción son las rogativas que se realizaban desde la Catedral a la Colegiata, aunque la imagen que históricamente más se sucedía para tales rogativas era la del Santo Cristo de la Yedra. A partir del traslado de la Virgen a San Andrés, en 1765, y de su reconocimiento textual como patrona de la ciudad junto a San Andrés, la Virgen del Alcázar se convirtió en la mas requerida, dejando en segundo lugar otras devociones. Este carácter devocional y ese patronazgo ha permanecido hasta nuestros días.

Sepulcro situado en la Iglesia de San Andres