HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD 1ª PARTE

Rodrigo Méndez Silva, en su libro Poblacion General  de España, dice: " Desde su primitiva población se creó en Baeza una Universidad, a la que por su fama venían a estudiar de todas partes, en ella estudió el sabio griego ASCLEPIADES , quien según Joaquín Guichot en la Historia General de Andalucía, escribió de las costumbres de los Turdetanos, medio siglo antes de la Era Cristiana"

Asclepiades (Siglo I a.C), médico griego propulgó la terapia de masajes, la dieta, los ejercicios y los baños. Lo que hoy llamaríamos terapias alternativas

Ruiz Jimenez, al tratar de Baeza en sus Bocetos Históricos, confirma la remota existencia de la Ciudad y la antigüedad de su Universidad.

Antigua Universidad ubicada en la calle Atarazanas

Hoy Museo de Baeza

D. Rodrigo López (Baezano), clérigo que llegó a ser notario y familiar del Papa Pablo III, en su ancianidad quiso dejar una obra que recordara su nombre y la estableció en una casa incautada a los Acuña (adictos a los Comuneros). La institución académica se alentó en un proceso de maduración que tuvo tres hitos fundamentales:

D. Rodrigo López

1º.- En 1558 el Papa Pablo III, por la bula “Altitudo Divinae Providentiae”, le concede para su obra los beneficios perpétuos que tenía en las parroquias de Bailén, Alcalá la Real y San Pablo de Ubeda, para que con sus rentas se erigiese un Colegio que, bajo la advocación de la Santísima Trinidad, enseñara Doctrina cristiana, a leer y escribir y, mas adelante, Gramática y Sagrada Escritura.

Contando con los beneficios de la bula papal, aportó 1.000 ducados más para iniciar el 14 de marzo de 1538 el Colegio de formación. Buscó certeramente don Rodrigo, en aquellos primeros pasos, el apoyo de San Juan de Ávila, de sólida preparación jurídica y teológica.

Papa Pablo III

En 1540 Pablo III emite la bula “Dodum uno seu una”, en la que son nombrados administradores o patronos de la Fundación propiciada por Rodrigo López al susodicho Juan de Ávila, a la sazón clérigo de la diócesis de Córdoba, y a don Diego de Sevilla, prior de la Casa del Espíritu Santo de Baeza, otorgándoles facultades para nombrar sucesores.

Bula Papa Pablo III fundación Universidad de Baeza. Fotografía de P.Narvaez

2º.- San Juan de Ávila convirtió el Colegio baezano fundado por Rodrigo López en Universidad en 1542, merced de la bula “Ad hoe nos Deus pretulit”, la cual permite que, “no habiendo en dicha ciudad otra universidad del Estudio General, se pudiesen conferir en el dicho Colegio los grados de Bachilleres, Licenciados y Doctores en las facultades lícitas que en él  se profeasen”.

Y bajo la dirección espiritual de Juan de Ávila se realizó el plan de estudios, se seleccionó el profesorado y se adoptó el edificio. Perdura un lienzo de fachada de esa primera Universiadad. La primera “colación de grados” se celebró el 1 de diciembre de 1549 para que el profesorado pudiera empezar a examinar.

San Juan de Avila. Cuadro del Paraninfo de la Nueva Universidad

Uno de los primeros graduados fue el maestro Bernardino de Carleval, que fue desde 1562 patrono de la Fundación, por cesión del padre Juan de Ávila. 

En 1562 se crean nuevas cátedras de Retórica, Gramática, Griego, Filosofía y Teología.

De este edificio se conserva, además del extenso lienzo de sillería de la fachada posterior, con severas ventanas en claraboya, la antigua portada renacentista de la capilla, de arco de medio punto, de gran dovelaje, sobre jambas, franqueado por columnas estriadas con capiteles corintios. Encima del arco, el entablamento lleva una inscripción en la que reza la dedicación de la Universidad a la Santísima Trinidad:

DOCTOR RO DERICUS, OPTIME DE PATRIA BIATIENSI MERITUS CELEBRE HOC CONDENS MU SAEUM, SANCTISIMAE TRINITATI FELICITER DICAVIT.

3º.- La demanda universitaria era cada vez mayor. El Canónigo Don Pedro Fernández de Córdoba, hombre autoritario y absorbente, fue nombrado administrador de la Universidad en 1568 y, bajo la tutela, se constituyó en el centro de Baeza, en el antiguo solar franciscano de la capilla de San León, un magnífico edificio destinado a Universidad, así como la aneja capilla de San Juan Evangelista. 

Fallecido ya el Maestro ,Avila y justo 57 años después de la fundación de la primera Universidad, se inauguraron, en 1595, dichos edificios costea por D. Pedro Fernández de Córdoba.

El traslado del antiguo al nuevo edificio universitario no se hizo sin dificultades, debido al carácter orgulloso de Don Pedro. Y aunque se llegó a un acuerdo, realizándose el traslado en 1595, las dos fundaciones subsistieron independientes.

Rey Felipe IV

Contra el intento de crear otra Universidad en Jaén, Baeza recurrió, ganando el pleito: Felipe IV ordenó en 1630 que no se concediesen grados en Jaén. Un “hermanamiento” entre las Universidades de Salamanca y Baeza se llevó a cabo en 1667, siendo rector de la salamantina el baezano don Juan Francisco Mexía y Ponce de León. Desde entonces Baeza fue llamada la “Salamanca Andaluza”.

Universidad de Salamanca

 De la nueva capilla (la de San Juan Evangelista) decía ya Xímenez Patón que era “muy suntuosa y de grande ostentación y hermosa vista”. Pero las fachadas se acabaron medio siglo después.

Con el tiempo, Baeza fue perdiendo el dominio de villas y lugares sobre los que antes tenía jurisdicción, prolongándose a lo largo del siglo XIX, sufriendo además el zarpazo y la rapiña de las tropas napoleónicas (1810-1812). Incluso la Universidad llegó a cerrar en 1807 por primera vez. 

Reanudadas la clases en 1815, estuvieron abiertas las aulas hasta 1824.

Fernando VII

En efecto, reinando Fernando VII, recibe el rector de la Universidad de baezana, don Pablo Romero Castañeda, una carta a la Real Chancillería de Granada en la que dice: “En uso de las facultades extraordinarias que el Rey Nuestro Señor se ha dignado concedernos…, hemos resuelto que, por ahora, no se abra el Estudio de esta Universidad, prorrogando su apertura hasta el primero de enero del año próximo”. Corría el mes de Septiembre de 1824.

Pero la apertura no se llegó a realizar. Un Real Decreto sobre el plan general de estudios suprimió definitivamente la Universidad, la cual no fue siquiera citada en el Decreto.